jueves, 29 de diciembre de 2016

Desde mi balcón.

Muchas veces hacemos un esfuerzo en salir al campo para ver aves. Nos olvidamos que en muchas ocasiones los tenemos muy cerquita de casa. En esta entrada os pondré un ejemplo de lo que yo estoy viendo estos dias desde mi balcón, en Colmenar Viejo (Madrid). Una de las especies más comunes y urbanas es el estornino negro, vulgarmente llamado "tordo" por la mayoría de vecinos del pueblo.

Estornino negro (Sturnus unicolor)

También fácil de ver a nuestro alrededor, están los gorriones comunes, cada vez menos frecuentes en las grandes ciudades, donde se ha constatado un elevadísimo descenso, motivo por el cual SEO/ Birdlife lo declaró ave del año. Aparentemente en Colmenar no se ha producido ese descenso, pero habrá que seguir observando para estar atento a cualquier posible cambio.

Gorrión común hembra (Passer domesticus)

Al menos un par de momentos al día, cruzan por delante de mí cigüeñas blancas en vuelo. Por la mañana para ir a alimentarse al vertedero y por la tarde para regresar a sus puntos de descanso.

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

El colirrojo tizón es otro de nuestros vecinos. Mucho más habituales en invierno, ya que en los pueblos, encuentran lugares de alimentación abundante y refugios menos fríos para descansar por las noches. Suelen abundar en parques y jardines, y en mi caso, merodean por un descampado que hay frente a casa.

Colirrojo tizón hembra (Phoenicurus ochruros)

Parecido comportamiento tienen los carboneros garrapinos. No son unos grandes migrantes, pero sí que hacen pequeños desplazamientos en altura para buscar mejores temperaturas, entrando en ocasiones en las poblaciones. En Colmenar los hay en zonas de jardines con coníferas.

Carbonero garrapinos (Parus ater)

Un par de ellos, parece que van a pasar el invierno en un parque de juegos que hay al lado de casa. En este parque hay 3 pinos, donde encuentran alimento, y en algunos momentos del día, se desplazan por los plataneros cercanos, momentos estos en los que los he podido retratar.

Carbonero garrapinos (Parus ater)

martes, 27 de diciembre de 2016

Porrón pardo en Guadalix.

Como otras tantas veces, hoy hemos recibido un aviso de rareza patuna en el embalse de Guadalix, por parte de nuestro compi Alfredo Ortega Morejón. En esta ocasión se trataba de un macho de porrón pardo. Si bien, la primera persona en avistarlo, fue Miguel Ángel Serrano, quien lo colgó en la página de rarezas ornitológicas "Reservoir birds". Con las convenientes indicaciones de ubicación aproximada por parte de Alfredo, esta tarde nos hemos acercado y no hemos tardado en dar con él.

Porrón Pardo (Aythya nyroca). Macho

El porrón pardo (Aythya nyroca), es una anátida que se distribuye de manera restringida, por algunas zonas meridionales del paleártico occidental, repartido en poblaciones bastante fragmentadas. Los ejemplares invernantes ocupan diferentes zonas de la región subsahariana. La escasa población ibérica, es básicamente sedentaria, aunque realiza movimientos dispersivos dentro de la Península y el norte de África. La población europea se estima en un máximo de 20.000 parejas. En España se reproduce ocasionalmente en las marismas del Guadalquivir, Levante y algunos enclaves de Castilla la Mancha, no superando las 10 parejas reproductoras, lo que la hace que esté incluida en el Libro Rojo de las aves de España como "En Peligro Crítico" y aparece en la categoría de "En peligro de extinción" en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. La conservación en España depende de la situación en otros países, donde hay mayor población, aunque también se encuentran en declive, sobre todo, por la pérdida de hábitats. Es una especie muy exigente y requiere que los humedales en los que se establece reúnan determinadas características, pues presenta muy poca tolerancia a la salinidad y eutrofización. Ocupa lagunas con vegetación emergente y flotante y con presencia de macrófitos sumergidos. Necesita mucha cobertura vegetal para instalarse, por lo que su ambiente preferido son las densas manchas de espadañas.

Porrón Pardo (Aythya nyroca). Macho

En los anuarios ornitológicos de la comunidad de Madrid de SEO-Montícola, tiene como estatus: en paso con cifras muy reducidas e invernante escaso.


Porrón Pardo (Aythya nyroca). Macho y 2 hembras de porrón moñudo (Aythya fuligula)

Le hemos visto muy asociado a dos hembras de porrón moñudo y a un grupo de fochas, acercándose a las orillas del embalse, donde se sumergía para conseguir partes de vegetales, que constituyen el grueso de su dieta.

Porrón Pardo (Aythya nyroca). Macho y 2 hembras de porrón moñudo (Aythya fuligula)

Además de su característico color castaño intenso, más oscuro en el dorso y más claro en los flancos, luce una diagnóstica popa blanca al igual que su iris, que destaca vivamente sobre el plumaje de la cabeza.

Porrón Pardo (Aythya nyroca). Macho.

Además hemos visto un tarro blanco, un macho de porrón moñudo y un bandito de porrón común que nos ha sorprendido pasando en vuelo cerca de nosotros.

Bando de Porrón común o europeo (Aythya ferina).

martes, 20 de diciembre de 2016

Cabras monteses.

El pasado domingo hicimos nuestra salida anual en busca de las cabras monteses en la sierra de Guadarrama. Convenientemente abrigados con gorro y guantes, nos dispusimos a andar en constante pendiente durante unos 45 minutos hasta llegar a la zona prevista. Durante la subida, las aves más comunes eran los escribanos montesinos, que aunque abundantes, se mostraron bastante esquivos. Algunos carboneros comunes, algún mirlo y algunos pardillos, fueron otras de las aves que pudimos observar. Una vez arriba, buscando por las rocas, descubrimos a un par de cabras que nos mostraron su adaptabilidad a estos terrenos rocosos.


Las cabras monteses de la sierra, se desenvuelven con gran soltura por las zonas escarpadas y estas moles graníticas, donde encuentran tranquilidad y refugio. Tuvimos la suerte de captar esta bonita imagen de los roquedos con la luna de fondo.


Después de subir un poco más, descubrimos a este par de machos adultos con varias hembras y cabritillos. Tienen un comportamiento gregario, cambiante en su composición, dependiendo de la época del año.

Cabras monteses (Capra pyrenaica)

Este ungulado es una especie ibérica endémica y aunque aquí en la sierra tenemos una buena población, está ausente en otras zonas montañosas peninsulares.

Cabras monteses (Capra pyrenaica)

Después de pastar y ramonear la vegetación existente entre las rocas, pudimos descubrir a la pequeña manada descansando tumbados al sol.

Cabras monteses (Capra pyrenaica)

Mientras observábamos a las cabras, tuvimos la grata visita de un águila real que surgió por encima de los roquedos y se dejó ver durante un rato. Algunos buitres leonados, además de cuervos y cornejas, cruzaron en vuelo en varias ocasiones y un macho de roquero solitario posó durante varios segundos en lo alto de un enebro.

Roquero solitario (Montícola solitarius). Foto: Eduardo Ramírez

Después de estos últimos avistamientos, decidimos que ya era hora de regresar.

domingo, 18 de diciembre de 2016

Dehesa de Navalvillar.

La semana pasada realizamos otro de nuestros recorridos con el fin de seguir recopilando datos sobre fauna de la dehesa de Navalvillar. Una de las primeras mañanas otoñales en las que el frío mañanero empieza a ser acusado. Comenzamos el recorrido viendo un grupito de trigueros y escuchando cetia ruiseñor y curruca cabecinegra cerca del caudaloso arroyo Tejada. Como tantas otras mañanas otoñales, observamos el paso continuo de gaviotas y milanos reales hacia el cercano vertedero. En lo alto de un enebro, una solitaria corneja emite su reclamo, mientras entre la vegetación arbustiva de la orilla del arroyo, se dejan ver levemente, un reyezuelo listado y un chochín. En lo alto de las ramas desnudas de un fresno se mueve un carbonero común, uno de los páridos habituales de la dehesa colmenareña.

Carbonero común (Parus Major)

No faltan sus parientes los herrerillos comunes y los agateadores, que nos tienen entretenidos un buen rato viendo sus acrobacias y el continuo registro de cualquier grieta de la corteza de los árboles que hacen estos últimos.
Con el continuo reclamo de los petirrojos, seguimos nuestra ruta hacia el norte de la dehesa. Un zorro huye a la carrera, mientras zorzales comunes y mirlos se esconden rápidamente entre la vegetación. Un andarríos grande delata su presencia con su señal de alarma y vuela para alejarse de nuestra presencia. Lo mismo hace una Chocha perdiz. En este caso, una observación muy interesante, ya que en la dehesa es muy muy rara de ver. De hecho en todos los años que llevamos recorriéndola, es la segunda vez que la vemos. Eso sí, fugazmente, sin poderla disfrutar en exceso.
Un par de cuervos vuelan y se posan en las ramas de un roble y poco después despegan de un fresno un par de milanos reales.

Cuervos (Corvus corax)

Esto sólo puede significar una cosa: tiene que haber una carroña cerca. Efectivamente al continuar descubrimos el cadáver de una vaca. Ya había tenido la visita de los buitres. Aún así, todavía quedaba carne, que al alejarnos, aprovecharon las urracas.

Urracas (Pica pica)

Ascendemos al Cancho el Escorial y nos sentamos para observar desde un punto privilegiado la grandeza de nuestra dehesa. Descubrimos un ratonero en lo alto de una encina y un gavilán asciende en vuelo bajo para posarse en un árbol y seguir su camino rápidamente. En el camino de vuelta se dejan ver los primeros buitres leonados y algún buitre negro.

Buitre negro (Aegypius monachus)

Descubrimos también totovías y cogujadas, además de bisbitas comunes y escuchamos los reclamos agudos de varios acentores comunes. Nada que ver con los sonoros graznidos de las chovas piquirrojas que se mueven por el suelo junto al ganado.

Chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax)

Para terminar, estas mismas chovas piquirrojas nos dejaron una curiosa estampa, volando en el mismo plano con las torres de Madrid que emergían por encima de las nubes.


viernes, 16 de diciembre de 2016

Lagunas de la Mancha 4

Se acercaba la hora de comer y decidimos desplazarnos a la laguna de Pedro Muñoz. Al lado de un centro de interpretación cerrado, hay unas mesitas con bancos de madera donde se puede comer muy cómodamente. Después de haber saciado nuestra hambre nos acercamos a observar la fauna de la laguna.

Ánsares y ánades reales descansando.

Nada nuevo. Algunos ánsares comunes y ánades reales descansando, zampullines comunes, avefrías, cercetas comunes, cucharas, las primeras grullas que vimos pasar volando y algún ánade friso.

Ánade friso macho (Anas strepera)

Después de esta vista rápida decidimos desplazarnos hacia la laguna de Manjavacas, ya que el día avanzaba rápido y no queríamos que se nos hiciera muy tarde. Una vez allí, un pequeño grupo de flamencos descansaba en el centro de la laguna.

Flamencos (Phoenicopterus ruber)

Más tarros blancos, cercetas, cucharas, ánades reales, frisos ymás grullas en vuelo, algunas bastante cerca.

Grullas (Grus grus). Foto Arsenio González.

Al final descubrimos varios centenares de ellas en los campos de enfrente del observatorio, al otro lado de la laguna, con sus peculiares y característicos trompeteos.

Grulla (Grus grus). Foto Arsenio González

Nos acercamos a una zona de carrizal donde hay instaladas unas pasarelas de madera. Buen sitio para observar bigotudos. Como la tarde se nos echaba encima, no le dedicamos mucho tiempo. Sí que les escuchamos y vimos algunos en vuelo fugaz, escondiéndose rápidamente entre el carrizo. También escuchamos el reclamo de un rascón y se nos puso a "tiro" algún pájaro moscón.

Pájaro moscón (Remiz pendulinus). Foto: Eduardo Ramírez.

Después de esto, decidimos dar por concluida la jornada en las lagunas de la Mancha y regresamos tranquilamente hacia nuestros hogares. Como siempre disfrutamos de lo lindo en estas lagunas.

martes, 13 de diciembre de 2016

Lagunas de la Mancha 3

Nos desplazamos a un tercer observatorio de la laguna de la Veguilla. Aquí seguimos disfrutando de patos colorados, cucharas, cercetas, y de los bordes de la laguna, de entre los carrizos, salían a la cercanía un buen número de gallinetas.

Gallineta común (Gallinula chloropus)

Abandonamos esta primera laguna y nos acercamos en busca de limícolas a la cercana laguna de camino de Villafranca. Allí, lo primero que vimos fueron varios grupitos de correlimos menudos.

Correlimos menudo (Calidris minuta)

Y un poco más lejos, otros grupitos de correlimos comunes. Estas aves que se alimentan de pequeños invertebrados en el barro de las orillas de las lagunas, proceden del norte de europa y los disfrutamos por aquí en sus pasos migratorios y algunos, que se quedan como invernantes.

Correlimos común (Calidris alpina)

En la lámina de agua descubrimos un buen grupo de tarros canelos. Parece que esta laguna es de unas características salinas más apropiadas para la especie.

Tarro blanco (Tadorna tadorna)

Algunos de los individuos se acercaban a la orilla, sin importarles en exceso nuestra relativa cercanía. A lo lejos, un aguilucho lagunero descansaba, en lo que aparentemente, era un cadáver de tarro blanco. Lo fue desplumando y alimentándose de él. De vez en cuando, aparecían otros aguiluchos y competían por la comida relevándose a tal efecto en una competencia habitual que se da en la vida animal.

Tarro blanco (Tadorna tadorna)

En la laguna también había algunas cigüeñuelas y en una espantada general de los limícolas, trás posarse de nuevo, descubrimos también a un solitario combatiente. No muy lejos de ahí, un grupo de avefrías descansaba en la orilla.

Avefrías (Vanellus vanellus)

sábado, 10 de diciembre de 2016

Lagunas de la Mancha 2

Nos desplazamos a otro de los observatorios de la Veguilla. Aquí, la lámina de agua que queda al descubierto ante nuestros ojos es mucho mayor, al igual que el número de aves. Entre los abundantes patos cuchara y fochas, descubrimos otras especies. Un solitario macho de ánade rabudo, varias parejas lejanas de silbón europeo y buen número de los preciosos patos colorados. Embelesados por su belleza y conscientes de la dificultad de observarlos en las zonas húmedas cercanas a nuestra zona de residencia, disfrutamos un buen rato de ellos.

Pato colorado (Netta rufina)

Estas lagunas también acogen a muchos de los ánsares comunes invernantes en la Península Ibérica. Una delicia poderles ver nadando y alimentándose tranquilamente en estos oasis del centro peninsular.

Ánsar común (Anser anser)

Entre los carrizos revolotean los mosquiteros comunes, se deja ver alguna tarabilla común, y muy fugázmente, algún escribano palustre y un bigotudo. En los tarays, descubrimos alguna de las grajillas que crían en las cajas nido cercanas colocadas a tal efecto.

Grajilla (Corvus monedula)

Son muchos los aguiluchos laguneros que utilizan las lagunas y los carrizales para pasar el invierno procedentes de otros paises europeos. Entre el constante vuelo de campeo en busca de comida, también descubrimos algunos individuos posados descansando.

Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus)

Un calamón nos muestra sus habilidades natatorias cruzando de una a otra zona de carrizos y eneas. Aunque sus patas son largas y sus "pies" no son palmeados, demuestra gran destreza en estos desplazamientos acuáticos.

Calamón (Porphyrio porphyrio)

Entre las diferentes especies de anátidas, también estuvimos buen rato disfrutando del nado rápido de un lado a otro de algunas cercetas comunes y de sus machos con su característica antifaz verde.

Cerceta común (Anas crecca)

jueves, 8 de diciembre de 2016

Lagunas de la Mancha 1

El pasado 6 de diciembre realizamos una excursión a las lagunas de la Mancha. Aunque son muchas las presentes en la denominada Mancha Húmeda, nosotros solemos visitar las de Alcázar de San Juan, Pedro Muñoz y Manjavacas. En el recorrido, algunos bancos de niebla amenazaban con estropearnos el día, pero afortunadamente, al llegar a Alcázar, sólo estaba nublado y hacía frío. Apostados en el observatorio de la laguna de La Veguilla, comenzamos a disfrutar del nutrido grupo de aves que descansan y se alimentan en la laguna. Ánades reales, zampullín común y cuellinegro, porrón común y entre ellos, cuatro individuos de Malvasía cabeciblanca. Se trataba de 4 hembras. La malvasía cabeciblanca, es una especie de anátida catalogada como En Peligro de Extinción en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. En los años 70 del pasado siglo, se encontraba en España en estado crítico, contabilizándose sólo 22 individuos. Afortunadamente, las medidas de conservación adoptadas, ha hecho que su número haya aumentado, alcanzándose cifras que rondan los 3000 ejemplares, con grandes fluctuaciones anuales. Aún así sigue catalogada como En Peligro y se sigue trabajando en su conservación.

Malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala)

En algunos troncos emergentes del agua, descansaba y secaba sus plumas algún cormorán grande.

Cormorán grande (Phalacrocorax carbo)

Entre los carrizos, eneas y tarays, se movían los inquietos mosquiteros comunes y en un arbolillo de la orilla, se nos posó un bisbita alpino.

Bisbita alpino (Anthus spinoletta)

En revoloteo incansable descubrimos varios aguiluchos laguneros, bastante comunes en la zona. En la otra orilla descubrimos a una hembra posada en el carrizo y justo debajo otra de las joyas de estos humedales, el precioso calamón.

Aguilucho lagunero y Calamón

Con su brillante color morado-añil y su pico y escudete rojo, es un ave preciosa que no pasa desapercibida entre el verde de carrizos y eneas de las que se alimenta. A mediados del pasado siglo, la especie estuvo en peligro de extinción por la pérdida de hábitat y la caza. Afortunadamente hoy en día está fuera de peligro. España acoge al 90% de la población europea.

Calamón (Porphyrio porphyrio)

Entre las más numerosas de las aves acuáticas que se encontraban en la laguna, destacaban las fochas y los cucharas, prácticamente presentes en cualquier lugar donde miraras.

Focha y cuchara común

domingo, 27 de noviembre de 2016

Embalse de Guadalix.

El pasado 18 de noviembre, nos juntamos varios miembros de Anapri y nos dimos una vuelta por el embalse de Guadalix. Tras aparcar junto a la ermita y colocar el telescopio, realizamos una primera visual en la zona de paterío. Ya han llegado gran número de patos cuchara y ánade friso, que junto con el ánade real y las fochas eran las aves más abundantes. Algunas cercetas comunes había por la orilla, y entre los plumajes claros de las gaviotas, descubrimos un tarro blanco. Afinando y repasando todos los patos, descubrimos también a este bonito macho de silbón europeo.

Silbón europeo (Anas penelope)

Las agachadizas comunes estaban en las orillas perforando constantemente el barro en busca de alimento. En una zona con rocas rodeadas de agua, descansaban cormoranes y garzas reales.
A medida que nos alejábamos de la cola del embalse, las acuáticas se hacían menos numerosas, pudiendo ver por esta zona a los somormujos, más pescadores y buceadores. En los matorrales, se podían ver petirrojos, pinzones, alguna curruca cabecinegra y salían también a nuestro paso zorzales y mirlos comunes. Descubrimos mosquiteros comunes cantando y en lo alto de una encina disfrutamos de un zorzal charlo.
En esta ocasión decidimos subir a Peña Rubia y atajar monte a través para regresar hacia la furgo.

Peñarubia. Foto: Arsenio

Nos entretenemos con carboneros, herrerillos, agateadores y con 3 escribanos soteños, mientras de unas ruinas, salen volando varios gorriones chillones.
Ya en la vertiente norte, en la zona alta del embalse disfrutamos del colorido otoñal de los árboles y arbustos.


Pudimos ver la cicatriz abierta en la roca, quizás de alguna extracción de antaño, con el agua del embalse al fondo. Con estas bonitas vistas, paramos para desayunar.



Cuando ya habíamos comenzado el descenso, vemos un ave que se posa en lo alto de las ramas secas de un chopo, emitiendo un reclamo poco habitual. Al mirar con el teles, ahí estaba, un precioso ejemplar de zorzal real. Por nuestra zona es un invernante poco común o escaso y generalmente las irrupciones son de aves de Escandinavia, Finlandia y también de europa central.

Zorzal real (Turdus pilaris). Foto Arsenio

Con esta inesperada observación terminamos una relajada jornada de campo en nuestro cercano embalse de Guadalix.