A mediados de septiembre, pude escuchar desde el interior de mi casa, el reclamo inusualmente cercano de alguna especie de "loro". Inmediatamente cogí los prismáticos y salí a la terraza. Después de unos minutos de búsqueda y guiado por el estruendoso reclamo del ave en cuestión, ahí lo encontré, entre las hojas de un platanero.
Se trataba de un agaporni de la variante Lutino. Aunque es un ave preciosa, su lugar no era este y debió escaparse de alguna casa donde esta especie estaba en cautividad, con el consiguiente peligro que conlleva. Las justificaciones a esta afirmación, están perfectamente recogidas en la página de Seo/Birdlife, en su sección de especies exóticas y que a continuación narramos.
La introducción de especies exóticas invasoras por parte del hombre es hoy
en día una de las principales amenazas con que se enfrentan los ecosistemas
naturales y la biodiversidad. Estas especies representan, después de la
destrucción del hábitat, la principal causa de extinción de especies, siendo
incluso en las islas oceánicas la primera causa. Se calcula que una cuarta
parte de las especies de aves que se encuentran actualmente en peligro de
extinción lo están debido a las introducciones de invasoras. Éstas pueden
depredar sobre especies autóctonas, competir por los recursos, hibridarse,
transmitir enfermedades o alterar el hábitat, siendo algunas capaces incluso de
llegar a cambiar el propio funcionamiento del ecosistema.
En España se ha registrado la introducción en el medio natural de más de 250
especies de aves exóticas. De éstas, al menos 17 especies se encuentran ya
establecidas y otras 7 especies podrían llegar a estarlo próximamente. Al menos
la mitad de ellas revelan ser especies exóticas invasoras. A pesar de las leyes
y los tratados internacionales, en nuestro país se sigue fomentando, en la
práctica, la introducción de especies exóticas. Así, cada año se registra la
introducción de cerca de un centenar de especies de aves exóticas,
principalmente debido a su comercio.