sábado, 23 de abril de 2016

Primavera lluviosa.

El invierno seco que hemos vivido poco hacía presagiar la primavera tan lluviosa que llevamos. La falta de tiempo libre por el trabajo y todas estas lluvias, nos han cortado un poco a la hora de salir al campito, pero el otro día, aún a riesgo de mojarnos, nos dimos de nuevo una vuelta por nuestra querida dehesa de navalvillar.
El arroyo Tejada rebosante y el campo bien encharcado y humedecido, nos recibían en la mañana del pasado 17 de Abril.
Los ruiseñores comunes se van asentando en sus territorios y los alcaudones comunes resaltan como bolitas blancas impolutas en las ramas de los majuelos.
La primera sorpresa, fué observar un pájaro moscón reclamando y alimentándose en las ramas de un sauce. Esta especie es poco común en la dehesa, si bien, un poco más abajo, por el arroyo Tejada, ya ha habido algún intento reproductor en años anteriores.
Pudimos localizar una jabalina entre la vegetación. Al localizarnos y tras la conveniente señal de alarma, salió disparada seguida de 7-8 rayones.
Otra observación interesante, fué observar a un aguililla calzada secándose las plumas, con las alas abiertas, posada sobre una roca.

Aguililla calzada

Ratoneros, milanos reales y milanos negros, son otras de las rapaces que se pueden ver. En algunas ocasiones interactuando entre ellas, para defender territorios o simplemante como juegos.

Aguililla calzada-Milano negro. Foto Rafa Gómez

Además de cuco, vimos varios individuos de críalo. Preciosa ave, que además es muy beneficiosa al alimentarse de ingentes cantidades de orugas, evitándo así posibles plagas peligrosas.

Críalo (Clamator glandarius). Foto Rafa Gómez

Tampoco faltó a la cita la bonita curruca carrasqueña, que junto a la cabecinegra, rabilarga y capirotada, fueron los representantes de los sílvidos en este día.

Curruca carrasqueña (Sylvia Cantillans). Foto Rafa Gómez.

Como casi siempre, observamos los vuelos y planeos de los buitres leonados y algunos buitres negros. Además cuervos, grajillas, chovas piquirrojas y urracas.

Buitre negro (Aegypius monachus). Foto Rafa Gómez.

También encontramos algunas collalbas grises en paso, además de una pareja de tarros canelos en vuelo.

Collalba gris (Oenanthe oenanthe). Foto Rafa Gómez.

Una nueva mañana de pleno disfrute en la naturaleza, con los pies encharcados, eso sí. Pero sarna con gusto no pica.

martes, 12 de abril de 2016

27/03/2016. Embalse de Santillana.

Hoy tengo un pelín de tiempo para hacer una pequeña crónica de nuestra última salida al campito. Como dice el título, trata del día 27 de marzo en el embalse de Santillana.
Habíamos quedado a las 17:00h para dar una vueltecita. Algunos contratiempos hicieron que retrasaramos la cita a las 17:30. El destino hizo que ese tiempo de retraso, nos hiciera estar en el lugar apropiado para disfrutar de una excepcional observación. Mientras disfrutábamos de un grupo de unas 40 gaviotas reidoras que nadaban en la superficie plácidamente, de repente, una espantada general. Viniendo desde nuestra izquierda, un halcón peregrino entra en el grupo, llevándose entre las garras a una de ellas y cayendo al suelo para rematarla a escasos 150m de nosotros.


El halcón no nos quitaba ojo y se mostraba ciertamente nervioso. Al poco hizo varios intentos de llevarse a su presa y al no poder levantar el vuelo con ella, se alejó para posarse en unas rocas cercanas. Rápidamente nos alejamos del lugar para darle una distancia en la que él se sintiera cómodo y en breve volvió para zamparse a la gaviota. Media hora tardó en desplumarla y dejarla en los huesos, para alejarse con el buche bien lleno.


Después de este insuperable momento, seguimos un poco en busca de más aves. No encontramos prácticamente ninguna limícola en paso, salvo un par de chorlitejos chico. Lo que sí vimos, fueron los ya habituales tarros canelos, acompañados de un ganso del nilo, que andaba cojo, y que posteriormente pudimos comprobar que tenía un anzuelo clavado en la pata, con un trozo de sedal, también enrollado en su extremidad.



Había también tres ansares. Uno muy grande, lo que nos hace sospechar, que podría tratarse de individuos escapados de colecciones privadas.
Para terminar, pudimos disfrutar también de la primera collalba gris de la temporada, al menos para nosotros.


domingo, 3 de abril de 2016

Anfibios.

Como contamos en la entrada anterior, la salida para ver anfibios se nos dió muy bien. Después de disfrutar de la ranita de San Antonio, a la que volvíamos por el camino, húmedo y con agua rezumando desde la charca, nos fuimos encontrando otras especies. Lo primero que vimos fué un gallipato (Pleurodeles waltl).

Gallipato (Pleurodeles waltl)

Lo que de primeras fué una gran sorpresa, luego pasó a ser algo habitual, ya que llegamos a ver hasta nueve individuos diferentes, todos ellos de un tamaño pequeño-mediano.

Gallipato (Pleurodeles waltl)

Sin dejar de iluminar con las linternas al camino, para evitar posibles accidentes y pisar a algún individuo, llegó la siguiente grata sorpresa. En la hierba que quedaba entre las rodadas de los coches del camino, descubrimos un tritón. Después de buscar en bibliografía y pedir opinión a algunas personas algo más entendidas que nosotros, llegamos a la conclusión, de que se trata de un tritón pigmeo (Triturus pigmaeus)

Tritón pigmeo (Triturus pigmaeus)

Es la primera vez que tenemos la oportunidad de observarlo, por lo que la alegría que nos produjo fue bastante grande.

Tritón pigmeo (Triturus pigmaeus)

Para rematar la jornada, también en el camino, nos encontramos un individuo de sapo de espuelas (Pelobates cultripes). Aunque la distribución de este sapo abarca gran parte de la península, por Colmenar, es mucho más dificil de localizar que el sapo corredor, por lo que de nuevo, el avistamiento, nos produjo otra alegría importante.

Sapo de espuelas (Pelobates cultripes)

Sapo de espuelas (Pelobates cultripes)

Con un total de 6 especies de anfibios diferentes, finalizamos una grandísima jornada de observación de este grupo peculiar de habitantes de nuestras charcas.