lunes, 30 de diciembre de 2019

Gaviotas "raras" en el VRSU de Colmenar Viejo

Muchas son las gaviotas que han encontrado en los vertederos madrileños alimento suficiente para pasar la invernada en el interior de la península. Anapri estudia las aves que utilizan estos recursos tróficos en el vertedero de Colmenar. La inmensa mayoría de las gaviotas que nos visitan, pertenecen a dos especies: Gaviota sombría (Larus fuscus) y gaviota reidora (Larus ridibundus). Entre los millares de individuos de esas dos especies, todas las temporadas se cuelan varias especies de gaviotas más raras.
A continuación os contamos cuales y cuando, han ido apareciendo estas gaviotas que hemos detectado.
El pasado 1 de octubre, descubrimos a una gaviota grande, con las plumas del manto de un color gris más claro que el que correspondería a una gaviota sombría. Se trataba de un adulto de gaviota patiamarilla.

Adulto de gaviota patiamarilla (Larus michahellis)

El 14 de octubre, una gaviota con un manto gris muy clarito, llamaba nuestra atención. El listado de la cabeza y cuello y las patas rosadas, la diferencian de la patiamarilla. Se trataba de una gaviota argentea adulta.

Adulto de gaviota argentea (Larus argentatus)

Adulto de gaviota argentea (Larus argentatus)

Adulto de gaviota argentea (Larus argentatus)

El 30 de octubre, descubrimos de nuevo una gaviota patiamarilla adulta. En la foto se puede apreciar la diferencia en el color del manto con respecto al manto más oscuro de la gaviota sombría de detrás.

Adulto de gaviota patiamarilla (Larus michahellis)

Entre las gaviotas reidoras, pero un poquito más grande, el 27 de noviembre descansaba un primer invierno de gaviota cabecinegra. Pico oscuro, corto y grueso y restos de caperuza negra extendida, lo diferencian del primer invierno de reidora.

Primer invierno de gaviota cabecinegra (Larus melanocephalus)

El 5 de diciembre descubrimos a una gaviota patiamarilla de tercer invierno. Esta especie tiene 4 grupos de edad diferenciables por su plumaje. En esta edad mezcla plumas grises de adulto, con plumas marrones y blancas de de los 2 primeros años de vida.

Tercer invierno de gaviota patiamarilla (Larus michahellis)

Tercer invierno de gaviota patiamarilla (Larus michahellis)

Tercer invierno de gaviota patiamarilla (Larus michahellis)

El mismo día, también había en el vertedero un adulto de gaviota patiamarilla.

Adulto de gaviota patiamarilla (Larus michahellis)

Adulto de gaviota patiamarilla (Larus michahellis)

Adulto de gaviota patiamarilla (Larus michahellis)

El 16 de diciembre, volvemos a localizar a un adulto de gaviota argentea.

Adulto de gaviota argentea (Larus argentatus)

Adulto de gaviota argentea (Larus argentatus)

Adulto de gaviota argentea (Larus argentatus)

Y para finalizar, también el 16 de diciembre, observamos a un primer invierno de gaviota cana. Portaba anilla metálica, pero nos fue imposible leer la inscripción para ver su procedencia.

Primer invierno de gaviota cana (Larus canus)

Primer invierno de gaviota cana (Larus canus)


Primer invierno de gaviota cana (Larus canus)


Y con estas últimas observaciones dejamos atrás el otoño. Seguiremos buscando "rarezas" durante el presente invierno.

jueves, 26 de diciembre de 2019

Seguimiento de la migración de la cigüeña negra.

Como en años anteriores, en este 2019 también realizamos el seguimiento de la migración de la cigüeña negra en el monte del Pardo. Ha sido un año extraño. Quizás por la sequía, o quien sabe por qué otros factores, los avistamientos de cigüeñas negras en la mayoría de nuestras visitas desde finales de junio a finales de octubre, han sido inferioriores en el número de individuos detectados.

Cigüeña negra (Ciconia nigra)

Como siempre, nuestras visitas veraniegas se hacían en las últimas horas de la tarde. En el camino, no faltaban los cernícalos vulgares posados en las torretas, y en alguna ocasión tuvimos la suerte de observar a una hembra sobre una roca.

Hembra de cernícalo vulgar (Falco tinnunculus)

Más mimetizado, el mochuelo descansaba en el murete de su territorio, intentando pasar inadvertido con su plumaje críptico, simulando los claroscuros de las rocas.

Mochuelo (Athene noctua)

En nuestras idas y venidas, disfrutamos de la presencia efímera de aves migratorias como tarabillas norteñas y collalbas grises.

Collalba gris (Oenanthe oenanthe)

Común durante todo el año, las sedentarias tarabillas comunes, nos observaban en nuestro paso desde sus perchas preferidas.

Macho de tarabilla común (Saxicola torquata)

En los zarzales no faltaban grupos de gorrión común, gorrión moruno y trigueros.

Triguero (Miliaria calandra)

En bastantes ocasiones pudimos ver al águila culebrera tanto en vuelo como posadas en diferentes torretas. Algunos de los días llegamos a contabilizar hasta 3 individuos diferentes.

Águila culebrera (Circaetus gallicus)

Águila culebrera (Circaetus gallicus)

Ha resultado un verano tormentoso. A la escasez generalizada de cigüeñas negras la mayoría de los días, se ha sumado un par de ellos en los que hemos detectado un buen número. El 17 de septiembre, un grupo de 18 individuos desciende y se une a 6 individuos detectados con anterioridad, sumando un total de 24 cigüeñas negras. Se levanta fuerte viento de tormenta y comienza a llover. 45 minutos más tarde no vemos ninguna, lo que nos hace sospechar que han abandonado el Pardo hacia el Sur.

Concentración de cigüeñas negras

El 20 de septiembre, no detectamos la presencia de ningún individuo. A las 19:35h vemos como comienzan a descolgarse del cielo un total de 53 cigüeñas negras, en lo que parece ser el mayor registro en la Comunidad de Madrid. Se posan, beben, descansan, algunas remontan el río alimentándose y a las 20:20h emprenden al unísono vuelo hacia el sur. Como en la anterior ocasión, el día está gris y caen chubascos.

Águila imperial (Aquila adalberti)

Pero nuestras jornadas de seguimiento de la cigüeña negra, dan para mucho. Además de buitres leonados y negros, es habitual observar al águila imperial posada en las grandes torretas. Mucho menos común es descubrirla posada en un enebro o en vuelo más o menos cercano. Ambas situaciones se nos presentaron este año.

Águila imperial (Aquila adalberti)

Fuimos testigos del paso migratorio de los últimos vencejos,abejarucos y alcaudones comunes.

Joven de alcaudón común (Lanius senator)

En las ruinas de la caseta nos visitaron el roquero solitario y el gorrión chillón.

Gorrión chillón (Petronia petronia)

Y en la oscuridad de la noche, a nuestro regreso, hubo algunas jornadas en las que sorprendimos al chotacabras pardo.

Chotacabras pardo (Caprimulgus ruficollis)

Qué más podemos pedir?

lunes, 23 de diciembre de 2019

Regalo navideño

Si te gusta el campito y los pajaritos, aquí tienes un buen regalo para estas fiestas. Con la compra estarás contribuyendo al desarrollo de proyectos en favor de la fauna local y del medio ambiente en general.


Tenemos varios colaboradores y puntos de venta:

En Colmenar Viejo

-La Milana. Tienda de productos ecológicos. C/ Carrilejos Nº67, frente al INEM.
-Librería "El Mirador". En Centro Comercial El Mirador, Edificio D, Local 4
-Amor de Huerta. Productos de producción ecológica. Ctra Colmenar-Miraflores. Instalaciones de Envera

En Tres Cantos:

-Tu lado Animal. Tienda de productos para tus mascotas. Avenida de España, Nº40.

viernes, 13 de diciembre de 2019

En busca de cabras monteses

9 de diciembre. Amanece con niebla, pero siguiendo la filosofía de que "al campo hay que salir hasta cuando hace bueno", nos aventuramos a realizar la búsqueda y observación de cabras monteses que teníamos programada. Son las 8:30h y ya muy cerca de la zona, la niebla sigue muy cerrada. Como si se tratara de una puerta en el tiempo, pasamos a un paisaje serrano, soleado y totalmente despejado.

Pico San Pedro sobre un mar de nubes.

La ascensión nos depara estar por encima de un mar de nubes, y nos muestra unos paisajes espectaculares.



Comenzamos a observar rabilargos y cornejas, algún colirrojo tizón y varios zorzales charlo.

Zorzal charlo (Turdus viscivorus)

A lo lejos, divisamos al objetivo de nuestra salida. Enriscadas, probablemente por el incesante ladrido de un perro en la zona baja, descubrimos un rebaño de unas 40 cabras monteses. Todas hembras y cabritillos y solo un par de machos adultos.

Cabras montesas

Los buitres comienzan a revolotear intentando coger alguna térmica. Uno de ellos se acerca en su vuelo circular al lugar donde están las cabras, momento en el que éstas se pegan una pequeña carrera huyendo de lo que debieron pensar que podría ser su depredador alado, el águila real. Falsa alarma, al contrario de lo que pretenden difundir infinidad de bulos, el buitre no ataca, es un ave carroñera.

Cabras montesas

Seguimos ascendiendo y disfrutando del mar de nubes y los paisajes, y pensando en lo que nos habríamos perdido si nos hubiéramos quedado en casa.


Por momentos, la niebla nos absorbe, pero igual que viene, se va.


No volvemos a ver más cabras. Lo que si vemos son algunos buitres que levantan el vuelo y cuando son engullidos por las nubes, algunos de ellos, deciden volver a posarse en las rocas esperando mejores condiciones para el planeo.

Buitre leonado (Gyps fulvus)

Después de esto, emprendemos la retirada, con la sensación y la suerte de haber disfrutado de un día muy particular.

martes, 10 de diciembre de 2019

Excursión a laguna de El Oso (Ávila)

El pasado sábado 7 de diciembre, un nutrido grupo de compañeros de Anapri, nos acercamos hasta la laguna de El Oso, en la provincia de Ávila. Nada más llegar, nos acercamos a uno de sus observatorios. En la laguna descubrimos buenos números de ánade real y cerceta común, acompañados, en números más discretos, por patos cuchara, silbón europeo y algunos ánades frisos. En la cercanía al observatorio descansan una veintena de cigüeñas blancas y un individuo, de su réplica en miniatura, una cigüeñuela se alimenta en un remanso poco profundo de la laguna.

Vista general de la laguna de El Oso. Foto: Ángel Martínez.

En las orillas se alimentan algunas agachadizas, mientras en los campos cercanos vuela bajo un macho de aguilucho pálido.
Haciendo un barrido con el telescopio, descubrimos entre los gansos que se alimentan en las praderas cercanas, al individuo de Ánsar indio que se lleva viendo varias semanas.

Ánsares comunes en vuelo. Foto: Enrique Pérez

De repente, se produce una espantada generalizada, causada por alguien que se desplaza por los caminos cercanos, lo que nos brinda un grandioso espectáculo visual y sonoro, con varios centenares de ánsares bociferando, mezclados con algunas grullas.

Ánsares y grullas. Foto: Eduardo Ramírez.

Después del susto inicial, todo vuelve a la calma y se vuelven a posar.
Desde el otro observatorio, vemos algún aguilucho lagunero, unas fochas, y buscando por las orillas, descubrimos un sisón, y no muy lejos de él, un combatiente. Poco después decidimos caminar un poco por los caminos existentes.

Grupo Anapri. Foto: Enrique Pérez

El gran número de cajas nido colocadas alrededor de la laguna, parece haber hecho aumentar la población de cernícalos vulgares, que se les puede ver cernidos y posados, casi hacia cualquier lado al que miráramos. Las grajillas también aprovechan esas cajas.

Secuencia de vuelo de cernícalo vulgar. Foto: Enrique Pérez.

Hacemos varias paradas para observar por los campos abiertos para ver si conseguimos esteparias como avutardas y más sisones, o algún esmerejón posado en alguna roca, pero no hay suerte. Sí vemos cogujadas, alondras, bisbitas y lavanderas blancas.

Revisando los sembrados. Foto: Eduardo Ramírez.

Un poco alejados de la laguna, nos sorprende la presencia de un par de escribanos palustres posados sobre unas plantas de estramonio.

Escribanos palustres. Foto: Eduardo Ramírez.

Después de este paseíto, volvemos a hacer una parada junto al observatorio, con la suerte de que vemos llegar a 3 agujas colinegras. Con este avistamiento nos da la hora de comer.
En nuestras salidas, solemos hacer diferentes gastos en las zonas que nos ofrecen estas oportunidades de ejercer turismo de naturaleza y sostenible. En este caso, los 19 miembros de la expedición comimos en el bar del pueblo, pasándolo fenomenal y revertiendo nuestro gasto en la economía local.


Con la tripa llena, dimos una vuelta por el recorrido turístico que tienen en el pueblo con diferentes esculturas y materiales etnográficos y seguidamente nos movilizamos para el recibimiento de las grullas en la laguna.

Triguero. Foto: Ángel Martínez

Mientras esperábamos a la llegada de las grullas, observamos algunos trigueros, gorriones comunes y molineros, estorninos negros y algunos escribanos palustres entre las eneas.

Escribano palustre. Foto: Bruno García.

En la espera, también descubrimos a 2 archibebe oscuro, que por lo que nos comentan los ornitólogos de la zona, es la primera cita para la laguna.
Atardece, y desde diferentes frentes, se acercan las esperadas grullas al dormidero de la laguna.

Grullas. Foto: Ángel Martínez.

Después de ver llegar a unas 800, decidimos que es el momento de emprender viaje de regreso, con grandes momentos guardados en la memoria, de este entrañable día.