Visitamos también la laguna de la Tancada. A la espalda del observatorio descubrimos un "bulto" grande. Se trataba de una de las águilas pescadoras de las que nos habían hablado, que estaba comiéndose un pez en el suelo del saladar.
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Águila pescadora (Pandion haliaetus) |
En la laguna descubrimos uno de los pocos zampullines cuellinegros, ánades frisos, cucharas, ánades reales, garza real, garceta común, garcilla bueyera, garceta grande, cormoranes, fochas y bastantes flamencos. En alguna de las charquitas, se alimentaban varios chorlitejo grande, y entre ellos, un andarríos bastardo.
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Andarríos bastardo (Tringa glareola) |
Tras comprobar que en la zona no quedaba ya ninguna canastera, bordeamos la laguna de la Tancada para llegar a las salinas abandonadas de Sant Antoni. Esta es una de las zonas más propicias para detectar aves limícolas. Además de algunos correlimos comunes y zarapitines, los más numerosos eran los simpáticos correlimos menudos.
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Correlimos menudo (Calidris minuta) |
Allí vimos aguja colinegra y colipinta, zarapito real y trinador, archibebe claro, archibebe común, archibebe oscuro, andarríos chico, andarríos grande, andarríos bastardo, vuelvepiedras, chorlitejo grande y chorlitejo patinegro.
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Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) |
Por allí descubrimos también las primeras pagazas piquirrojas, charranes comunes, charrancitos, charrán patinegro, gaviotas picofinas y las gaviotas de Audouín.
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Gaviota de Audouin (Larus audouinii) |
En algunas ocasiones, en las pequeñas islitas se mezclaban varias de las especies anteriormente mencionadas y allí también descubrimos varios chorlitos grises, todavía con su plumaje nupcial.
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Chorlito gris (Pluvialis squatarola) |