viernes, 27 de mayo de 2016

Mayo en la dehesa 2.

Algún macho de tarabilla común se dejó ver. Como siempre muy confiados y con señales de alarma por la cercanía, seguro, de su nido.

Tarabilla común (Saxicola torquata)

Una liebre nos salió de los pies, de un "encame" junto a unos chaparros pequeños en crecimiento. Un poco quizás aturdida del despertar, en vez de alejarse mucho, se quedó un rato observándome, lo que me permitió disfrutar unos minutillos de ella.

Liebre

Mucho más abundante que la liebre es el conejo. Esta abundancia hace que se junten en este espacio varios depredadores. Desde zorros, a aves rapaces como milano real, aguila imperial y aguililla calzada. En esta ocasión pudimos descubrir posada a una preciosa calzada de morfo oscuro.

Aguililla calzada morfo oscuro (Hieraaetus pennatus)

También, por supuesto, los milanos negros, que se pueden ver casi por cualquier lado, aunque más que por la abundancia de conejos, yo diría que por la cercanía del vertedero y por la adaptación oportunista de este ave.

Milano negro (Milvus migrans)

Gracias a esta abundancia de milanos, el crecimiento de la población de gorriones morunos ha ido en paralelo, ya que tienen como costumbre, construir sus nidos entre las ramas de los mismos.

Gorrión moruno (Passer hispaniolensis)

También pudimos comprobar como nuestros primillas usan este preciado paraje como lugar de caza. Varios individuos cerniéndose y uno de ellos que se posó en una roca estaba anillado. Tras leer la anilla, comprobamos que es uno de los reproductores de nuestra Basílica.

Cernícalo primilla (Falco naumanni)

miércoles, 25 de mayo de 2016

Mayo en la dehesa 1

El pasado 14 de mayo, hace casi ya dos semanas, estuvimos de nuevo por la dehesa de Navalvillar. La primavera tan copiosa en lluvias que hemos tenido, nos presenta el campito encharcado y el arroyo Tejada, con una cantidad de agua, como no se veía hace años.

Arroyo Tejada

El encuentro con una bonita tórtola europea fue uno de los primeros avistamientos de aves del día. Se encontraba cantando en una rama y aguantó bastante observándome, cosa no muy común, por su asustadizo comportamiento. Esta preciosa especie, en acusado declive, nos visita todas las primaveras.

Tórtola europea (Streptopelia turtur)

Tórtola europea (Streptopelia turtur)

No muy lejos de allí, un macho de alcaudón real, alimenta a su hembra como parte de la rutina mientras ella, incuba los huevos en un nido construido en unas zarzas.

Alcaudón Real (Lanius meridionalis)

Descubro también un mochuelo, que aunque el día ya va abanzando, se le ve bastante espabilado, posiblemente porque cerca tenga a sus polluelos, a los que tiene que alimentar también durante buena parte del día, aunque se trate de una rapaz nocturna. El mochuelo es la más diurna de las rapaces nocturnas.

Mochuelo europeo (Athene noctua)

Cuando el solete ya comienza a calentar, los "pobres" insectos voladores son capturados por el abejaruco, como parte de su dieta en el quehacer diario de comer y no ser comido.

Abejaruco (Merops apiaster)

Todo un lujo poder disfrutar de esta especie tan espectacular en nuestra querida Dehesa de Navalvillar.

jueves, 19 de mayo de 2016

Lavandera blanca

En esta entrada os queremos mostrar lo caprichosa que es la naturaleza. La semana pasada nuestro amigo Rafa de la finca de producción ecológica La Suerte Ampanera, descubrió esto.

Nido de lavandera blanca (Motacilla alba)

En un antiguo Land Rover que tiene aparcado en la finca, en la zona del motor, una pareja de lavanderas blancas, ha decidido hacer su nido y sacar adelante a su prole.

Nido de lavandera blanca (Motacilla alba)

Es curioso, que habiendo en la finca, a priori, sitios más idoneos y por supuesto más naturales, hayan decidido construir su nido en un elemento poco natural en el entorno.

Nido de lavandera blanca (Motacilla alba)
Al final, parece que su decisión no ha sido tan mala, ya que tiene a sus 3-4 pollos emplumados, prácticamente a punto de echar a volar.

domingo, 15 de mayo de 2016

Revisión de cajas nido.

El pasado sábado 7 de mayo, acudimos a la finca de producción ecológica "La Suerte Ampanera" a revisar las cajas nido, que tan amablemente nos dejó colgar Rafa, su propietario.
El día nublado nos acompañó, siguiendo con la tendencia de toda esta primavera. 

Foto: Eduardo

Comenzamos con éxito la revisión de las cajas nido. En la primera, puesta de herrerillo capuchino. Comparando con otros años, parece que las lluvias han retardado un poco la reproducción. El año pasado ya teníamos pollos de capuchino en varias cajas.

Foto: Eduardo

Foto: Eduardo

A Eduardo, nuestro fotógrafo del día, le llamó la atención esta especie de hongo de la corteza de uno de los árboles y lo inmortalizó en una de sus fotografías. Bonitas formas y colores.

Foto: Eduardo

La mañana transcurría y seguíamos revisando y anotando. Al menos 4 de herrerillo capuchino con huevos (5, 5, 4, 1), una de herrerillo común con 8 huevos, 5-6 indeterminados de herrerilo con huevos tapados y alguno sin puesta, aparentemente de este año.

Foto: Eduardo

De las cajas medianas colocadas para autillo o abubilla, todas nos las ocupan los oportunistas estorninos negros. Había cajas con huevos y algunas con pollitos pequeños. En una de las cajas había 4 pollitos muertos. ¿Quién sabe por qué?. Hipótesis depredación o muerte natural de uno o los dos adultos.

Foto: Eduardo

En la caja supergrande encontramos una pata de conejo, lo que indica que alguien la subió allí. ¿Cárabo?, ¿gineta?... Quien sabe. La esperanza es que algún año nos la ocupe alguna pareja de cárabos, aunque por aquí son bastante escasos.
Algunas de las pequeñas nos las ocupan los gorriones comunes, que aunque fue declarada ave del año por SEO/Birdlife por su acusado descendo, por aquí, de momento, son abundantes.

domingo, 8 de mayo de 2016

Un día por la sierra.

El pasado 2 de mayo, aprovechamos el día festivo para subir a la sierra de Guadarrama. Nuestro objetivo era observar aves serranas. Nos recibieron con sus graznidos cuervos y cornejas y en los prados montanos alguna collalba gris.

Collalba gris (Oenanthe oenanthe). Foto Arsenio González.

El piornal nos proporcionó un recital de canto de diferentes especies en pleno frenesí reproductor. Los abundantes acentores comunes se dejaban ver perchados en lo alto de algún piorno.

Acentor común (Prunella modularis). Foto Arsenio González.

La alondra común nos deleitó también con sus espectaculares trinos en vuelo y tuvimos también la suerte de poderla observar posada en alguna ramita. Aunque se trata de un ave abundante en la mitad norte peninsular, donde ocupa pastizales, cultivos herbáceos, regadíos, matorrales ralos, etc, en nuestra zona centro, ocupa altos niveles de montaña.

Alondra común (Alauda arvensis) Foto Arsenio González.
Especialmente cantarinas estuvieron también las currucas zarceras que se movían y perseguían constantemente por los matorrales.

Curruca zarcera (Sylvia communis). Foto Arsenio González.

No localizamos ningún escribano hortelano. El que sí se dejó ver fue su pariente el escribano montesino con su preciosa cabeza rayada de negro y gris.

Escribano montesino (Emberiza cia). Foto Arsenio González.

También vimos en vuelo buitres negros, buitres leonados y en un momento dado pasó un adulto de águila imperial. Ya en el bosque de pino, encontramos arrendajos, carbonero garrapinos, herrerillo capuchino, zorzal charlo y algún verderón serrano.
Vimos un grupito de cabras montesas y nos topamos con alguna lagartija roquera, en el caso de la foto, una hembra.

Lagartija roquera (Podarcis mularis). Hembra. Foto Arsenio González.

lunes, 2 de mayo de 2016

Por el embalse de Santillana.

Ayer 1 de mayo, nos dimos una vuelta por el embalse de Santillana. Fresquito mañanero que luego templó con algunos momentos de viento.
Nada más comenzar el recorrido, carboneros y pinzones en los árboles del camino, y entre ellos, el primer papamoscas gris de la temporada.
Algunas garzas reales, bastantes cigüeñas, fochas y somormujos se dejan ver por los campos encharcados. Todavía siguen entre nosotros algunas gaviotas reidoras y muy poquitas gaviotas sombrías, estas últimas son todas individuos juveniles.
Como sorpresa, todavía sigue un macho de Silbón europeo que se lleva viendo varias semanas.

Macho de Ánade Silbón (Anas penelope)

Ánades reales, algunos cucharas y varios tarros canelos, además de varias decenas de ánade friso.

Macho de Ánade Friso (Anas strepera)

Un cernícalo vulgar caza en la pradera, mientras, en el cielo, se observan abundantes milanos negros. En una ocasión descubrimos un aguililla calzada de morfo oscuro, que en un primer momento nos llevó a equívoco al confundirla con uno de los abundantes milanos.

Aguililla calzada morfo oscuro. Foto Rafa Gómez

Impresionante fue también el descubrir una persecución de un macho a una hembra de oropéndola, que inmersos en la persecución, pasaron a escasos metros de nosotros con un vuelo con innumerables quiebros y cambios de dirección.
Igualmente sorprendente fue el número de andarríos chico. A lo largo del recorrido, descubrimos varios grupos numerosos de más de 20 juntos. Fácilmente habría más de 100 en total.

Andarríos chico (Actitis hypoleucos)

Escudriñando entre tanto andarríos chico descubrimos un correlimos común, varios chorlitejo chico, una veintena de chorlitejo grande y 6 archibebe común.

Archibebe común (Tringa totanus)

Tuvimos la suerte de descubrir también a un corzo que corrió por una pradera para meterse en la espesura del arroyo y un zorro, que trás descubrirnos, estuvo inquieto observándonos, corriendo, volviendo a parar para observarnos de nuevo, así repetidas veces.
Entretenidos estuvimos también con las currucas, especialmente con una curruca mirlona que cantaba entre las ramas de unas zarzas primero y una encina después. Además salieron algunas currucas cabecinegras, carrasqueña, capirotada y una curruca mosquitera que se dejó ver un buen rato.

Alcaudón común (Lanius senator)
Al acercarnos hasta el pequeño bosque de ribera del arroyo, descubrimos a una pareja de alcaudones comunes. Ruiseñores comunes y bastardos emitían sus cantos y reclamos y descubrimos a un papamoscas cerrojillo.
Para terminar,  la observación fugaz de un gavilán que estaba a la caza entre la arboleda.