jueves, 8 de agosto de 2019

Declive del cernícalo primilla en Colmenar Viejo.

El cernícalo primilla (Falco naumanni) es la más pequeña de las aves rapaces diurnas nidificantes en España. La palabra cernícalo proviene del latín “cerniculum”, que significa cedazo. Según la Real Academia Española, RAE, cedazo es un "instrumento compuesto de un aro y de una tela, por lo común de cerdas, más o menos clara, que cierra la parte inferior. Sirve para separar las partes sutiles de las gruesas de algunas cosas; como la harina, el suero, etc". Para hacer esa separación, hay que realizar unos movimientos hacia delante y hacia atrás, exactamente el movimiento que realiza el primilla, moviendo las alas sin que con ello se produzca un desplazamiento, manteniéndose en el mismo punto en el aire para ver a sus presas y cazar. Elementos similares o que se emplean de igual manera pueden ser un colador para tamizar harina o una criba. Primilla es el diminutivo de “prima”, nombre medieval de la hembra de halcón.

Dimorfismo sexual. Hembra izquierda, macho derecha

En la Comunidad de Madrid está catalogada “En Peligro de Extinción” y en Colmenar Viejo, tenemos la suerte de contar con una colonia de cría.
Las primeras referencias que se tienen del primilla en Colmenar Viejo, datan de 1935 cuando el ornitólogo Francisco Bernis, posteriormente fundador de la SEO (Sociedad Española de Ornitología), describía que ...revuelan 14 aves sobre la iglesia y pueblo.

Macho junto a nidal bajo teja

Eran conocidos de nuestros padres y abuelos. Ellos los llamaban alcotanes, aunque también son pequeños halconcillos, nada tienen que ver en cuanto a su comportamiento colonial y a su forma de cazar.
El cambio de la teja tradicional o árabe en los tejados del pueblo por otras tipo pizarra o planas y el nuevo empuje de las reformas, tapando cualquier grieta u oquedad en muros o entre tejas, les dificultó bastante encontrar lugares para criar. Afortunadamente se les tuvo en cuenta a la hora de las reformas en la Basílica, donde se colocaron cajas nido en la cubierta del tejado y donde aún resisten nuestros primillas. En actuaciones posteriores, también se pusieron nidales bajo teja y cajas nido de cemento.

Nidales de cemento

La población reproductora siempre ha sido fluctuante, pudiendo haber acusadas alzas y declives en el número de parejas.
Lejos quedan las cifras que sobrepasaban las 30 parejas de finales de los años 90, o las que rondaban las 20 parejas a finales del primer decenio del siglo XXI.
Ceba de macho a pollos

En el censo realizado en 2019, la cifra de parejas reproductoras es de 11-12. Atendiendo a esas fluctuaciones anuales, quizás no debería ser muy preocupante, pero realmente si lo es.
Noticias de 2018, nos hablaban de una reducción de un 53% de la población nidificante de Madrid, habiéndose agudizado el declive en los cuatro últimos años.

Hembra sobre caja nido vigilando a sus polluelos.

Es bien conocido, que la principal amenaza tiene que ver con la pérdida de su hábitat de alimentación. La intensificación agrícola, los cambios de cultivo, el abandono de tierras o la urbanización de las áreas periurbanas son muy negativos para esta rapaz insectívora. A todos estos factores se le une el uso masivo de productos químicos en el campo, con la consiguiente pérdida de recursos alimenticios y la posible intoxicación de las aves.
Además, sufre molestias en los dormideros de las zonas de dispersión y se ve amenazada en sus areas de invernada y lugares de paso.

Máximo de pollos que pueden sacar, 5

Aunque se ha hecho un gran esfuerzo para frenar su declive con proyectos de reintroducción, planes de conservación, instalación de nidales, investigación avanzada y elaboración de manuales de gestión de la especie, lo cierto es que poco a poco, como tantas otras especies, las estamos viendo rarificarse en sus zonas históricas de distribución.