sábado, 29 de enero de 2022

Pinzón real (Fringilla montifringilla)

 El pinzón real es un invernante habitual en la Península ibérica, aunque no es muy abundante.

Macho

Tanto machos como hembras, tienen el pecho y garganta de color anaranjado, vientre blanco y pico amarillento. Además se distingue del pinzón vulgar, con el que coincide en tamaño, por tener el obispillo blanco.

Hembra
Macho y hembra

Ya en invierno, algunos machos empiezan a adquirir el intenso color negro en su cabeza, correspondiente a su plumaje nupcial.

Macho

El pinzón real cría en los bosques boreales del norte de Europa. También están localizados en el norte de Asia. En invierno se puede observar en cualquier lugar del territorio ibérico, procedentes de ambas regiones.


En España no se considera una especie típicamente migradora, sino más bien nómada. La ruta y longitud de sus viajes no son regulares, sino que dependen de la disponibilidad de alimento. Por anillamiento científico, se sabe que aves invernantes en la Península ibérica, fueron recapturadas en inviernos anteriores en Bélgica y Alemania.


El invierno de 2021, parece ser uno de esos con escasez de recursos tróficos en el centro de Europa, y se han observado irrupciones de un mayor número de individuos en territorio peninsular. 
En ese sentido, cabe destacar la observación de unos 50 individuos a principios de enero, en una excursión que realizamos al parque periurbano de Polvoranca en Leganés.


Acostumbrados a verlos en unidades mezclados en bandos de pinzón vulgar, en esta ocasión, nos topamos con un bando monoespecífico alimentándose de las semillas de los fresnos.





Estaban muy relajados y concentrados en su alimentación, lo que nos permitió observarlos y fotografiarlos durante bastante tiempo.



Todo un lujo poder disfrutar de su belleza y sus comportamientos, teniendo en cuenta que no es fácil observarlos todos los inviernos.


*Toda la información procedente de la guía online de SEO/Birdlife "Aves de la A a la Z"

martes, 25 de enero de 2022

Proyecto "Aumento de la Biodiversidad en finca de producción ecológica La Suerte Ampanera" 4

El día 8 de enero nos juntamos José, Carlos y un servidor, para colocar todas las cajas refugio para murciélagos que habíamos construido y decorado durante el último mes con l@s niñ@s.

Los lugares elegidos fueron las paredes exteriores de las naves donde tienen comederos y duermen las cabras, y atornilladas a cierta altura, y en lugares con pocos obstáculos, para que los murciélagos puedan entrar con facilidad.





Además, en primavera-verano y otoño, hay muchísimas moscas en las cercanías de las naves, atraídas por la presencia de las cabras y sus excrementos, lo que asegura una fuente de alimentación abundante para los murciélagos.




También colocamos varias en la zona del pajar, con diferentes orientaciones, para que los murciélagos puedan elegir libremente, según las condiciones de humedad y temperatura que necesiten para las diferentes etapas anuales (reproducción, hibernación).









La presencia de charcas cerca de las naves y del pajar, aseguran también la proliferación de mosquitos, de los que sin duda darán buena cuenta nuestros queridos murciélagos.



Pero hay varias especies diferentes de murciélagos. Fisurícolas, que encuentran refugios en grietas de edificios, y arborícolas, que hacen de los huecos de los árboles, su hogar.
Para estos últimos, también fabricamos cajas adaptadas a sus necesidades.




Nos desplazamos a una zona boscosa de la finca, donde buscamos algún claro, para facilitar igualmente que los refugios tuvieran cierta altura y una facilidad de acceso para los quirópteros.



Encinas y un fresno, fueron las especies arbóreas elegidas para albergar estos refugios.




Después de la ilusión y el trabajo bien hecho, solo nos queda esperar que nuestro esfuerzo sirva para concienciar y proteger a estas especies que gozan de muy mala prensa, siendo una pieza clave como insectívoros nocturnos en los diferentes hábitats.

domingo, 23 de enero de 2022

Proyecto "Aumento de la Biodiversidad en finca de producción ecológica La Suerte Ampanera" 3

El día 30 de diciembre, para despedir el año, volvimos a la Suerte Ampanera a continuar con el proyecto. En esta ocasión, nos acompañaron vari@s peques, que pudieron decorar más cajas refugio de murciélagos. 
Una para Ainara y su hermano pequeño Raimundo.

Otra para los también hermanos Marta y Juan.



Otra para las hermanas Eva y Cristina, y su nueva amiga Ariadna.


Y la última para los amigos Javi y Leo.


Aunque en el día nos acompañaron bastantes adultos, les dejamos todo el protagonismo a l@s peques, que realizaron las acciones que les encomendábamos, totalmente encantados, siempre supervisados por papás y mamás.
Después de decorar las cajas refugio de los murciélagos, nos tocaba ir a plantar los penúltimos arbustos que nos quedaban.



Aquí tomó más protagonismo la sección juvenil que nos acompañó, compuesta por los hermanos Christian y Mario, que también ayudaron en la plantación y asesoraron a los alevines del grupo.


El día 7 de enero, ya con el nuevo año, y para celebrar el día de reyes, nos dimos cita de nuevo para construir un par de majanos e incorporar un par de cajas nido más para mochuelos.
En esta ocasión repitieron Ainara, Eva y Cristina. Además vino Delia, prima de las dos últimas, y también Adrián y su amigo Romeo.


En el camino hacia el lugar apropiado para construir los majanos, y después de ladrarnos convenientemente, en su función de pastores y cuidadores del rebaño de cabras, se acercaron a recibir su ración de caricias, dos de los mastines que hay en la finca.



Llegados al lugar elegido, dimos las explicaciones de qué era lo que íbamos a realizar.



Y después de las consignas necesarias para que no hubiera ningún accidente, nos pusimos manos a la obra.


Después de aportar un buen número de piedras, alojamos la caja nido de madera, que debíamos tapar y dejar solo la entrada al descubierto.


Como siempre, l@s peques encantados de colaborar, y coger piedras que normalmente no les dejarían coger sus papás y mamás.



Y así de orgullos@s posaban ante la faraónica obra en lo que acordamos bautizar como urbanización "La Piedra"





Nos quedaba construir un segundo majano, así que elegimos otro lugar apropiado, adehesado, donde podríamos atraer a los mochuelos.


Después de colocar la caja, añadimos un par de centímetros de espesor de tierra en su interior, ya que los mochuelos no construyen nido, y realizan la puesta sobre la tierra que queda en los huecos de muros y amontonamientos de piedras donde se reproduce.



Como en la urbanización anterior, debíamos cubrir la caja de madera con piedras.



En esta ocasión la urbanización fue bautizada como "El Pedrolo".

Para finalizar la jornada y después de tomar un tentenpié, ejercimos de pastores y alimentamos al rebaño de cabras con ramillas de encina, de las que las hojas les encantan.




Un divertido y entretenido final de jornada.