sábado, 30 de marzo de 2013

Sapo corredor (Bufo calamita)

Las condiciones meteorológicas de lo que llevamos de año 2013, auguran un muy buen año para los anfibios. Al menos así parece que va a ocurrir en Colmenar Viejo (Madrid) con el Sapo corredor (Bufo calamita).


 La cantidad de agua caída con las constantes lluvias, ha hecho que abunden las charcas temporales en cualquier lugar.
El sapo corredor, que es uno de los más comunes de la península, lo está aprovechando.
Si bien el año pasado no resultó un buen año para esta especie, este 2013 presenta unas condiciones excepcionales.


En las noches con una temperatura no muy fría, los sapos corredores inundan todas las charcas de la zona, y amenizan con sus cantos, anunciando la llegada de la inminente primavera.
El canto lo producen hinchando sus sacos bucales, como el ejemplar de la foto. Cuanto más se escuche su canto, más posibilidades tendrá de juntarse con una hembra. El coro de cantos que se produce en las charcas en estas fechas, es algo digno de ser presenciado.


 Los machos de los anuros (anfibios sin cola, sapos y ranas), para reproducirse, sujetan a las hembras fuertemente. El "abrazo del sapo" se conoce con el nombre de amplexus y puede ser de dos clases: axilar o torácico, cuando el macho sujeta a la hembra por las axilas, o inguinal o lumbar, cuando lo hace a la altura de la región lumbar. El sapo corredor realiza el amplexus axilar.


Las hembras depositan los huevos dentro del agua. En el caso del sapo corredor, las puestas se presentan en filas dentro de unos cordones gelatinosos.


El desarrollo embrionario dura muy poco, entre una semana y una semana y media

lunes, 18 de marzo de 2013

Águila Imperial en la dehesa de Navalvillar.

La dehesa de Navalvillar, en Colmenar Viejo (Madrid), tiene un plan de uso y gestión, en el que está prohibida la caza con escopeta, permitiéndose únicamente, en un número muy reducido, la caza de liebre con galgo.
Es precisamente esta prohibición, la que hace que la dehesa goce de una buena población de conejo, y con ello, de un número variable de depredadores que los cazan.


El pasado mes de febrero, en una de nuestras jornadas de seguimiento de fauna, tuvimos la suerte de descubrir a un juvenil de águila imperial ibérica que campeaba por la zona. Después de volar y ciclear junto a buitres leonados y algún milano real, se posó en una pequeña encina. Allí permaneció largo rato, siempre alerta, ya que nos tenía localizados. Después, emprendió vuelo.


Nosotros continuamos con la jornada. Más al norte, y en un grupo de fresnos, escuchamos señales de alarma de urracas y un par de cuervos. Al acercarnos a ver que pasaba, pudimos descubrir de nuevo al joven de imperial posado en una rama.


Los cuervos no paraban de incordiarla hasta que finalmente la expulsaron. Muy cerquita, varios buitres leonados y algún buitre negro estaban posados en el suelo, y entre unas zarzas, yacía el cadaver de una vaca.


No es la primera vez que descubrimos a la imperial en la dehesa, pero eso no quita, que cada vez que la veamos nos llevemos una grandísima alegría.


Aquí un adulto de imperial descubierto algunos años antes.

domingo, 17 de marzo de 2013

Tarro canelo. Nueva especie para la dehesa de Navalvillar.

Hoy, viendo las previsiones meteorológicas que daban, lluvia para todo el día, me he levantado tranquilamente a eso de las 9:30 h de la mañana. He desayunado sosegado y al ver que aguantaba sin llover, no me he podido resistir y me he cogido los bartulos y me he acercado a la dehesa de Navalvillar, en Colmenar Viejo (Madrid).
Día fresco y con poco movimiento pajaril, he ido abanzando hacia la pequeña colonia de cigüeña blanca que existe en el paraje. A mi paso, con el campo completamente encharcado, salían algunas alondras y bisbitas comunes y un grupo de 20 chovas piquirrojas descansaban en unas rocas. En la colonia de cigüeñas, 7 plataformas ocupadas, 5 en postes preparados para tal efecto y 2 en rocas. De repente, mientras las observaba, de mi espalda han levantado vuelo 2 Tarros canelos (Tadorna ferruginea). Si bien, en los cercanos embalses de Santillana (Manzanares el real) y el embalse del Pardo, son relativamente fáciles de ver, sobre todo en invierno, es la primera vez que los veo en la dehesa de Navalvillar. Estaban en mitad del campo, sin ninguna charca cerca, únicamente el campo encharcado. Con el paso de paseantes y ciclistas, han levantado vuelo en varias ocasiones, pero siempre han acabado posándose de nuevo.



 Se trataba de una pareja. La hembra tiene la cabeza más blanca que el macho.


El macho, con la cabeza más ocre canela y un estrecho collar negro.


Al rato ha empezado a llover con fuerza y he emprendido la retirada. Antes algunas estivales como una abubilla y un grupito de 6 collalba gris.