Observando la colonia |
No es nada fácil censar cuantas parejas pueden estar criando, pero podrían pasar de 100. Entre la maraña de ramaje de los sauces, se consigue ver el blanco plumaje de las garcillas y presumir la presencia de los nidos.
En algunas zonas un poco más despejadas, conseguimos ver algunos individuos tumbados incubando o dando protección a los polluelos.
Nido de garcilla bueyera |
Observamos con preocupación la evolución de la colonia y charlamos sobre la posible viabilidad de la misma, ya que el calor veraniego va haciendo que el agua que rodea a los sauces se vaya retirando a pasos agigantados y el acceso a la colonia de depredadores como jabalíes y zorros sea cada vez más fácil. Aunque más preocupación nos causan animales domésticos como perros y gatos y sobre todo los de dos patas, que desgraciadamente todavía existen unos pocos.
Cigüeñuela (Himantopus himantopus) |
Además de las garcillas bueyeras, estuvimos entretenidos con las cigüeñuelas, que no paraban de reclamar. Algunos jóvenes no paraban de perseguir a sus progenitores en busca de una ceba. Aunque había bastante focha y somormujo, parece que el éxito reproductor no ha sido muy grande, ya que realmente encontramos pocos pollos. Muy divertido e interesante fue observar a a los somormujos transportando a algún pollito en su espalda y desembarcando de vez en cuando para ser alimentados con total delicadeza por sus padres.
Los movimientos migratorios ya empiezan a estar patentes. Una quincena de gaviotas reidoras, andarríos chico, un grupo de 12 andarríos grande, los primeros cormoranes y una garceta grande nos dan la pista de que ya hay que estar muy atento, porque en la migración el número de especies visibles se dispara.
Garceta grande (Casmerodius albus) |