sábado, 11 de agosto de 2018

En busca del lobo III

En los grandes cercados del Centro del Lobo de Robledo, habitan un par de manadas. El espacio es lo suficientemente grande como para que los lobos puedan estar alejados de los observatorios y no visibles, si así lo estiman oportuno.

Lobo ibérico (Canis lupus signatus) en el centro del lobo ibérico en  Robledo
Lógicamente, como se trata de un centro de educación ambiental, los cuidadores entran a echarles de comer cerca de los lugares de observación, para que los niños y el público en general, puedan deleitarse con la imagen espectacular de este gran carnívoro y dejar poso y enganchar, para que nuestras futuras generaciones pongan un interés especial en conservarlo.

Lobo ibérico (Canis lupus signatus) en el centro del lobo ibérico en  Robledo
Todos los lobos del centro son procedentes de cautividad, salvo dos. Uno nacido en el centro y otro rescatado en un incendio con graves quemaduras en sus patas y que se decidió que fuera parte de la familia lobuna.

Lobo ibérico (Canis lupus signatus) en el centro del lobo ibérico en  Robledo
Aunque no dejan de estar en cautividad, pudimos observarles con comportamientos naturales de estatus, como a la hora de comer, si bien, la comida se les va distribuyendo por diferentes zonas para que no haya peleas ni conflictos.

Lobo ibérico (Canis lupus signatus) en el centro del lobo ibérico en  Robledo
 En los cercados, también tenían un par de pozas con agua donde beben y se bañan, adaptando la estancia a las características que suelen elegir positivamente en estado salvaje.
Lobo ibérico (Canis lupus signatus) en el centro del lobo ibérico en  Robledo

Lobo ibérico (Canis lupus signatus) en el centro del lobo ibérico en  Robledo
Decir que las esperas posteriores que realizamos después de esta visita, no tuvieron éxito, cosa que no nos desanimó en demasía y así tenemos una gran excusa para volver por estas maravillosas tierras. Sirvan estas fotos para contemplar y disfrutar de la magnífica estampa de este increible superpredador que tenemos que conservar.
Lobo vivo, lobo protegido.

martes, 7 de agosto de 2018

En busca del lobo II

Entre lluvias, nieblas y fríos, algún día llegamos a ver el solcito. En estas condiciones de luz, los avistamientos son de mayor calidad. Aún así, del lobo, ni rastro. Como días anteriores, ciervos, y algún corzo y jabalí se dejaban ver y los abundantes acentores cantando en lo alto de las ramas de algún pino nos tenía entretenidos.


De vez en cuando miramos a los cortafuegos, donde en ocasiones, el lobo se desplaza con mayor agilidad al estar libre de vegetación.

Cortafuegos. Foto: Eduardo Ramírez.
 Continuamos observando y entreteniéndonos con algunos chochines, currucas rabilargas, cabecinegras y carrasqueñas, abundantes en el matorral bajo de brezo. Cayendo la tarde, nos sorprendió un buen bando de cornejas, entorno a los 80 ind. Nunca antes habíamos visto tal concentración. La luna cercana y clara, anunciaba que la noche estaba cerca. Allí estuvimos hasta el anochecer, sin suerte.

Foto: Eduardo Ramírez.
 Al día siguiente, después de la espera matutina, viajamos hacia la bonita localidad de Puebla de Sanabria. Después de un recorrido por su casco histórico, aprovechamos para comer y degustar los productos de la tierra. Además del disfrute personal de la gastronomía local, siempre intentamos, en la medida de nuestras posibilidades, hacer gasto en la zona y dejar claro que somos turistas de naturaleza. Esta es una de las maneras de que los lugareños empiecen a ver con buenos ojos la conservación del lobo vivo en la zona.

Foto: Eduardo Ramírez.
 Después de la comida, nuestro objetivo era la visita del Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León que se encuentra situado en la localidad de Robledo, a escasos 10 km de Puebla de Sanabria
El Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León se ubica en plena Sierra de la Culebra, Reserva Regional de Caza (RRC) y catalogada como Lugar de Interés Comunitario (LIC) dentro de la Red Natura 2000. Este vasto territorio dominado por pinos, robles y brezo reúne las condiciones necesarias para albergar la mayor densidad de población de Canis lupus signatus de Europa. Es tierra de lobos, es la cuna del Lobo Ibérico.
El Centro pretende ser un referente Nacional e Internacional en el estudio, divulgación y educación entorno a esta especie y a la cultura que lleva asociada. En el recorrido por el centro se introduce al visitante en el medio natural del cánido: el paisaje, la flora, la fauna, los usos ganaderos y agrícolas, etc.
En la visita guiada que realizamos, además de aprender sobre su biología, ecología y etnografía ligada al superpredador, pudimos "disfrutar" de la presencia de lobos cercanos en semilibertad en grandes cercados donde se tienen para el avistamiento por parte de los visitantes del centro.

Lobo ibérico (Canis lupus signatus) en el centro del lobo ibérico en  Robledo

Lobo ibérico (Canis lupus signatus) en el centro del lobo ibérico en  Robledo

sábado, 4 de agosto de 2018

En busca del lobo

A principios de Julio, un pequeño grupo de socios de Anapri, emprendimos la aventura de intentar ver al lobo ibérico en la Sierra de la Culebra, Zamora. Ya hace algún año lo intentamos y tuvimos la fortuna de poderlos contemplar en su hábitat natural, pero sabemos que es algo difícil.
Como en la anterior ocasión nos alojamos en Villardeciervos, municipio perteneciente a la comarca de la Carballeda, que se encuentra asentado a los pies de la sierra de la Culebra que delimita su término hacia el sur y configura un paisaje caracterizado por frondosos bosques de repoblación —generalmente de coníferas— y, en menor medida, de bosques autóctonos de roble, melojo y castaño. El casco urbano que constituye la villa, fue declarado bien de interés cultural en la categoría de conjunto histórico en 1987. En él destaca la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y un buen número de grandes casonas de dos y tres plantas construidas en piedra rojiza de sillares o con mampostería bien trabada, en las que destaca el volado al exterior de sus galerías. Junto a estas edificaciones hay otras, también en piedra, que se caracterizan por su mayor sencillez y por utilizar las galerías y las solanas como elementos contructivos ídentificativos.Como no podía ser de otra manera, sacamos tiempo para disfrutar del paseo por sus calles. Muy bonito, si señor.
Como contrapartida negativa, es la localidad en la que todos los años sale a sorteo la caza de un par de lobos de la zona.

Expedicionarios en Villardeciervos. Foto: Eduardo Ramírez.
La busqueda del lobo no es sencilla, y consiste básicamente en apostarse en un lugar elevado desde donde se tenga una buena panorámica y hacer esperas y constantes barridos con nuestros prismáticos al amanecer y al atardecer.

Panorámica Sierra de la Culebra. Foto: Eduardo Ramírez


Barriendo el territorio. Foto: Eduardo Ramírez.
En la zona abundan los ungulados, principalmente ciervos, aunque también hay jabalies y corzos, por lo que la comida del lobo está asegurada.


Macho de ciervo. Foto: Eduardo Ramírez.
Es fundamental también tener un telescopio, ya que los posibles avistamientos suelen ser en zonas tranquilas y generalmente alejadas de caminos y carreteras.

Avistando las zonas más alejadas. Foto: Eduardo Ramírez.
Aunque nuestra visita ha sido en Julio, la Sierra de la Culebra nos proporcionó unos dias de frío, nieblas y lluvia, cosa que no ayudó a nuestros propósitos, pero no desanimó a ningún miembro de la expedición en la búsqueda continuada y activa de nuestro gran cánido silvestre.

Abrigados buscando al lobo. Foto: Eduardo Ramírez.