Hoy hemos estado realizando una jornada más de seguimiento de fauna en la dehesa de Navalvillar de Colmenar Viejo (Madrid). La metodología consiste en unos determinados recorridos, en los que se anota tanto la cantidad de especies como el número de individuos de cada una. Este seguimiento continuado, nos dará como resultado un mayor conocimiento de los animales que utilizan la dehesa, así como su abundancia, en las distintas épocas del año, pudiendo también comparar las tendencias entre los diferentes años. Pués bien, de las 41 especies detectadas hoy, cabe destacar dos.
En la lejanía, en lo alto de un fresno, hemos descubierto lo que a priori parecía un cernícalo vulgar. El cernícalo es una especie residente en la dehesa. Al mirar por el telescopio, hemos podido comprobar que se trataba de un bonito macho de Esmerejon (Falco columbarius). Su plumaje estriado y anaranjado del pecho, así como las partes superiores gris azuladas, así lo corroboraban.
Sin duda las fotos no hacen honor a tan bonito ejemplar.
Un poco más adelante, la segunda sorpresa del día. De nuevo en lo alto de un fresno, un pajarillo emite su reclamo, poco conocido para nuestros oídos. En la lejanía, y a través del telescopio, una grata sorpresa. Un individuo de pinzón real (Fringilla montifringilla), se dejaba ver durante unos segundos en lo que es la primera cita conocida para este paraje natural.