El pasado 23 de octubre, impartimos una charla coloquio sobre los vertederos como elementos de gestión de fauna. El lugar fue el local de Izquierda Unida de Colmenar Viejo, donde acudimos, tras ser invitados, para impartir la charla en sus tradicionales vermouth rojo de los domingos. Si qué me gustaría aclarar, que no era un acto político y que nosotros acudimos a donde nos llamen para dar a conocer lo que sabemos de diferentes temas medioambientales.
Ante una sala llena, unas 25 personas, hablamos de un tema de candente actualidad, aunque con un enfoque diferente. En Colmenar Viejo, lleva funcionando uno de los vertederos de la Comunidad de Madrid, desde el año 1985. A día de hoy vamos por la quinta ampliación, y lo que es peor, con la amenaza que planea sobre nosotros de la construcción de una incineradora de residuos, altamente contaminante y ante la que todos los partidos políticos municipales y una mayoría de la población colmenareña nos oponemos.
Pero el enfoque de la charla trataba otro tema.
Los basureros son usados por una gran cantidad de aves, lo que desde un punto de gestión de fauna resulta muy interesante. Igualmente interesante resulta saber las consecuencias que pueden tener la proliferación de algunas especies, para unas terceras en sus lugares de reproducción.
Así fuimos analizando las especies que lo utilizan y su comportamiento a la hora de alimentarse e interacción entre ellas. De la ingente cantidad de comida que tiramos, se aprovechan unas 10 especies diferentes de gaviotas, principalmente y por miles, gaviota sombría y gaviota reidora, milano real y milano negro, buitre leonado y buitre negro, cigüeña blanca, garcilla bueyera, cuervo, grajilla, lavandera blanca, urraca, e indirectamente depredadores como gavilán, halcón peregrino, cernícalo y ratonero.
Finalizamos con un pequeño coloquio y preguntas, en las que intentamos dilucidar como intentar reducir los posibles desequilibrios con unas correctas políticas de gestión de las basuras, empezando cada uno desde su casa, más que emplear programas de descastes de algunas especies. Las aves no tienen ninguna culpa de nuestra insostenible manera de vivir.
lunes, 31 de octubre de 2016
lunes, 24 de octubre de 2016
Cerro Marmota
Después de unas semanas ocupados, retomamos la actividad del blog. En esta entrada os contaremos las interesantes observaciones que hemos ido teniendo durante nuestro trabajo de seguimiento de la migración postnupcial de cigüeña negra en el embalse de el Pardo. Seguimiento que será objeto de una próxima entrada.
Durante ese trabajo, son muchas otras las especies animales que observamos. Desde los abundantes jabalíes, ciervos y gamos, hasta nuestras queridísimas aves.
Uno de los dias, pudimos sorprender a una de nuestras grandes águilas. Muy cerca de nuestro oteadero, apareció volando un águila culebrera, que como se puede apreciar en la foto, acababa de capturar a una culebra que transportaba en su pico asomando unos cuantos centímetros de la cola.
Estuvo cicleando y cogiendo altura justo delante de nosotros, lo que nos permitió disfrutar de su elegante planear y su indiscutible belleza.
Este año ha habido buen paso migratorio de espátulas en el embalse, contabilizando un máximo de 10 individuos uno de los dias.
Como siempre mucha garza real, garceta común, cormorán grande y alguna garceta grande. Y también habitual, volando cerca, los buitres leonados.
Tenemos una suerte enorme de poder observar con regularidad a una de las reinas aladas peninsulares. El águila imperial ibérica tiene como posaderos habituales las cercanas torretas de alta tensión.
Al ir cayendo la tarde, se escucha el canto del búho real, y en alguna ocasión, ya con poca luz, hemos adivinado su silueta cruzando con vuelo absolutamente silencioso a una distancia relativamente cerca.
Como casi siempre nos coge la noche, a la vuelta, algunos de los dias también hemos sorprendido a los chotacabras pardo con su mimético plumaje en mitad del camino.
Observaciones muchas de ellas, que con lo avanzado del otoño, ya no serán posibles hasta la próxima migración postnupcial del año siguiente.
Como siempre, gran disfrute desde el inmejorable mirador del cerro Marmota.
Durante ese trabajo, son muchas otras las especies animales que observamos. Desde los abundantes jabalíes, ciervos y gamos, hasta nuestras queridísimas aves.
Uno de los dias, pudimos sorprender a una de nuestras grandes águilas. Muy cerca de nuestro oteadero, apareció volando un águila culebrera, que como se puede apreciar en la foto, acababa de capturar a una culebra que transportaba en su pico asomando unos cuantos centímetros de la cola.
Águila culebrera (Circaetus gallicus). Foto Arsenio González. |
Estuvo cicleando y cogiendo altura justo delante de nosotros, lo que nos permitió disfrutar de su elegante planear y su indiscutible belleza.
Águila culebrera (Circaetus gallicus). Foto Fernando Pérez |
Este año ha habido buen paso migratorio de espátulas en el embalse, contabilizando un máximo de 10 individuos uno de los dias.
Como siempre mucha garza real, garceta común, cormorán grande y alguna garceta grande. Y también habitual, volando cerca, los buitres leonados.
Buitre leonado (Gyps fulvus). Foto Fernando Pérez |
Tenemos una suerte enorme de poder observar con regularidad a una de las reinas aladas peninsulares. El águila imperial ibérica tiene como posaderos habituales las cercanas torretas de alta tensión.
Águila Imperial ibérica (Aquila adalberti) |
Al ir cayendo la tarde, se escucha el canto del búho real, y en alguna ocasión, ya con poca luz, hemos adivinado su silueta cruzando con vuelo absolutamente silencioso a una distancia relativamente cerca.
Como casi siempre nos coge la noche, a la vuelta, algunos de los dias también hemos sorprendido a los chotacabras pardo con su mimético plumaje en mitad del camino.
Chotacabras pardo (Caprimulgus ruficollis). Foto Fernando Pérez |
Observaciones muchas de ellas, que con lo avanzado del otoño, ya no serán posibles hasta la próxima migración postnupcial del año siguiente.
Chotacabras pardo (Caprimulgus ruficollis). Foto Fernando Pérez |
Como siempre, gran disfrute desde el inmejorable mirador del cerro Marmota.
domingo, 9 de octubre de 2016
Día mundial de las aves 2016
El pasado fin de semana, concretamente el día 2 de octubre, nos unimos a la celebración del Día Mundial de las aves, realizando una excursión con varios de nuestros socios, al cerro Marmota y a un tramo del río Manzanares en la entrada al Monte del Pardo.
Desde el privilegiado punto de observación del cerro, prospectamos las aguas del embalse, descubriendo gran parte de su fauna alada.
En estas fechas, todavía podemos disfrutar de la presencia de cigüeñas negras, que quedan sedimentadas en este paraje tan apropiado, en sus migraciones postnupciales hacia sus cuarteles de invernada africanos. Contabilizamos cuatro individuos, que pudimos observar pescando en el cauce del río. Mucho cormorán grande y garza real, además de garceta común y un par de garceta grande. Todavía descubrimos un par de espátulas, que en este periodo migratorio, han utilizado el embalse como lugar de alimentación y reposición de energía para continuar con sus kilométricos viajes.
En el cielo y con los primeros calores mañianeros, los buitres leonados comienzan a coger las corrientes térmicas para planear, sin esfuerzo, y poder descubrir alguna carroña que le sirva de alimento.
Aunque es el día de las aves, no podemos ignorar a los demás animales de este enclave natural. Los ciervos se encuentran en plena berrea y descubrimos algunos más o menos cerca, como este macho en persecución de esta hembra cruzando el río.
Mucho avión común, algún avión roquero, golondrina dáurica, y un tardío vencejo. No pudimos precisar si se trataba de un vencejo pálido, con fenología migratoria más tardía que el vencejo común. De cualquier manera, una alegría verle pasar con su veloz vuelo.
Entre todos ellos, el majestuoso planear de un buitre negro nos regala un bonito momento de observación.
El reclamo de los petirrojos se hace patente y en los enebros, los primeros reclamos de reyezuelos listados nos anuncian que el otoño ya está con nosotros.
La ronca del gamo hace lo propio. En el encinar se empieza a escuchar, y cerca del río, descubrimos a varios machos juntando su harén para dejar su linea genética y perpetuar la especie.
Desde el puente de Marmota, sobre el río Manzanares, vemos varias currucas capirotadas. Un par de lavanderas cascadeñas descansan en las ramas secas en el centro del río. De pronto un par de martines pescadores pasan con su vuelo rasante y fugaz, cruzando bajo el puente y siguiendo río arriba. Volvemos a mirar a las lavanderas y su despegue precipitado con señales de alarma, nos alerta de la presencia de algún depredador. Rápidamente observamos a un gavilán que aparece entre los juncos y las persigue sin éxito cruzando también por debajo del puente. Observación fugaz pero siempre emocionante.
Ya de regreso hacia nuestro punto de partida, un par de cuervos salen de unas encinas luciéndose con su vuelo y reclamando delante de nosotros.
Desde la furgo y en el camino de vuelta, un milano real, tarabilla común, tarabilla norteña y collalba gris, engrosan la lista de especies observadas en este día tan señalado.
Desde el privilegiado punto de observación del cerro, prospectamos las aguas del embalse, descubriendo gran parte de su fauna alada.
En estas fechas, todavía podemos disfrutar de la presencia de cigüeñas negras, que quedan sedimentadas en este paraje tan apropiado, en sus migraciones postnupciales hacia sus cuarteles de invernada africanos. Contabilizamos cuatro individuos, que pudimos observar pescando en el cauce del río. Mucho cormorán grande y garza real, además de garceta común y un par de garceta grande. Todavía descubrimos un par de espátulas, que en este periodo migratorio, han utilizado el embalse como lugar de alimentación y reposición de energía para continuar con sus kilométricos viajes.
En el cielo y con los primeros calores mañianeros, los buitres leonados comienzan a coger las corrientes térmicas para planear, sin esfuerzo, y poder descubrir alguna carroña que le sirva de alimento.
Buitre leonado (Gyps fulvus) |
Aunque es el día de las aves, no podemos ignorar a los demás animales de este enclave natural. Los ciervos se encuentran en plena berrea y descubrimos algunos más o menos cerca, como este macho en persecución de esta hembra cruzando el río.
Ciervo (Cervus elaphus) |
Entre todos ellos, el majestuoso planear de un buitre negro nos regala un bonito momento de observación.
Buitre negro (Aegypius monachus) |
El reclamo de los petirrojos se hace patente y en los enebros, los primeros reclamos de reyezuelos listados nos anuncian que el otoño ya está con nosotros.
La ronca del gamo hace lo propio. En el encinar se empieza a escuchar, y cerca del río, descubrimos a varios machos juntando su harén para dejar su linea genética y perpetuar la especie.
Gamo (Dama dama) |
Desde el puente de Marmota, sobre el río Manzanares, vemos varias currucas capirotadas. Un par de lavanderas cascadeñas descansan en las ramas secas en el centro del río. De pronto un par de martines pescadores pasan con su vuelo rasante y fugaz, cruzando bajo el puente y siguiendo río arriba. Volvemos a mirar a las lavanderas y su despegue precipitado con señales de alarma, nos alerta de la presencia de algún depredador. Rápidamente observamos a un gavilán que aparece entre los juncos y las persigue sin éxito cruzando también por debajo del puente. Observación fugaz pero siempre emocionante.
Cuervo (Corvus corax) |
Ya de regreso hacia nuestro punto de partida, un par de cuervos salen de unas encinas luciéndose con su vuelo y reclamando delante de nosotros.
Desde la furgo y en el camino de vuelta, un milano real, tarabilla común, tarabilla norteña y collalba gris, engrosan la lista de especies observadas en este día tan señalado.
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