martes, 11 de enero de 2022

Informe incidencia gato doméstico (felis catus) en zonas urbanas

Desde ANAPRI entendemos que los protocolos seguidos en Colmenar Viejo son los habituales, sólo pretendemos dar un punto de vista que aunque diferente, está contemplado en los informes científicos que se relacionan en el documento.

Con este escrito ANAPRI apoya el trabajo realizado por la asociación ADAAC en Colmenar Viejo. Nada más lejos de nuestra intención cuestionar o criticar la necesaria actividad y trabajo que realiza ADAAC en Colmenar Viejo. Es más, nuevamente nos gustaría trasladar nuestro apoyo y disposición ayudar en todo lo que podamos para facilitar su actividad. Sin embargo, desde ANAPRI, como asociación que trabaja por la protección y conservación de la biodiversidad, consideramos también muy importante la perspectiva biológica y ambiental (no sólo la veterinaria) del problema que suponen los gatos domésticos en nuestras calles. En este sentido nos vemos en la obligación de recordar que las colonias felinas no solo deben procurar el bienestar de los gatos abandonados, sino que también deben servir para reducir sus poblaciones al máximo con el fin de minimizar sus negativos efectos sobre la biodiversidad.

Entendemos que el manejo de las poblaciones de gatos abandonados es complejo y excepcionalmente polémico, debido a su popularidad como animales de compañía de humanos. Sin embargo, esto no puede servir para realizar una defensa de los gatos domésticos en libertad y la propagación de información errónea sobre sus efectos sobre la biodiversidad.

A riesgo de repetirnos, volvemos a informarles de que existe un consenso científico abrumador que respalda que los gatos domésticos (Felix catus) son una de las 100 peores especies exóticas invasoras del mundo (Global Invasive Species Database 2021); que han causado docenas de extinciones (Doherty et al. 2016), que impactan en las poblaciones de vida silvestre autóctona (Loss y Marra 2017) y son portadoras de múltiples enfermedades zoonóticas (Gerhold y Jessup 2013). Si este consenso científico es cuestionado porque se basa en estudios que no se han realizado específicamente en Colmenar Viejo, se está demostrando un profundo desconocimiento sobre cómo se genera un marco de conocimiento científico y de cómo ese conocimiento es extrapolable y aplicable a otros entornos. En otras palabras, no es necesario replicar estudios en todas las localidades del planeta para saber que los gatos sueltos afectan de forma importante y negativa a la biodiversidad. Y al menos, como principio de precaución, debería tenerse en cuenta ese consenso científico a la hora de gestionar sus poblaciones.

Esto no quiere decir que los gatos sean los únicos causantes de la pérdida de biodiversidad de la que estamos siendo testigos. Pero el que haya múltiples causas, no minimiza la importancia del problema que suponen los gatos para la biodiversidad. Especialmente cuando se mencionan cifras que oscilan alrededor de 500 gatos deambulando por las calles de Colmenar Viejo. Es una cifra elevadísima e insistimos: lo ideal sería que no hubiera gato alguno abandonado en las calles de nuestro municipio. Somos conscientes de la dificultad de conseguir este objetivo, pero no por ello debemos dejar de considerar a las colonias felinas una solución intermedia y temporal que facilite la extracción de los gatos sueltos o abandonados de nuestras calles. No dudamos que el trabajo y actividad de ADAAC  ayuda a controlar la población de gatos. Evidentemente es muy buen dato que, por ejemplo, una colonia haya pasado en un año de 15 a 3 individuos, pero ¿por qué una vez reducida su población, esos 3 gatos no pueden ser extraídos de las calles? Esto es responsabilidad de nuestro Ayuntamiento, que está obligado a gestionar y solucionar este problema según la legislación vigente. El Artículo 20, punto 1 (Recogida y alojamiento de animales de compañía perdidos, abandonados y vagabundos) claramente especifica que “Corresponderá a los Ayuntamientos recoger los animales que sean vagabundos o estén extraviados e ingresarlos en los centros de acogida de animales”. Y además el Artículo 21 (Destino de animales extraviados, abandonados y vagabundos), punto 1, dice: “Los Ayuntamientos pondrán en marcha medidas de fomento de la adopción de los animales abandonados y vagabundos”. Y creemos que esto es clave; no cuestionamos la eficiencia de las colonias felinas para asegurar el bienestar animal, pero si no se tienen en cuenta que el objetivo final es ayudar a reducir las poblaciones, no estamos acabando de solucionar el problema.

La afirmación errónea de que el método CER/CEVR es la única forma eficaz de control de los gatos de vida libre, probablemente se deba a la percepción de este método como una medida de bienestar animal, más que ecológica y ambiental. Sin embargo, no existe evidencia científica rigurosa de que este método sea ampliamente eficaz para reducir las poblaciones de gatos (Longcore et al. 2009; Marra y Santella 2016). Además, este enfoque basado únicamente en la mejora del bienestar de los gatos ignora que continúan causando sufrimiento a los animales salvajes a través de la depredación (McRuer et al. 2017). Nosotros también les adjuntamos un artículo científico que cuestiona la validez del método CER/CEVR como medida eficaz para reducir la población de gatos abandonados. Permítannos destacar que es un trabajo publicado en Conservation Biology (Longcore et al. 2009), la revista más influyente y citada (rankings JCR, Scopus y Scimago) en el área de conocimiento de la Biología de la Conservación.

El “efecto vacio” al que hacen referencia también nos vemos obligados a cuestionarlo, ya que esta afirmación no es coherente con la literatura científica o los informes de las colonias CER (Stull 2007). Por ejemplo, Levy et al. (2003) documentaron gatos moviéndose entre colonias y hacia y desde los bosques circundantes. Los gatos no defienden territorios cuando hay una fuente constante de alimento disponible (Levy & Crawford 2004) y, por lo tanto, pueden alcanzar altas densidades (Liberg et al. 2000; Schmidt et al. 2007). Además, al realizar esta afirmación parten de una premisa errónea: considerar que el gato doméstico se encuentra de forma natural en el medio y ocupa un nicho ecológico. Es una especie que se considera invasora y, por tanto, se encuentra de forma antinatural en nuestras calles y entorno.

Concluyendo, los científicos y conservacionistas llevan tiempo advirtiendo de las consecuencias ecológicas adversas de tolerar el mantenimiento indefinido de colonias de gatos domésticos abandonados mediante la adopción del método CER/CEVR como esquema preferido de gestión. Es un método que indudablemente mejora el bienestar de los gatos, pero si no va  acompañado de un programa de extracción de individuos y de no retorno de los mismos, no se va a conseguir una reducción de los efectos adversos sobre la vida silvestre.

Desde ANAPRI entendemos que sobre algunos puntos no va a ser fácil ponernos de acuerdo, siendo realistas, quizás lo importante sea llegar a un cierto entendimiento, más que incidir en desacuerdos que ya se producen a nivel nacional e internacional. Invitamos a nuestro Ayuntamiento a tener una mayor implicación elevando los recursos necesarios para realizar una gestión más eficiente sobre las poblaciones de gatos abandonados en nuestro municipio, de forma que no solo se aseguré su bienestar, sino que también se reduzca su población todo lo posible para minimizar su impacto negativo sobre nuestra biodiversidad. Nuestro primer escrito y éste mismo en replica, sólo comunica algo que no es admisible, denuncias en redes sobre la incapacidad de realizar una labor subsidiaria por falta de medios (según ADAAC con un diferencial de más de 30MIL €). Desde ANAPRI no pretendemos inmiscuirnos en las gestiones y trabajos que realizan tanto el Ayuntamiento como principal responsable en la gestión, como en el trabajo diario de la asociación ADAAC, y como ya indicamos, quedamos a su disposición en lo que como asociación podamos realizar. En ANAPRI trabajamos habitualmente con una herramienta de Ciencia Ciudadana, Inaturalist, con la que realizamos nuestros censos de aves, hemos abierto un proyecto nuevo para intentar documentar todos los gatos de Colmenar Viejo y les invitamos a participar en el mismo. https://www.inaturalist.org/projects/gatos-en-calles-colmenar-viejo 


BIBLIOGRAFÍA.

Doherty TS, Glen AS, Nimmo DG, Ritchie EG, Dickman CR. 2016. Invasive predators and global biodiversity loss. Proceedings of the National Academy of Sciences 113:11261–11265.

Gerhold RW, Jessup DA. 2013. Zoonotic diseases associated with free-roaming cats. Zoonoses Public Health 60:189–195.

Global Invasive Species Database. 2021. Species profile: Felis catus. Downloaded from http://www.iucngisd.org/gisd/species.php?sc=24 on 22-12-2021.

Levy, J. K., and P. C. Crawford. 2004. Humane strategies for controlling feral cat populations. Journal of the American Veterinary Medical Association 225:1354–1360.

Levy, J. K., D. W. Gale, and L. A. Gale. 2003. Evaluation of the effect of a long-term trap-neuter-return and adoption program on a free-roaming cat population. Journal of the American Veterinary Medical Association 222:42–46.

Liberg, O., M. Sandell, D. Pontier, and E. Natoli. 2000. Density, spatial organisation and reproductive tactics in the domestic cat and other felids. Pages 119–147 in D. C. Turner and P. Bateson, editors. The domestic cat: the biology of its behaviour. Cambridge University Press, Cambridge, United Kingdom.

Longcore T, Rich C, Sullivan LM. 2009. Critical assessment of claims regarding management of feral cats by trap-neuter-return. Conservation Biology 23:887–894.

Loss SR, Marra PP. 2017. Population impacts of free-ranging domestic cats on mainland vertebrates. Frontiers in Ecology and the Environment 15:502–509.

Marra PP, Santella C. 2016. Cat wars: the devastating consequences of a cuddly killer. Princeton University Press, Princeton.

McRuer DL, Gray LC, Horne L-A, Clark EE Jr. 2017. Free-roaming cat interactions with wildlife admitted to a wildlife hospital. Journal of Wildlife Management 81:163–173.

Schmidt, P. M., R. R. Lopez, and B. A. Collier. 2007. Survival, fecundity, and movements of free-roaming cats. Journal of Wildlife Management 71:915–919.

Stull, G. B. 2007. Burlington County Feral Cat Initiative census/progress report 2007. Burlington County Feral Cat Initiative, Vincentown, New Jersey.

Artículos relacionados.

https://elguadarramista.com/2022/01/19/las-colonias-felinas-del-parque-de-polvoranca/





No hay comentarios: