lunes, 2 de mayo de 2016

Por el embalse de Santillana.

Ayer 1 de mayo, nos dimos una vuelta por el embalse de Santillana. Fresquito mañanero que luego templó con algunos momentos de viento.
Nada más comenzar el recorrido, carboneros y pinzones en los árboles del camino, y entre ellos, el primer papamoscas gris de la temporada.
Algunas garzas reales, bastantes cigüeñas, fochas y somormujos se dejan ver por los campos encharcados. Todavía siguen entre nosotros algunas gaviotas reidoras y muy poquitas gaviotas sombrías, estas últimas son todas individuos juveniles.
Como sorpresa, todavía sigue un macho de Silbón europeo que se lleva viendo varias semanas.

Macho de Ánade Silbón (Anas penelope)

Ánades reales, algunos cucharas y varios tarros canelos, además de varias decenas de ánade friso.

Macho de Ánade Friso (Anas strepera)

Un cernícalo vulgar caza en la pradera, mientras, en el cielo, se observan abundantes milanos negros. En una ocasión descubrimos un aguililla calzada de morfo oscuro, que en un primer momento nos llevó a equívoco al confundirla con uno de los abundantes milanos.

Aguililla calzada morfo oscuro. Foto Rafa Gómez

Impresionante fue también el descubrir una persecución de un macho a una hembra de oropéndola, que inmersos en la persecución, pasaron a escasos metros de nosotros con un vuelo con innumerables quiebros y cambios de dirección.
Igualmente sorprendente fue el número de andarríos chico. A lo largo del recorrido, descubrimos varios grupos numerosos de más de 20 juntos. Fácilmente habría más de 100 en total.

Andarríos chico (Actitis hypoleucos)

Escudriñando entre tanto andarríos chico descubrimos un correlimos común, varios chorlitejo chico, una veintena de chorlitejo grande y 6 archibebe común.

Archibebe común (Tringa totanus)

Tuvimos la suerte de descubrir también a un corzo que corrió por una pradera para meterse en la espesura del arroyo y un zorro, que trás descubrirnos, estuvo inquieto observándonos, corriendo, volviendo a parar para observarnos de nuevo, así repetidas veces.
Entretenidos estuvimos también con las currucas, especialmente con una curruca mirlona que cantaba entre las ramas de unas zarzas primero y una encina después. Además salieron algunas currucas cabecinegras, carrasqueña, capirotada y una curruca mosquitera que se dejó ver un buen rato.

Alcaudón común (Lanius senator)
Al acercarnos hasta el pequeño bosque de ribera del arroyo, descubrimos a una pareja de alcaudones comunes. Ruiseñores comunes y bastardos emitían sus cantos y reclamos y descubrimos a un papamoscas cerrojillo.
Para terminar,  la observación fugaz de un gavilán que estaba a la caza entre la arboleda.

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