domingo, 19 de junio de 2016

Pollos "huérfanos"

Todos los años en la época primaveral se produce la reproducción de las aves, y muchos de los polluelos, acaban cayendo al suelo, con el correspondiente riesgo de muerte. En muchos casos así es. Personas bien intencionadas los recogen, pero no siempre es necesario. Cuando encontramos un pollito en el suelo, hay que analizar varias cosas antes de cogerlos. Si está visiblemente herido, hay que contactar con un especialista o con un centro de recuperación. En cada lugar es diferente, pero internet nos puede ayudar a encontrarlo.
Si no está herido, hay que hacer un analisis visual del pollito (si tiene los ojos cerrados, si los tiene abiertos y tiene pocas plumas, etc). En estos casos se tratará de un ave incapaz de volar y moverse mucho, por lo que el nido no debe andar muy lejos. Si somos capaces de localizarlo, lo podremos devolver sin peligro de que los padres lo abandonen. Si no vemos el nido, se puede fabricar uno con forma de cesta con hierba seca o cualquier otra estructura y colgarlo en altura en algún lugar cercano.
Si lo que nos encontramos es un pollito con plumas, dando saltitos torpes, con cola y alas cortas, lo que tenemos es un polluelo volantón que acaba de salir del nido. En este caso, si está en peligro inminente, hay que moverlo con cuidado a un lugar seguro cercano. Sus reclamos, harán que los padres les localicen y les sigan alimentando. Si no está en peligro inminente, es mejor dejarlo donde está. Sentirse torpe es un paso natural para él. Necesita tranquilidad. Los padres siguen alimentándole.

Vencejo común (Apus apus)

Pero con todas las especies no es igual. Hay algunas excepciones. En el caso de los vencejos, si no se puede devolver al nido, hay que recogerlos y llevarlos a algún centro, o en caso de tener cierta experiencia, criarlos y cuando estén listos ponerlos en libertad.
El vencejo es un ave que se ha adaptado a la vida en el cielo. Esta adaptación les hizo evolucionar hacia un cuerpo con alas largas y afiladas y unas patas diminutas. Pasan toda la vida en el cielo, salvo en la época reproductora en la que bajan a criar a grietas de acantilados rocosos y sobre todo, a edificios, donde también cría en canalones, bajo tejas y en definitiva, en cualquier resquicio que quede en las construcciones. Este cuerpo preparado para el vuelo, hace que, en caso de que cayeran al suelo, no pueden despegar porque al intentar batir sus largas alas, golpean con él,  por tener las patas tan minúsculas.
De esta manera, si un pollo cae al suelo, los padres no pueden bajar a alimentarle, por lo que está condenado a una muerte segura.

Vencejo común (Apus apus)

Ayer nos acercaron un individuo emplumado al que le quedan todavía unos cuantos dias para poder volar. Como somos conscientes de que en esta época del año, los centros de recuperación andan desbordados y tenemos alguna experiencia, vamos a intentar sacarle adelante y ponerle en libertad.
Esperemos que todo vaya bien.

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