martes, 30 de mayo de 2017

Educación ambiental en la Suerte Ampanera.

Después de recoger, a eso de las 11:00h, a los participantes en la jornada, nos dirigimos hacia el lugar donde tenemos las cajas nido. Una chivita decide venirse con nosotros, abandonando a los cientos de congéneres con los que estaba, pensando quizás que ser humano mola más.
Foto: Eduardo Ramírez.
Llegados a la zona y tras acomodarnos en la acolchada pradera, procedemos a explicarles la utilidad de colocar cajas nido en algunos parajes, así como el por qué del anillamiento científico.

Foto: Eduardo Ramírez.
Todos mostraron gran interés, incluída nuestra alumna más aventajada, la cabrita que nos acompañó.
Hay que decir que muchos de los niños participantes ya estuvieron presentes en otra ocasión ayudándonos a colgar las cajas nido con sus propios nombres.

Foto: Eduardo Ramírez.
Sólo nos quedaba dirigirnos con nuestra escalera a alguna de las encinas, para bajar las cajas nido y comprobar su ocupación.

Foto: Eduardo Ramírez.
La cara de alegría y satisfacción de los niños al ver que estas medidas dan resultado no tiene precio.

Foto: Eduardo Ramírez.
Por último, resaltar la implicación de los niños a la hora de ayudar en lo que hiciera falta, como transportando la escalera.
Foto: Eduardo Ramírez.
Una jornada de educación ambiental muy satisfactoria y, que sin duda, seguiremos repitiendo.

domingo, 28 de mayo de 2017

Revisión de cajas nido en la Suerte Ampanera.

El pasado domingo 22 de mayo realizamos una jornada de educación ambiental con revisión de las cajas nido de la Suerte Ampanera. Llevamos un control de las cajas nido, tomamos datos de las especies que las ocupan, fechas y tamaños de puesta, además de anillar a pollitos y adultos.

Caja con nido de Herrerillo común. Foto Eduardo Ramírez.

Al tratarse de una finca de producción ecológica de quesos y productos lácteos de cabra, y al ser un encinar joven con pocos huecos donde poder criar las aves insectívoras, el colocar cajas nido, hace que las acepten y utilicen en gran número.
Nuestros principales ocupantes son los herrerillos comunes. La mayoría de las cajas que teníamos para carbonero común, las hemos tenido que adaptar, reduciendo el orificio de entrada ya que entraban en competencia con los gorriones comunes, que al ser más fuertes, se estaban quedando con todas las cajas. Al contrario que en las grandes ciudades, en la finca abundan y nuestro objetivo principal es que haya aves insectívoras, para mantener el encinar en un equilibrio óptimo evitando posibles plagas.
El anillamiento científico consiste en poner una anillita de aluminio con un código alfanumérico único, a modo de DNI.
Entre los datos que se pueden obtener podemos nombrar el de un herrerillo que anillamos como pollito en 2015, que en 2016 sacó 10 pollitos adelante y que en este 2017 está sacando 11 pollitos.

Anillamiento de pollo de herrerillo común Foto de Eduardo Ramírez.
Tenemos cajas de diferentes tamaños para diferentes especies. Las medianas que pusimos con la ilusión de que las ocuparan los autillos o alguna abubilla, están ocupadas al completo por estorninos negros. En algunas cajas ya están volando los pollos y en otras ya hay segundas puestas.

Pollo de estornino negro asomando la cabeza. Foto de Eduardo Ramírez.
En nuestro recorrido revisando cajas, nos encontramos con esta culebra atrapada en la alambrera. Creemos que es una joven culebra bastarda (Malpolon monspessulanus). Era una culebra de un poco más de un metro. Al acercarnos comprobamos que estaba viva, así que procedimos a la operación rescate.

Culebra bastarda atrapada en alambrada. Foto Eduardo Ramírez.
En un principio intentamos sacarla tirando hacia atrás. La bicha soltaba buenos bufidos intimidadores, sin saber, que lo que pretendíamos era ayudarla. Estaba tan justa que al tirar, las escamas se levantaban e inmpedía que pudiera salir en esa dirección, así que recurrimos a romper un poco la alambrera con unos alicates y la culebra huyó sin aparentes lesiones y con el susto de haber tenido unos humanos tan cerca.
Para Rafa, propietario de la finca, las culebras son un bien preciado, ya que se acercan a las construcciones y acaban con un montón de ratones.

Culebra bastarda atrapada en alambrada. Foto Eduardo Ramírez.
Continuamos y pudimos anillar también a un adulto de herrerillo capuchino. Al manipularle para determinar la edad, descubrimos con sorpresa, que tenía la mayoría de las plumas primarias de un ala, partidas por la mitad. A saber que habrá vivido el pajarillo para hacerse eso.

Anillamiento de Herrerillo capuchino. Foto Eduardo Ramírez.
Pasaban las diez de la mañana y era momento de ir regresando para recibir a los niños y socios que iban a disfrutar de esta jornada de revisión de cajas nido y anillamiento científico.

lunes, 15 de mayo de 2017

Jornada de educación ambiental con Bicisalud.

El pasado 8 de mayo realizamos una jornada de educación ambiental en la dehesa de Navalvillar, colaborando con el proyecto Bicisalud.


Bicisalud es una iniciativa de un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales de la salud, la educación y el deporte. Se ha formado un equipo pionero que utiliza la bicicleta como herramienta terapéutica en distintas patologías basándose en la evidencia científica.
 




Bicisalud ha puesto en marcha un programa para niños (de 6 a 12 años) que se engloba dentro del marco de educación para la salud e intervención comunitaria. Su foco se sitúa en el abordaje de la obesidad infantojuvenil. Los cambios acontecidos en el patrón alimenticio y de condiciones de vida en nuestra sociedad han precipitado el aumento de la obesidad en los niños y niñas de estas edades, hasta ser considerado por la OMS como una epidemia del siglo XXI. El equipo considera una necesidad hacer un abordaje integral de esta enfermedad.
A través del ejercicio fisíco en bicicleta realizado en su propio medio y del trabajo en grupo, siempre teniendo en cuenta las necesidades de cada niño, se busca que mejore la comprensión de por qué se genera obesidad y de esta forma fomentar actitudes y habilidades para el cambio.
Ante la posibilidad de una colaboración de ANAPRI con esta interesante iniciativa, no tuvimos ninguna duda y rápidamente conseguimos una fecha.



Para cumplir con unos de sus objetivos como es fomentar la práctica de una actividad física saludable, divertida, y en grupo y conseguir una mayor sensibilidad ecológica, diseñamos un conjunto de actividades y juegos, que llevamos a cabo con gran interés por parte de la veintena de chavales participantes.




Con la satisfacción del trabajo bien hecho y la ilusión de haber puesto nuestro granito de arena en la consecución de esos objetivos, terminamos la jornada con gran alegría.

miércoles, 3 de mayo de 2017

Abril en el embalse de Santillana

Hace casi veinte días que nos dimos la última vuelta por el embalse de Santillana. Ahora que tengo un ratín, aprovecho para contaros lo que aconteció.
Abril siempre es un mes muy interesante. Las parejas de somormujos están desplegando su precioso plumaje y dejando ver su peculiar parada nupcial, algo que no deja indiferente a nadie.

Somormujo lavanco (Podiceps cristatus)
Afortunadamente sigue activa la pequeña colonia de garza real, que lleva en la misma zona varios años. Observamos a los adultos tumbados y alguno en pié. Con paciencia pudimos comprobar que, al menos en uno de los nidos, había pollitos pequeños.

Colonia de garza real (Ardea cinerea)
Los últimos invernantes hacen paradas estratégicas en el embalse, como es el caso de una pareja de ánades rabudos que descubrimos en la orilla opuesta.

Ánade rabudo (Anas acuta)
Todavía quedan bastantes gaviotas, aunque observamos a algunas con claro vuelo dirección norte. También sorprendimos a una preciosa pareja de tarro blanco, también en migración.

Pareja de Tarro blanco (Tadorna tadorna)

Entre las limícolas, los más abundantes fueron los andarríos chico. Un par de archibebe claro se alimentaban en la orilla, y en una zona propicia para reproducirse, una pareja de chorlitejo chico reclamaba y se perseguía continuamente.

Chorlitejo chico (Charadrius dubius)
Para rematar la jornada, un bonito macho de aguilucho cenizo pasó volando dirección norte, para deleite de los presentes.