sábado, 25 de marzo de 2017

Marcos Pantoja: "El niño lobo"

Siguiendo con el lobo, en esta entrada introducimos el encuentro y las impresiones de nuestro compañero José García-Pozuelo Ramos, al coincidir y conocer a Marcos Pantoja "El niño lobo".

Conocí a Marcos Pantoja con motivo de la Mad BirdFAir 2016 el pasado 11 de junio. Como parte de las actividades de esta feria ornitológica y de naturaleza que se celebra cada año en Madrid se proyectaba el documental dirigido por Gerardo Olivares titulado “Marcos, el lobo solitario”. Tanto mi hija como yo estábamos muy emocionados ya que Marcos era el responsable directo de que mi hija Ainhoa hubiera dejado de tener un miedo irracional a los lobos, para pasar a ser su animal favorito.
  
Años atrás mi hija sólo conocía los lobos feroces de los cuentos, a los que temía por ese comportamiento dañino y malvado con el que se ha representado tradicionalmente a estos animales en la literatura infantil. Yo trataba de explicarle que el comportamiento de los lobos nada tiene que ver con esos seres malvados que habitan los cuentos infantiles, y que si bien es cierto que cazan, también es cierto que lo hacen sin maldad ni crueldad, y tan sólo lo hacen para alimentarse. Pero mezcla de su corta edad y de la perniciosa influencia de los cuentos, ella seguía temiendo a los lobos, hasta sentir auténtico pavor. Afortunadamente un día descubrí el largometraje “Entre lobos” que pude ver con mi hija. Y ella quedó absolutamente asombrada cuando contempló el increíble comportamiento que mostraban estos animales con el niño protagonista de la película. Ella estaba estupefacta al ver como los lobos, en lugar de atacar o comerse al niño protagonista de la película, lo cuidaban y alimentaban hasta incluirlo como uno más de la manada y compartir juntos juegos y vivencias e incluso cazar juntos cuando el niño fue creciendo. Yo le expliqué a mi hija que lo que estábamos viendo era una película con actores y escenas de ficción, pero que algo muy similar había sucedido en la realidad, puesto que esta película estaba basada en la vida de un niño que realmente fue cuidado por lobos con los que vivió durante once años, y que aquel niño todavía estaba vivo y era un hombre adulto… gracias a los lobos que le cuidaron. 
En 1954 Marcos tenía siete años y vivía en Fuencaliente (Ciudad Real) con su padre y su madrasta, de la que se queja le maltrataba, cuando fue vendido a un pastor de cabras de Sierra Morena. Cuando el cabrero murió, Marcos decidió quedarse en la sierra. No tenía buenos recuerdos de su anterior vida entre los humanos. Aunque esta nueva vida sin el cabrero no le resultó nada fácil. Así un día que Marcos tenía mucha hambre y frío se metió en una lobera junto a varios lobeznos y se quedó profundamente dormido. Cuando los papás lobos llegaron de cazar, gruñeron a Marcos. El niño asustado se acurrucó tratando de protegerse de un posible ataque. “Pensé que me iba a matar” dice Marcos. Sin embargo, lo que finalmente hizo la loba fue lanzarle un trozo de carne para que comiera, como al resto de sus crías. A partir de ese momento se convirtió en un miembro más de la manada, con los que aprendió a aullar y a cazar. Vestía las pieles de sus presas, imitaba los ruidos de los animales del bosque e interactuaba con ellos, descubriendo por su cuenta cómo pescar, hacer fuego o espantar a las abejas para poder comer de su miel. Así estuvo 11 años hasta que en 1965 la Guardia Civil le sacó de su vida para integrarlo entre los humanos.
Y desde entonces Marcos ha pasado por muchos lugares, con serias dificultades para adaptarse a una sociedad tan diferente al lugar donde, según nos cuenta, pasó tan entrañables
momentos de su infancia y adolescencia. Actualmente da charlas de vez en cuando en colegios para que los alumnos aprendan a querer a los lobos y a la naturaleza.


Lobo. Foto: José García-Pozuelo


Casos como el de Marcos de niños abandonados o perdidos en la naturaleza, que deben sobrevivir solos o con la ayuda de animles, aparecen en la mitología, la literatura y la historia desde tiempos inmemoriales. Así se cuenta la historia de Semiramis, reina de Babilonia, que fue alimentada por palomas cuando su madre la dejó abandonada en el desierto. Aunque más conocido es el relato de los gemelos Rómulo y Remo, fundadores de Roma que fueron rescatados y amamantados por la loba Luperca.
En 1698, el médico e historiador irlandés Bernard Connor escribió en su libro “Historia de Polonia” varios casos de niños que se alimentaba de carne cruda, miel y manzanas, caminaban a cuatro patas y sus maneras eran similares a las de las bestias. Habían crecido amamantados por osas.
Otros casos conocidos, que al parecer también se originan en hechos reales, son “El Libro de la selva” publicado en 1894 por el Premio Nobel de Literatura inglés nacido en India, Rudyard Kipling. O más recientemente la película dirigida en 1970 por el francés François Truffaut “El pequeño salvaje” inspirada en la historia de Víctor de Aveyron, niño que en 1790 fue encontrado en los bosques de Francia, cerca de Toulouse, donde aparentemente había pasado toda la niñez. En 1937, se documentó el caso de una niña, en Turquía, que había pasado ocho años viviendo con una familia de osos.
Cuando llegamos al edificio donde habríamos de ver el documental nos encontramos a Marcos rodeado de un grupo de personas que habían acudido a la proyección. Reconocí enseguida a Marcos gracias a los reportajes que había visto. Espontáneo y campechano, Marcos se encontraba sonriente contando anécdotas de su vida, gesticulando y sonriendo… pronto empezaría la proyección y Marcos finalmente terminó sus anécdotas argumentando que si lo contaba todo entonces no tendría nada más que contar tras el documental… como si eso fuera posible tras una vida tan interesante y dramática. Aprovechando su pause me atreví a abordarle, fui el primero. Apenas crucé unas pocas palabras con él y le pedí permiso para hacerle una foto con mi hija Ainhoa, foto que acompaña a este artículo. Después de nosotros, otros se animaron a saludarle y hacerse fotografías.


Ainhoa con Marcos Pantoja "El niño lobo"

Marcos parecía disfrutar sintiéndose rodeado de gente que le admiraba. No parecía vanidad y conociendo la historia de su vida y padecimientos no es de extrañar que disfrute de las muestras de interés, cariño y admiración que le manifestamos, en contraposición al sufrimiento que le ha acompañado durante gran parte de su vida.
Pasamos a la sala de proyecciones. El documental va contándonos la vida de Marcos a través de las vicisitudes que tuvo que vivir el director, que lo es tanto del documental “Marcos, el lobo solitario” como del largometraje “Entre lobos”, empezando con cómo conoció de la
existencia Marcos, para continuar con las pesquisas necesarias para llegar a localizarle y finalmente rodar el largometraje de ficción, del que el propio Marcos resultó asesor. Y si bien el propio Marcos asegura que la ficción es muy fiel a sus propias vivencias, también se “queja” de que faltan muchísimas otras, tantas como para llenar una serie entera.
Casualmente Marcos se sentó justo delante de nosotros. Así pudimos ver cómo reaccionaba ante algunas escenas, repitiendo el diálogo, comentando y emocionándose. No fue el único que se emocionó. Hay que ser de piedra para no emocionarse al conocer la historia de su vida tan interesante, intensa y dramática.

Según nos cuenta Marcos, le arrancaron de su medio para luego abandonarle. Le sacaron del lugar donde se encontraba integrado y feliz pero poco hicieron para integrarle en la sociedad humana. Por eso Marcos no se cansa de repetir que los animales, los lobos, le salvaron la vida y le cuidaron. Cosa que no habían hecho las personas.

martes, 21 de marzo de 2017

Manifiesto por el lobo ibérico vivo



POR LA PROTECCIÓN DEL LOBO IBÉRICO Y EL FIN DE LAS MATANZAS
El lobo ibérico no sólo es un animal hermoso y emblemático, sino una pieza imprescindible del rompecabezas de nuestra naturaleza. Pero en pleno siglo XXI estamos asistiendo en España a una matanza de lobos a gran escala, una situación intolerable que genera una movilización sin precedentes de la ciudadanía. Cada vez somos más conscientes de que una naturaleza sana no es un lujo de minorías, sino la única garantía de supervivencia de nuestra especie. Y es que proteger nuestro patrimonio natural es, en realidad, un acto de defensa propia.
Los grandes carnívoros son los controladores naturales del equilibrio de los herbívoros silvestres, y esa función produce efectos en cascada en la pirámide ecológica, que redundan en una mayor salud de la fauna, la vegetación, el agua y el aire. La necesidad de restaurar esos equilibrios naturales es una prioridad mundial, y por eso las subvenciones al campo, que se pagan con los impuestos de todos, deben estar sujetas a la adopción de prácticas respetuosas con el medio ambiente, que es nuestro patrimonio común.
El lobo ibérico se desangra hoy en medio de una situación de profundo anacronismo. Nuestra legislación lleva décadas de retraso respecto al conocimiento científico. Aunque el lobo es una especie de interés comunitario en Europa, lo que nos obliga a mantener una población viable y sana, todavía se usa la matanza oficial de lobos (bajo el eufemismo de “control de población”) para, supuestamente, reducir los ataques al ganado. Pero sabemos de sobra que esas medidas no sólo no disminuyen los ataques sino que, al desestructurar las manadas, hacen que éstos aumenten. En algunas regiones el lobo es especie cinegética, a disposición del negocio de la caza de trofeos. Y aunque en teoría la caza deportiva sigue criterios técnicos, lo cierto es que el trofeo más buscado es el macho alfa, aquél cuya muerte causa el mayor trastorno en la sociedad del lobo y las peores consecuencias para la naturaleza y la ganadería.
Para colmo, parte de los lobos masacrados en España proceden de Portugal, donde están estrictamente protegidos y cuya defensa cuesta ingentes cantidades de dinero Europeo. Esta “gestión a tiros” está sumiendo al mundo rural en un círculo vicioso de crispación. Desde Europa se alienta el uso de medidas preventivas, pero la dinámica actual de ataques, venganzas y pagos compensatorios (a menudo sujetos a la picaresca) hace que no haya aliciente para tomar dichas medidas. Se ha llegado a pedir el exterminio local de la especie, lo que no sólo es demencial sino totalmente ilegal. Esta sangría se intenta justificar dando una imagen de abundancia del lobo basada en supuestos “censos” pagados por la propia administración, pero éstos ni son independientes ni tienen una metodología fiable.
Ante esta coyuntura, los convocantes de este acto hacemos una petición muy concreta: solicitamos la declaración del lobo como especie estrictamente protegida por ley en todo el territorio español, y exigimos el fin inmediato de su caza y de los controles letales de su población. Así el lobo simplemente tendrá el mismo estatus que otras especies como el águila imperial, el oso pardo o el lince ibérico. Eliminando el concepto de la matanza como gestión, daremos por fin el margen necesario a las medidas preventivas, y toda ayuda económica estará supeditada a la adopción de esas medidas. Así se dejará espacio para respirar a las nuevas generaciones del mundo rural, que anhelan un sistema nuevo en el que el ecoturismo y otras prácticas responsables con el medio ambiente y el bienestar animal permitan una mayor diversidad laboral y cultural.
Pero incluso estos cambios normativos sólo cubren el aspecto formal, y lo que perseguimos desde esta convocatoria es un cambio social más profundo. De nada vale una norma sobre el papel si las actitudes más miopes, insolidarias e incluso delictivas son toleradas desde las instituciones. Hace falta una ingente labor educativa, y tan importante como la protección legal del lobo es la divulgación de los valores positivos de la biodiversidad. Una labor que ya marcó la diferencia en nuestro país hace décadas, cuando Félix Rodríguez de la Fuente, cuyo aniversario se celebra en estas fechas, se enfrentó a la ignorancia ancestral, puso al lobo ibérico en nuestras pantallas y lo sacó del catálogo de las alimañas.
El lobo es un embajador del conjunto de nuestra fauna salvaje, y también un poderoso símbolo de libertad. Pero la libertad siempre tiene un precio, y por desgracia es posible acostumbrarse a su ausencia, como sabemos en este país. Y lo mismo pasa con la naturaleza salvaje. Sin libertad y sin naturaleza las personas nos transformamos en autómatas, y apenas nos damos cuenta de lo que perdemos y, peor aún, de lo que privamos a las siguientes generaciones. Condenar a nuestros hijos a vivir en un mundo gris, mezcla a partes iguales de vertedero y monocultivo a escala planetaria, es simplemente un crimen. Queremos un mundo verde, en el cual vivir y no sólo sobrevivir. Queremos naturaleza salvaje. ¡Queremos LOBO VIVO, LOBO PROTEGIDO YA!

sábado, 18 de marzo de 2017

Lobo vivo, lobo protegido. Living Wolf, protected wolf.

El pasado domingo 12 de marzo, varios miembros de Anapri acudimos a aportar nuestro granito de arena a la manifestación a favor de unas medidas de conservación apropiadas para el lobo.
Last Sunday, the 12th of March, some members of Anapri went to take part of the demonstration in favor of apropriate conservation actions for the wolf. 
 Entre aullidos y bajo el eslogan "Lobo vivo, lobo protegido" miles de personas  convocadas por más de 200 organizaciones medioambientales caminamos para pedir una protección efectiva y con garantías del lobo ibérico.

Among howls and with the slogan "living wolf, protected wolf" thousands of people, who were convend by over 200 environmental organisations, walked together asking for an effective protection and with garantees for the iberian wolf.

Foto: Ángel Martínez.


Durante la marcha ha estado muy presente la figura de Félix Rodríguez de la Fuente, de cuya muerte se cumplieron el pasado lunes 14 de marzo 37 años. Con el lema de "Félix, escucha, seguimos con tu lucha" los manifestantes y organizadores hemos querido recordar la labor del naturalista y divulgador por la imagen del lobo. "Él les sacó de la categoría de alimaña y ahora hemos vuelto a eso".
The figure of Félix Rodriguez de la Fuente, who died on the 14th of March 37 years ago, has been very present during the march. With the motto "listen Felix, we keep going with your fight" the demostrators and organizers wanted to remind the work the natiralist and promoter did in pro of the wolf image.  "He took them from the vermin cathegory and now we are back there again". 

Foto: Ángel Martínez.


El lobo es el único carnívoro que hoy en día no está protegido en España. Aunque su población se estima en 2.000 ejemplares, no existe un censo real desde hace 15 años.
Otras de las reivindicaciones, es precisamente, que se realice un censo con una metodología adecuada y totalmente independiente.
The wolf is the only predator that nowadays is not protected in Spain. Although it's population has been stimated in 2.000 animals, no real census has been made for 15 years.
Some of the claims were in deed, that an independent census with accurate methods needs to be done. 

Foto: Ángel Martínez.


Los defensores del lobo no estamos contra los ganaderos, así se coreaba con el eslogan “Vacas y lobos, vivos todos".
La administración debería dar subvenciones a los ganaderos para potenciar la conservación del lobo y su coexistencia pacífica con los ganaderos.
The defenders of the wolf are not against the farmers, and thus the slogan "cows and wolfs, all alive" was chanted.
The administratios should give grants to the farmers in order to enhace the protection of the wolf and it's peaceful coexistence with the farmers.

Foto: Ángel Martínez.

Foto: Ángel Martínez.


La manifestación culminó en la Puerta del sol con la lectura de un manifiesto por parte de los representantes de las asociaciones conservacionistas más relevantes y algunos pastores.


The demonstration ended at Puerta del Sol with the lecture of a manifest by the representatives of the most important conservationist asiciations and some shepherds.

Foto: Ángel Martínez.


Realmente emocionante y esperanzador. It was really exciting and encouraging.




LOBO VIVO, LOBO PROTEGIDO. LIVING WOLF, PROTECTED WOLF! 

*Textos en inglés cortesía de Irene Martínez Marivela.