viernes, 14 de julio de 2017

Embalse de Santillana.

El sábado fuimos al embalse de Santillana. Antes de llegar a la orilla, descubrimos a varios milanos negro volando y posados en la valla y hubo un momento en el que 4 de ellos se posaron en una roca proporcionándonos esta bonita imagen.

Milano negro (Milvus migrans). Foto Eduardo Ramírez.
Una garza imperial nos cruzó por encima volando. Cigüeñas, garcillas bueyeras y algunos chorlitejos chico y gaviotas reidoras, descansaban o se alimentaban por la orilla, al igual que una confiada garceta común.

Garceta común (Egretta garcetta). Foto: Eduardo Ramírez
Hoy resultaban especialmente abundantes los somormujo lavancos, contabilizando varios cientos en todo el recorrido. Algunos ánades frisos y ánades reales nadaban, mientras en las orillas descubrimos andarríos chico, andarríos grande y alguna garza real.

Garza real (Ardea cinerea). Foto: Eduardo Ramírez.
El agudo reclamo del martín pescador llamó nuestra atención, pero imposible localizarle, salvo un par de veces que pasó cerca con su veloz vuelo a ras de agua. Algunas fochas descansaban y se azicalaban el plumaje.
Focha común (Fulica atra)
A lo lejos 9 tarros blancos y más de una veintena de garcetas comunes, que junto a alguna garza real, se afanaban en alimentarse de peces en una zona somera y poco profunda.

Garcetas comunes (Egretta garcetta)
Descubrimos al primer cormorán grande de la temporada, y nuestro compi Eduardo, logró inmortalizar a esta cigüeña blanca depredando sobre una "hermosa" culebra.

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia) con culebra. Foto: Eduardo Ramírez.
Antes de que apretara el calor, llegó el momento de la retirada e ir a tomar algo fresquito y comentar lo vivido.

martes, 11 de julio de 2017

Embalse de Guadalix.

El pasado viernes por la mañana temprano, aprovechando la mínima tregua que nos daban las tormentas de los últimos días, nos acercamos al embalse de Guadalix de la Sierra. En esta época estival no se encuentra un gran numero de aves, comparado con el invierno, pero siempre aparecen algunas interesantes que recalan en el lugar para descansar en su viaje migratorio.

Espátulas(Platalea leucorodia). Foto: Eduardo Ramírez
Así ocurrió con el descubrimiento de 5 espátulas. Aunque lejos de nosotros, no se mostraban muy tranquilas, y en varias ocasiones emprendieron vuelo, para de nuevo volverse a posar en las cercanías.

Espátulas(Platalea leucorodia).
Destaca en vuelo el ensanchamiento del pico en su punta, que hace referencia al nombre del ave, por su parecido con la herramienta del mismo nombre.

Espátulas(Platalea leucorodia).
En todo el rato de observación, estuvieron asociadas a garza real, y como en la foto de abajo, a cigüeña blanca y a cigüeñuela.
Espátulas(Platalea leucorodia).
Por el paseo intercalábamos observaciones de pequeños pajarillos por los arbustos y árboles cercanos, así como con otras aves acuáticas. Entre las últimas, fochas, gaviotas reidoras, algún zampullín común, ademas de limícolas como andarríos grande, andarríos chico y chorlitejo chico. Entre los pajarillos, nos acompañó el constante y continuo reclamo del buitrón, alguna curruca cabecinegra, tarabilla común, verdecillos y jilgueros.

Jilguero (Carduelis carduelis)
Sorprendimos a un macho de corzo entre la vegetación del interior del embalse. Abundaban las golondrinas y aviones que se alimentaban de pequeños bichos voladores, y una pareja de zarceros comunes nos tuvieron entretenidos con sus idas y venidas, quizás intentando llamar nuestra atención para alejarnos de su nido o de la presencia de sus polluelos volantones entre los zarzales.

Zarcero común (Hippolais polyglotta). Foto: Eduardo Ramírez
Visita breve, pero como siempre, muy productiva.

jueves, 6 de julio de 2017

Dehesa de Navalvillar 4-5/Julio 2017

Esta semana hemos hecho un par de visitas a la dehesa de Navalvillar con el fin de ir ultimando la recogida de datos para la publicación, a finales de año, de una guía sobre aves de la dehesa. Hicimos dos salidas, una al aterdecer del día 4 y otra al amanecer del día 5. La del atardecer, con el objetivo de detectar rapaces y aves nocturnas, y ambas para evitar el calor de las horas centrales del día. La visita del atardecer fue muy productiva. Además de disfrutar de zorros, corzos y bastantes rapaces diurnas, completamos el objetivo detectando autillo, mochuelo y alcaraván escuchando sus reclamos y observando al chotacabras pardo y al búho real en lo alto del roquedo recortando la silueta con el cielo en las últimas luces del día.
Al día siguiente estabamos de nuevo allí desde primera hora. Los alcaudones comunes con sus juveniles son los más ruidosos y visibles, contándose por decenas.

Alcaudón común joven (Lanius senator)

Llamativo fue también descubrir a un joven de críalo reclamando y persiguiendo continuamente a sus padres adoptivos, las urracas. El críalo es un ave parásita de la urraca. Coloca un huevo en el nido y sin darse cuenta, las urracas lo crían como suyo. Curioso, ya que a las urracas, se las tiene como a una de las aves más inteligentes del planeta.

Urraca-Críalo (Pica pica-Clamator glandarius)

El estío veraniego hace que los pajarillos no estén tan activos y lo que más se escuchan son jóvenes reclamando comida y emitiendo señales de alarma. En una de las ocasiones que detectamos un mirlo con su típica señal de alarma, logramos localizarle en vuelo bajo por el cauce del arroyo Tejada, perseguido por un adulto de alcaudón real, que aunque son prácticamente del mismo tamaño, parecía tener una intención clara de darle caza. La naturaleza no deja de sorprendernos. Y para sorpresa, el descubrimiento de un ave grande negra, posada relativamente cerquita de nuestra posición. Buitre negro fue nuestra primera impresión. Al poner los prismáticos alucinábamos, !!!!es la imperial¡¡¡. La pillamos por la espalda y distraída, lo que nos dió unos pocos segundos para desenfundar la cámara e inmortalizar el momento.

Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti). Foto: Eduardo Ramírez.

Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti).
Un poco más adelante, tuvimos también la suerte de toparnos con un buitre negro que también posó para nosotros varios segundos antes de emprender el vuelo.
Buitre negro (Aegypius monachus). Foto Eduardo Ramírez.
Para finalizar, disfrutamos de las garcillas bueyeras persiguiendo al ganado y alimentándose de los insectos que salen a su paso. Esa milenaria relación es la que le da el apellido a su nombre.

Garcilla bueyera (Bubulcus ibis)

martes, 4 de julio de 2017

Cigüeñas negras.

Un año más, hemos iniciado el seguimiento de la migración post-nupcial de cigüeña negra en el Pardo. En esta ocasión comenzamos por la mañana temprano, y descubrimos un nutrido grupo de cigüeñas blancas y negras en un pequeño meandro del río Manzanares en el interior del monte.

Cigüeñas negras y blancas

En total 14 cigüeñas negras, cifra ostensiblemente mayor a años anteriores por estas fechas. La tranquilidad que obtienen en este paraje, además del hábitat que les es muy propicio, hace que sea un sitio de paso migratorio y sedimentación, utilizado por la especie a lo largo de los años.

Cigüeña negra (Ciconia nigra)
Garzas reales y garcetas comunes se distribuían por el río, además de algunas cigüeñuelas, tarro blanco y canelo, gaviotas reidoras y un juvenil de martinete.
En la zona cercana a nuestro observatorio, volaban algunas golondrinas dáuricas y aviones roqueros, y en el matorral cercano curruca rabilarga, carrasqueña, cabecinegra, abejarucos y alcaudones comunes.

Alcaudón común (Lanius senator)

Antes de que empezara a apretar el calor y después de haber hecho el conteo de cigüeñas nos retirábamos, con la suerte de descubrir a un águila culebrera posada en una de las torretas.

Águila culebrera (Circaetus gallicus)

La desconfianza y el miedo acumulado hacia el ser humano, hizo que emprendiera vuelo, lo que nos permitió inmortalizar su espectacular silueta en el cielo.

Águila culebrera (Circaetus gallicus)