viernes, 12 de octubre de 2018

Seguimiento de cigüeñas negras 2

En estas jornadas de seguimiento, también las hemos podido observar junto a sus parientes más urbanas las cigüeñas blancas. Las cigüeñas blancas en su migración son más tempraneras, y las últimas las vimos a principios de septiembre.

Cigüeñas. Foto: Eduardo Ramírez.
Pero el salir al campo siempre depara alguna sorpresa. El 9 de septiembre disfrutamos con unos 4-5 vencejos reales que estuvieron volando cerca de nuestro observatorio.

Vencejo real (Apus melba). Foto: Bruno García
Venían hacia el norte acompañados de varias decenas de vencejos comunes y huyendo de la tormenta que podíamos apreciar situada más al sur. Estos comportamientos son habituales en los vencejos. Antes de enfrentarse a una zona con lluvias donde los insectos voladores que son su alimento escasean, prefieren alejarse a zonas más propicias para luego seguir su viaje.

Vencejo real (Apus melba). Foto: Bruno García
El vencejo real es una especie bastante escasa en la comunidad de madrid, lo que hace que nuestros escasos encuentros con ellos siempre sean celebrados con gran alegría. Tuvimos la suerte de que nuestro jovencísimo compañero Bruno inmortalizara el momento con su cámara.

Vencejo real (Apus melba). Foto: Bruno García
Siguiendo con las cigüeñas negras, las solemos observar descansando en espacios abiertos con buena visibilidad o dentro del río. Las zonas poco profundas son las que seleccionan para perseguir y pescar las presas que serán su alimento, los peces.

Cigüeña negra (Ciconia nigra). Foto: Bruno García.
En algunas ocasiones prefieren posarse en torretas eléctricas donde se sienten seguras, aunque algunos de estos apoyos, en ocasiones, pueden ser peligrosos para ellas por el riesgo de electrocución.

Cigüeña negra (Ciconia nigra). Foto: Eduardo Ramírez.

martes, 9 de octubre de 2018

Agaporni lutino

A mediados de septiembre, pude escuchar desde el interior de mi casa, el reclamo inusualmente cercano de alguna especie de "loro". Inmediatamente cogí los prismáticos y salí a la terraza. Después de unos minutos de búsqueda y guiado por el estruendoso reclamo del ave en cuestión, ahí lo encontré, entre las hojas de un platanero.

Se trataba de un agaporni de la variante Lutino. Aunque es un ave preciosa, su lugar no era este y debió escaparse de alguna casa donde esta especie estaba en cautividad, con el consiguiente peligro que conlleva. Las justificaciones a esta afirmación, están perfectamente recogidas en la página de Seo/Birdlife, en su sección de especies exóticas y que a continuación narramos.



La introducción de especies exóticas invasoras por parte del hombre es hoy en día una de las principales amenazas con que se enfrentan los ecosistemas naturales y la biodiversidad. Estas especies representan, después de la destrucción del hábitat, la principal causa de extinción de especies, siendo incluso en las islas oceánicas la primera causa. Se calcula que una cuarta parte de las especies de aves que se encuentran actualmente en peligro de extinción lo están debido a las introducciones de invasoras. Éstas pueden depredar sobre especies autóctonas, competir por los recursos, hibridarse, transmitir enfermedades o alterar el hábitat, siendo algunas capaces incluso de llegar a cambiar el propio funcionamiento del ecosistema.
En España se ha registrado la introducción en el medio natural de más de 250 especies de aves exóticas. De éstas, al menos 17 especies se encuentran ya establecidas y otras 7 especies podrían llegar a estarlo próximamente. Al menos la mitad de ellas revelan ser especies exóticas invasoras. A pesar de las leyes y los tratados internacionales, en nuestro país se sigue fomentando, en la práctica, la introducción de especies exóticas. Así, cada año se registra la introducción de cerca de un centenar de especies de aves exóticas, principalmente debido a su comercio.

domingo, 7 de octubre de 2018

Seguimiento de cigüeñas negras.

Como años anteriores, desde julio, realizamos el seguimiento de la migración de la cigüeña negra por el Pardo. Por la vía pecuaria de acceso hacia nuestro punto de observación, es frecuente encontrarnos a los abejarucos en los cableados de las torretas. A estas alturas, ya han viajado hacia África y ya no se pueden ver.

Abejarucos (Merops apiaster)
Habitual también en nuestras observaciones, es la increible águila imperial ibérica, que no desdeña el posarse en las impresionantes atalayas que suponen las altísimas torres de alta tensión. Atalayas poco naturales y en principio poco peligrosas para ellas.

Águila imperial ibérica (Aquila adalberti). Foto: Arsenio González.
No faltan los avistamientos regulares de las águilas culebreras, algunas de ellas reproductoras en la zona, pero que se ven reforzadas con la llegada y paso de individuos migrantes.

Águila culebrera (Circaetus gallicus)
Por supuesto, la bellísima cigüeña negra, es el objetivo principal de nuestras visitas al Pardo y no faltan en ninguna de nuestras jornadas hasta prácticamente noviembre.

Cigüeña negra (Ciconia nigra). Foto: Eduardo Ramírez.
En algunas ocasiones, se acercan a nuestro puesto de vigilancia algunos gavilanes, que al igual que la mayoría de especies nombradas en este reportaje, están en migración activa hacia el sur.

Gavilán (Accipiter nisus). Foto: Ángel Martínez Hernando