viernes, 30 de enero de 2015

En busca del lince 7

A la mañana del domingo, después de un buen desayuno, nos dirigimos a la zona de los Escoriales con el firme convencimiento de que hoy va a ser el día. Somos de los primeros observadores en llegar a la zona y nos apostamos en una pequeña atalaya del camino, desde donde se tiene una amplia visión de la zona. Al poco, nos llegan noticias de que más abajo se está viendo un lince. Recojemos y nos dirigimos allí. Falsa alarma. El ansiado lince no eran más que unas ramas secas entre medias de unas rocas. Volvemos a nuestro particular observatorio y seguimos con nuestra búsqueda. Unos momentos más tarde, nuevo aviso de avistamiento de lince más abajo. De nuevo nos acercamos y al llegar le han perdido la pista. En la búsqueda descubrimos un águila imperial posada en lo alto de una encina y la disfrutamos durante un rato. Una vez regresados a nuestro punto estratégico, un compañero avisa del escándalo de unas urracas, especialmente llamativo cuando hay algún depredador cerca. Al grito de "gato", todos nos ponemos a la búsqueda. La suerte hace que cruce un cortafuegos, haciéndole muy visible. Con emoción seguimos su paso tranquilo, sin miedo a nada ni a nadie, como verdadero rey del monte mediterráneo. En un momento dado, se agazapó junto a un lentisco, en clara postura de caza felina. De un salto se introdujo en el matorral y salió sin presa. Lance fallido. Seguimos sus evoluciones y se iba acercando al camino. Los más expertos dijeron que se trataba de la misma hembra joven que pasó por allí el día anterior. Con ciertos nervios y euforia contenida, de entre los matorrales sale a escasos 50 metros de nuestra posición.


Lince ibérico (linx pardinus) Foto: Rafa Gómez

Avanza cauteloso, nos mira y continua consciente de que la presencia de tanto observador no es peligrosa.

Lince ibérico (linx pardinus) Foto: Rafa Gómez

La cercanía y la contemplación nos deja atónitos y con la boca abierta. El lince avanza ladera arriba.

Lince ibérico (linx pardinus) Foto: José García-Pozuelo

En una zona de rocas nos deleita con un impresionante salto que muestra su increible agilidad. Sigue su camino y lo perdemos en lo alto de la loma.

Lince ibérico (linx pardinus) 

Después de esto, comemos, con una sonrisa de oreja a oreja y comentando las emociones increibles que hemos vivido.
Antes de volver, conseguimos realizar otras buenas observaciones. Los buitres leonados y negros que no hicieron acto de presencia el día anterior, nos sobrevuelan y un águila imperial, nos deleita con su magestuosa e impresionante presencia.

Buitre negro (Aegypius monachus)

Águila imperial (Aquila adalberti)

El año que viene, volveremos en busca de repetir una de las mayores emociones vividas en nuestras salidas a la naturaleza.

miércoles, 28 de enero de 2015

En busca del Lince 6

En el camino de vuelta vamos despacio para poder ver toda la fauna que se nos ponga al alcance. Sorprendimos a varios ciervos pastando cerca.

Ciervo. Foto: Rafa Gómez

Las perdices también eran muy abundantes en toda la zona y una de las presas elegidas por el lince en bastantes de sus comidas. Varios grupitos se nos cruzaron en el recorrido de vuelta.

Perdiz roja. Foto: Rafa Gómez

Los gamos también eran bastante comunes y se dejaban ver relativamente fácil. Algunos emprendían huída con sus elegantes y peculiares saltos.

Gamos. Foto: Rafa Gómez.

En muchas de las fincas compartían espacio con reses bravas. En esta zona pastan los toros de la ganadería "Los Escoriales" de reconocido renombre.

Toro bravo. Foto: Rafa Gómez.

Al llegar a la zona del Encinarejo, ya hay gente apostada con sus teleobjetivos, con la esperanza de que el lince baje por una de las laderas a beber en el río. Mientras nos entretenemos con el paso de varios cormoranes grandes volando río abajo y con una garza que igualmente, después de pasar volando, decide posarse en la orilla del río.

Garza real. Foto: Rafa Gómez

La tarde va dejando caer sus últimos rayos de sol y de nuevo, un tanto desilusionados, recojemos y nos vamos a nuestros aposentos. Mañana será el día.

lunes, 26 de enero de 2015

En busca del lince 5.

Por segundo año consecutivo, un grupo de amiguetes de Colmenar Viejo y socios de ANAPRI, nos hemos enrolado en una nueva aventura de fin de semana a la Sierra de Andújar, en Jaén, con el firme propósito de regresar habiéndo visto al Lince Ibérico (Linx pardinus). El año pasado no tuvimos suerte. Este año hemos ajustado más las fechas al celo de la especie para tener más probabilidades de avistamiento.
Salimos de Colmenar a las 15:00h del viernes 9 de enero. Llegamos por la noche, y durante la espera a que llegara Ramón, para que nos llevase a nuestro alojamiento rural "Villa Lince", disfrutamos de un espectacular cielo estrellado. Por desgracia, la contaminación lumínica de nuestro lugar de residencia, no nos permite disfrutar en plenitud de este espectáculo natural. Tras llegar a la casa, dejar las cosas y cenar, salimos al porche y nos deleitamos también con el ulular lúgubre de varios cárabos.

Cielo estrellado. Foto: Rafa Gómez.

A la mañana siguiente, después de un buen desayuno en el alojamiento rural La Caracola, nos dirijimos a la zona de los Escoriales, donde desde un camino, se tiene una vista panorámica de una parte del valle adehesado de la Sierra de Andújar.

Dehesa en Sierra de Andújar. Foto: Rafa Gómez
Los cuatro magníficos. De izquierda a derecha Rafa, Pedro y los dos Joses

Desde el camino, comenzamos a hacer barridos con los prismáticos y el telescopio. Yo tengo la suerte de observar un lince durante escasos 3 segundos, momento en el que se pierde detrás de un lentisco, y aunque se formó un remolino alrededor nuestro de muchos ojos mirando a la zona, no le volvimos a localizar. Con ese saborcillo amargo de no haberlo podido disfrutar bien todos, seguimos buscando sin suerte.
A falta de lince, nos entretenemos con la abundante fauna que habita la dehesa. Vemos un imponente jabalí que hoza en el monte totalmente ajeno a los muchos ojos que le observan y entre la vegetación, descubrimos también un grupito de machos de muflón.

Muflones. Foto: Rafa Gómez.

Avanza la mañana y los estómagos comienzan a lanzarnos señales así que decidimos dirigirnos al mirador de La Lancha, donde con unas espectaculares vistas sobre la presa del Jándula, podemos comer y seguir escudriñando el monte en busca del deseado felino.
En la lejanía, descubrimos un águila real de impresionante porte, posada en unos grandes roquedos.

Águila Real. Foto Rafa Gómez.
Después de la comida, volvemos a la zona del camino, y al llegar, nos comunican que han visto un lince a escasos metros de donde habíamos estado por la mañana, nos enseñan algún video y se nos queda carita de circunstancias.
Al poco, un subadulto de águila real, ciclea a baja altura sobre nuestra posición, lo que hace que nuestra pequeña tristeza quede a un lado y disfrutemos a lo grande de tan magnifica y elegante presencia.

Águila Real (Aquila chrysaetos). Foto Rafa Gómez

Por la tarde nos vamos a probar suerte a la zona del embalse del Encinarejo, también sobre el río Jándula y lugar donde también se puede avistar al lince. Pero esto ya será en la siguiente entrada.

miércoles, 21 de enero de 2015

Milanos reales con marcas alares

En esta temporada de visitas al vertedero de Colmenar Viejo, estamos encontrando un elevado número de milanos reales marcados, comparado con años anteriores. Desde que empezamos con las visitas en noviembre del pasado año, hemos localizado cuatro milanos reales con marcas alares.
El primero de ellos, lo localizamos el 03/12/2014 y presentaba las siguientes marcas alares:
En ala izquierda Blanco/Verde y en ala derecha Negro/Rojo.
El segundo fue localizado el 17/12/2014 y presentaba las siguientes marcas alares:
En ala izquierda Verde/Verde y en derecha no tenía marca alar.
El tercero corresponde al individuo de las dos siguientes fotografías, y fue observado el 14/01/2015 y presentaba las siguientes marcas alares:
En ala izquierda Negro/Negro y en ala derecha igual combinación.

Milano real con marca alar Negro/Negro en ambas alas.


El cuarto y último individuo, lo descubrimos ayer 20/01/2015 y presentaba las siguientes marcas alares:
En ala izquierda Amarillo/Blanco y en ala derecha Negro/Rojo.

Foto: Juan Pablo de la Fuente. Milano real Amarillo/Blanco Negro/Rojo

Foto: Juan Pablo de la Fuente. Milano real Amarillo/Blanco Negro/Rojo

Foto: Juan Pablo de la Fuente. Milano real Amarillo/Blanco Negro/Rojo
Parece que pertenecen a un proyecto francés, pero hasta que no nos lo confirmen ahí queda en el aire.

domingo, 18 de enero de 2015

Invierno en Guadalix

La semana pasada estuvimos en el embalse de Guadalix de la Sierra. Aunque llevabamos un invierno bastante suave, la helada nocturna se dejaba ver en los escaramujos, los frutos del rosal silvestre, premonitorio del frío que comienza a llegar.


El embalse en estos días se encuentra pletórico y lleno de vida. A los abundantísimos ánades reales y fochas comunes, hay que sumar los centenares de cucharas común que cubrían la superficie con su peculiar forma de alimentarse nadando en círculos en una pequeña porción de agua.

Cuchara común (Anas clypeata)

Alrededor de una veintena de cormorán grande, gaviotas sombrías y reidoras, un par de zampullínes comúnes, decenas de somormujos y algunas garzas reales, se dejaban ver entre tanto pato.
Al menos un par de centenares de porrones comunes nos amenizaban la observación, pudiéndo disfrutar de sus continuas zambullidas en busca de comida.

Porrón europeo (Aythya ferina)


En las orillas pudimos descubrir algunas agachadizas y un solitario andarríos chico.
En la vegetación cercana, nos distraía la presencia de especies de pajarillos como verderones, tarabillas, jilgueros, mirlos, zorzales comunes y algún alcaudón real.
De nuevo con los ojos puestos en la algaravía de acuáticas, descubrimos 4-5 ánades rabudos, lo cual es una alegría, porque aunque siempre se ve alguno invernando o en paso migratorio, siempre lo hace en números muy reducidos. Su elegancia no deja indiferente a nadie.

Ánade rabudo (Anas acuta)

Varios centenares de cercetas comunes y ánades frisos completaban las especies de patos presentes en el embalse, y de nuevo, entre ellos, otra especie elegante y escasa en Guadalix, el silbón europeo. Un bonito macho se dejó ver muy cerca de nuestra situación, atusándose el plumaje, nadando y alimentándose, ajeno a nuestra presencia. En total descubrimos 3-4 ejemplares.

Silbón europeo (Anas penelope)

Como siempre, Guadalix no defrauda.

jueves, 8 de enero de 2015

Comedero invernal

Llega el invierno, el frío y las heladas. Las aguas congeladas en diferentes lugares de nuestros campos, se muestran en forma de carámbanos.


Esta época del año, es una de las más complicadas para la supervivencia de nuestros pequeños pajarillos y fauna en general. Desde ANAPRI, intentamos minimizar la posible escasez de alimento, manteniendo un pequeño comedero para aves en la finca de producción ecológica "La Suerte Ampanera"

Petirrojo. Foto José García-Pozuelo

Con la aportación de diferentes tipos de alimentos, beneficiamos a diferentes especies, como el bonito petirrojo de arriba.

Carbonero común. Foto José García-Pozuelo

El cacahuete, es un alimento que aporta gran cantidad de calorías a carboneros y herrerillos capuchinos. Su preparación en alambres colgantes, les permite alimentarse de la manera que más les gusta, haciendo todo tipo de acrobacias, a la vez que evita que otras especies menos especializadas se alimenten de ellos.

Herrerillo capuchino Foto José García-Pozuelo

Por supuesto, que nosotros también nos beneficiamos, pudiendo observar a todas estas especies con tranquilidad y en cercanía relativa.

Herrerillo capuchino Foto José García-Pozuelo

Una vez que pase el invierno, llegará el explendor de la primavera donde los recursos tróficos se hacen muy abundantes dejando "aparcado" nuestro comedero hasta el invierno que viene.