martes, 30 de mayo de 2017

Educación ambiental en la Suerte Ampanera.

Después de recoger, a eso de las 11:00h, a los participantes en la jornada, nos dirigimos hacia el lugar donde tenemos las cajas nido. Una chivita decide venirse con nosotros, abandonando a los cientos de congéneres con los que estaba, pensando quizás que ser humano mola más.
Foto: Eduardo Ramírez.
Llegados a la zona y tras acomodarnos en la acolchada pradera, procedemos a explicarles la utilidad de colocar cajas nido en algunos parajes, así como el por qué del anillamiento científico.

Foto: Eduardo Ramírez.
Todos mostraron gran interés, incluída nuestra alumna más aventajada, la cabrita que nos acompañó.
Hay que decir que muchos de los niños participantes ya estuvieron presentes en otra ocasión ayudándonos a colgar las cajas nido con sus propios nombres.

Foto: Eduardo Ramírez.
Sólo nos quedaba dirigirnos con nuestra escalera a alguna de las encinas, para bajar las cajas nido y comprobar su ocupación.

Foto: Eduardo Ramírez.
La cara de alegría y satisfacción de los niños al ver que estas medidas dan resultado no tiene precio.

Foto: Eduardo Ramírez.
Por último, resaltar la implicación de los niños a la hora de ayudar en lo que hiciera falta, como transportando la escalera.
Foto: Eduardo Ramírez.
Una jornada de educación ambiental muy satisfactoria y, que sin duda, seguiremos repitiendo.

No hay comentarios: