Los niñ@s lo han pasado en grande. No siempre se tiene la oportunidad de visitar la mejor granja escuela de Madrid. Lo digo yo jeje, que llevo 11 años trabajando en ella y que recojo abundantes alagos de los visitantes conocidos.
Para empezar, hemos visto a los caballos Cenicienta y Sandokán, que esperaban pacientes su momento de trabajar en el picadero. Caricias y un poco de comida para ellos, para seguidamente ir a visitar a los cerdos vietnamitas.
Después hemos ido a visitar a my family, las cabras. En la granja, soy el señor Kabra. Quien me conozca o me haya visto, podrá intuir por qué me llaman así.
Después de pasar por los establos a ver al resto de caballos, al burro Platero y a las vacas y el ternero, hemos subido a la sección de aves.
L@s niñ@s se han empleado a tope para que no les faltara ni un grano de maiz que llevarse al pico a ninguna de ellas. Pavos reales, varias razas de gallinas y faisanes dorados, engullían con alegría, cada granito que caía en sus jaulas.
Visita a los patos y ocas, y al Arca de Noé, donde hemos visto los curiosos "bichos palo".
Seguidamente paso obligado por nuestro tobogán estrella, el "rompeculos", donde los niños se han tirado unas cuantas veces, disfrutando de lo lindo.
Para finalizar la jornada, hemos ido a dar de comer y "pastorear" un poco a las ovejas en su redil.
Buena despedida para una jornada expléndida, donde l@s niñ@s han vivido de cerca la experiencia de cuidar a los animales, con la esperanza de que haya servido para conectarles más con la naturaleza y el cuidado de nuestras plantas y animales.
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