domingo, 3 de abril de 2016

Anfibios.

Como contamos en la entrada anterior, la salida para ver anfibios se nos dió muy bien. Después de disfrutar de la ranita de San Antonio, a la que volvíamos por el camino, húmedo y con agua rezumando desde la charca, nos fuimos encontrando otras especies. Lo primero que vimos fué un gallipato (Pleurodeles waltl).

Gallipato (Pleurodeles waltl)

Lo que de primeras fué una gran sorpresa, luego pasó a ser algo habitual, ya que llegamos a ver hasta nueve individuos diferentes, todos ellos de un tamaño pequeño-mediano.

Gallipato (Pleurodeles waltl)

Sin dejar de iluminar con las linternas al camino, para evitar posibles accidentes y pisar a algún individuo, llegó la siguiente grata sorpresa. En la hierba que quedaba entre las rodadas de los coches del camino, descubrimos un tritón. Después de buscar en bibliografía y pedir opinión a algunas personas algo más entendidas que nosotros, llegamos a la conclusión, de que se trata de un tritón pigmeo (Triturus pigmaeus)

Tritón pigmeo (Triturus pigmaeus)

Es la primera vez que tenemos la oportunidad de observarlo, por lo que la alegría que nos produjo fue bastante grande.

Tritón pigmeo (Triturus pigmaeus)

Para rematar la jornada, también en el camino, nos encontramos un individuo de sapo de espuelas (Pelobates cultripes). Aunque la distribución de este sapo abarca gran parte de la península, por Colmenar, es mucho más dificil de localizar que el sapo corredor, por lo que de nuevo, el avistamiento, nos produjo otra alegría importante.

Sapo de espuelas (Pelobates cultripes)

Sapo de espuelas (Pelobates cultripes)

Con un total de 6 especies de anfibios diferentes, finalizamos una grandísima jornada de observación de este grupo peculiar de habitantes de nuestras charcas.

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