El otro día, a la que salía de la finca de producción ecológica "La Suerte Ampanera", y mientras esperaba a que se cerrase la puerta, sucedió algo muy interesante. En un pequeño charquito que se hizo en el hueco de una roca, vi por el rabillo del ojo, como un mirlo se acercaba, bebía y se alejaba. No tardó mucho en que se acercaran también a beber unos cuantos rabilargos.
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Rabilargo (Cyanopica cyana) |
A escasos 10m, con la ventanilla bajada y con la cámara en mano, iban acercándose poco a poco a beber, más o menos confiados, por lo que les pude ir fotografiando. Llevamos un otoño de los más secos de los últimos años, quizás por eso, estos pequeños reductos con agua son un gran atrayente para la supervivencia de un montón de aves.
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Rabilargo (Cyanopica cyana) |
Al rato, un zorzal charlo se acerca también al lugar, y yo desde mi improvisado aguardo, sigo disfrutando y haciendo fotos a placer.
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Zorzal charlo (Turdus viscivorus) |
Nada más irse, en un enebro cercano, observo la presencia de un picogordo. Quizás un poco extrañado por la presencia de mi furgo, se queda unos momentos dubitativo, pero la sed no hace que se lo piense demasiado y también baja a beber.
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Picogordo (Coccothraustes coccothraustes) |
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Picogordo (Coccothraustes coccothraustes) |
Para terminar, un macho de pinzón vulgar, también decide visitar el efímero bebedero y proporcionarme una nueva alegría al poder observar otra especie más a una distancia mínima.
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Pinzón vulgar (Fringilla coelebs) |
Todo esto en no más de 10 minutos. Alucinante.
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