En la última semana de noviembre hicimos una incursión al cercano embalse de Santillana.Nada más llegar, además de los miles de gaviotas que se comenzaban a desperezar, y más de un centenar de cigüeñas blancas que descansaban en la orilla, descubrimos con las primeras luces, a varias garzas reales al acecho de algún pescado que llevarse a la boca.
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Garza real (Ardea cinerea) |
En las cercanías, pero fuera del agua, una elegante garceta grande descansaba en la hierba, y un poco más lejos, un grupo de 16 avefrías hacía lo propio.
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Garceta grande (Casmerodius albus) |
Abundan las lavanderas blancas y los bisbitas pratenses invernantes. Entre ellos, fijándonos bien, conseguimos descubrir un grupito de 6 bisbitas alpinos, mucho menos gregarios que sus parientes a la hora de migrar.
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Bisbita alpino (Anthus spinoletta) |
Ya ha aumentado ostensiblemente el número de patos cuchara, y se empiezan a ver las primeras cercetas. Entre ellos, un par de silbones europeos pasan casi desapercibidos con su plumaje de invierno.
Por el suelo se ven alimentándose algunos verdecillos, pinzones, pardillos y algún gorrión chillón, y nos sorprende la presencia de un par de abubillas. Una de ellas posa para nosotros en un poste de una valla.
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Abubilla (Upupa epops) |
Hay gran número de somormujos y sus parientes diminutos los zampullines comunes. También conseguimos localizar a un par de zampullines cuellinegros, menos comunes que los anteriores, pero presentes en el embalse con cierta frecuencia, pero siempre en número muy reducido en época invernal. Los que no faltan y siempre de manera abundante son los cormoranes grande, que después de la pesca, necesitan solearse y secar el plumaje encima de alguna piedra.
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Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) |
Como siempre, no faltaron representando a las rapaces, algún ratonero y varios milanos reales, y el pequeño esmerejón hizo acto de presencia pasando en vuelo bajo a toda velocidad. Pocos segundos de disfrute, pero muy emocionantes.
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Espátula (Platalea leucorodia), garceta grande y garza real. |
Cuando ya nos disponiamos a abandonar el lugar, en las charcas del
comienzo, descubrimos pescando a la garceta grande y a una garza real,
con la inesperada compañía de una joven espátula. Buen final para una buena jornada.
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