Por Ángel Martínez.
Mi tarea
para esta charla coloquio ha consistido en leer algunos artículos científicos y
de divulgación y tratar de sintetizar la información para transmitirla hoy aquí.
A tenor de
la información que nos ha dado Manolo, parece probable que el calentamiento
global causado por la utilización masiva de combustibles fósiles está dando
lugar a un cambio climático en la Tierra. Lo que ya no es sólo probable sino
evidente es el derretimiento de los glaciares y las masas de hielo del Ártico y
del Antártico, este fenómeno está provocando cambios drásticos en los hábitats
y en los ciclos biológicos de numerosas especies incluidos los seres humanos.
Hay una
ciencia, la Fenología, que se apoya en la Biología y la Climatología, y que
intenta describirnos la relación entre los factores climáticos y los ciclos de
los seres vivos. La comunidad científica ha determinado una serie de
bioindicadores que nos aportan mucha información y facilitan la investigación
científica, siendo dos de los más importantes, en el caso de los animales, las
mariposas en el mundo de los invertebrados y las aves en el de los vertebrados.
Dentro del
grupo de las aves podemos distinguir atendiendo a sus movimientos y su
distribución geográfica entre aves residentes y aves migratorias, y dentro de
las migratorias tenemos las aves grandes, planeadoras y las pequeñas aves insectívoras.
El estudio
de todos estos factores, distribución geográfica, movimientos, fechas de
llegada, ciclos de reproducción, nos puede dar una idea de cómo el cambio
climático está afectando a las aves.
En la
actualidad existen diversas organizaciones y plataformas en las que los
ciudadanos participan aportando miles de datos. Es lo que conocemos como
Ciencia ciudadana.
Es el caso
de la Sociedad Española de Ornitología, SEO- Birdlife,Que mantiene abiertos al
menos 18 programas como SACRE, CENSOS o AVES Y CLIMA en el que participan cientos de ciudadanos con
sus observaciones.
La Fundación
MIGRES que con sus observatorios en el Estrecho aporta datos recogidos
directamente en este punto caliente de la migración de las aves, y plataformas
de ciencia ciudadana, como Natusfera y E-Bird que a diario reciben cientos de
datos de los ciudadanos implicados y sensibles con la conservación de la
Naturaleza.
El
anillamiento científico de las aves y el uso de las nuevas herramientas como
radiotransmisores y localizadores Gps junto a los datos aportados por los
ciudadanos permiten a la comunidad
científica elaborar informes con localizaciones exactas, tiempos de estancia,
áreas de distribución de las distintas especies y miles de km recorridos.
Todo este
conjunto de datos nos permite, después de tres décadas de observaciones con
estos elementos, encontrar algunas respuestas a estas preguntas:
Qué está
pasando con las aves y el aumento de las temperaturas?
Cómo afecta
este cambio climático a las aves?.
Pues bien,
se observan entre otros:
Cambios en
las áreas de distribución.
Cambios en
los ciclos biológicos.
Aves de
migración larga se convierten en aves de migración media.
Aves que
eran migratorias se convierten en sedentarias.
Las áreas de
distribución de especies de aves insectívoras se desplazan hacia el norte
siguiendo los pasos del aumento de las temperaturas.
Todos estos
elementos hacen que haya unas especies que saldrán beneficiadas y se expandirán
y otras cuyas poblaciones disminuirán
drásticamente.
Así podemos
ver que aumentan las poblaciones de Agateador europeo, Petirrojo o Pico
picapinos en nuestro entorno, mientras disminuyen las de Escribano cerillo, Collalba gris y curruca rabilarga, que busca hábitats más fríos y húmedos.
Han disminuido de forma notable la
presencia en invernada de especies como avefrías y ganso común debido a que los
inviernos son más cálidos en el norte de Europa y en España han disminuido las
zonas de prados húmedos.
Cada año
aumenta el contingente de cigüeña blanca y golondrina común que no cruza el
Estrecho e invernan en el suroeste peninsular.
Los
ornitólogos de Migres han detectado que, en general, las aves llegan ahora en
primavera significativamente antes y que en otoño algunas adelantan el viaje,
como las cigüeñas blancas y distintas especies de águilas, mientras que otras
se quedan en la península ibérica, como es el caso del Busardo ratonero, por el contrario su primo el Busardo moro, el
buitre moteado y otras 28 especies de aves que tenían sus territorios de cría en el norte de África están empezando a
reproducirse en el sur de la Península.
Las pequeñas
aves insectívoras que cada año cruzan Europa
y el desierto del Sáhara están adelantando su llegada a las zonas de
reproducción y cría y a veces los desfases entre su llegada y la cantidad de
alimento disponible hace fracasar los primeros intentos de reproducción.
También se ha contabilizado un descenso muy notable en el paso de dos especies muy
emblemáticas y comunes en nuestros cielos, la golondrina y el vencejo común,
siendo el descenso del 30% en el caso de la golondrina y del 70% en el caso del
vencejo , según Alejandro Onrubia de la fundación MIGRES, aunque el responsable
no es siempre el cambio climático y en este caso se estima que la causa
principal sea el uso de pesticidas en los cultivos del continente europeo, otro
problema que se añade al cambio global que estamos induciendo.
Concluyendo,
podemos decir que las aves nos envían el mensaje de que el cambio climático ya
está aquí y ellas intentan adaptarse lo más rápidamente que pueden. Unas
especies lo conseguirán y otras no.
Si los
humanos somos los responsables de este cambio quizá deberíamos de reflexionar y
debatir sobre nuestra forma de vivir, nuestros hábitos de consumo, si el
crecimiento es sostenible o no, y sobre
todo de cómo se puede revertir el proceso.
El debate
está servido.
Ángel
Martínez Hernando
La
información se ha obtenido visitando los siguientes links:
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