Planificamos un recorrido de 6 Km
por los márgenes del Madrid Río, nuestro objetivo será ver qué aves lo habitan
desde su naturalización y si ésta realmente ha convertido un espacio urbano en un lugar acogedor para las aves.
Iniciamos nuestro paseo desde el
Matadero en Legazpi y terminamos en la estación de Príncipe Pío.
Nuestra primera impresión es lo
agradable que es pajarear, aun siendo zonas extremadamente humanizadas, es
evidente que no paseamos por el campito, pero centrándonos en nuestro objetivo
casi lo olvidamos, ya que nada más empezar vemos especies como la Gallineta
común (Gallinula chloropus), Ánade real (Anas platyrhynchos), Ganso del Nilo
(Alopochen aegyptiacus), Gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus) y Gaviotas
sombrías (Larus fuscus).
Algo que nos sorprende e interesa es la densidad de Gallinetas que vemos a la largo de nuestra ruta, más de 50 ejemplares, que hacen del camino algo muy agradable, ya que a cada paso escuchamos su canto kik,ki-kik,currik.
Continuamos nuestro camino, disfrutando de un estupendo día de invierno, aunque las temperaturas nos hacen pensar en fechas más cercanas a la primavera. Esta circunstancia hace que la vida en el Río Manzanares sea explosiva, encontrándonos una actividad especial en sus aves. Podemos ver muy bien y en diferentes puntos a las elegantes Lavanderas, la blanca (Motacilla alba) y la cascadeña (Motacilla cinerea).
Continuamos nuestro camino, disfrutando de un estupendo día de invierno, aunque las temperaturas nos hacen pensar en fechas más cercanas a la primavera. Esta circunstancia hace que la vida en el Río Manzanares sea explosiva, encontrándonos una actividad especial en sus aves. Podemos ver muy bien y en diferentes puntos a las elegantes Lavanderas, la blanca (Motacilla alba) y la cascadeña (Motacilla cinerea).
A nuestras especies más típicas, Paloma domestica (Columba livia) y Urraca (Pica pica) también parece que dan por bueno este espacio recientemente naturalizado. Acostumbrados a verlas en sucias calles, aquí se las ve estupendas e integradas.
Madrid es especial, y las vistas desde el río con un cielo azul deslumbrante también hacen del paseo algo muy agradable.
El lecho del río está totalmente
acondicionado, con eneas, carrizos, plantas, etc. No es casual que las aves que
lo habitan lo hagan, sin un análisis del agua, se la ve limpia y transparente,
las grandes pescadoras como la Garceta común también están en sus márgenes.
Aunque sólo lo vemos secándose tomando el sol, también nos encontramos con
varios Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo).
En nuestro paseo también nos
cruzamos en sus múltiples árboles con paseriformes como el Herrerillo común (Cyanistes
caeruleus), Carbonero común (Parus major) y el Jilguero (Carduelis carduelis).
En nuestro recorrido escuchamos y vemos volar a las especies invasoras por excelencia y que suponen
un gran problema medioambiental, la Cotorra argentina (Myiopsitta monachus).
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