Una de estas especies es la garza imperial. Más ligada a zonas de carrizal, vegetación ausente en este embalse, la garza imperial realiza paradas estratégicas en zonas húmedas, quizás de menos calidad, para coger fuerzas y llegar a mejores lugares más al sur.
Este año, desde mediados de agosto, se han estado viendo 2-3 individuos, que siguen todavía por el embalse.
Garza imperial (Ardea purpurea) |
Otra de las especies esperadas es el águila pescadora. Fiel a sus costumbres, volvimos a encontrar una de ellas posada en unos tocones de árboles secos. Es habitual en ambos pasos migratorios, el otoñal y el primaveral y siempre, por supuesto, una enorme satisfacción poderla disfrutar en la zona durante algunos dias.
Águila pescadora (Pandion haliaetus) |
Entre las limícolas, otro habitual es el chorlitejo grande. Siempre con cifras escasas, en esta ocasión sólo pudimos descubrir un individuo acompañado de sus parientes chorlitejos chicos, más comunes en este paraje.
Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula) |
Chorlitejo chico (Charadrius dubius) |
Aunque habitual en la zona durante prácticamente todo el año, ahora en septiembre, el andarríos chico se cuenta a decenas por las orillas.
Andarríos chico (Actitis hypoleucos) |
Y no menos habitual, pero utilizando la zona del embalse como lugar de invernada, van estableciéndose los milanos reales, preciosa rapaz de la que afortunadamente disfrutamos en el entorno con un buen número de individuos.
Milano real (Milvus milvus) |
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