sábado, 8 de agosto de 2015

Seguimiento de migración postnupcial en Guadalix.

Hoy teníamos prevista una excursión a la población serrana de La Acebeda. Como las previsiones daban lluvia y coincidía que nuestros compañeros del grupo de anillamiento Álula siguen con su labor de estudio de la migración postnupcial de aves en el embalse de Guadalix, decidimos unirnos a ellos. Si en la jornada anterior la nota de color la daban los abejarucos, en esta ocasión han sido los preciosos martines pescadores.

Martín pescador (Alcedo atthis)

Los ruiseñores comunes ya están comenzando con sus movimientos migratorios hacia sus cuarteles de invernada en África.

Ruiseñor común (Luscinia megarhynchos)

El peculiar agateador común también hace ciertos movimientos migratorios, en principio mucho menos largos que otras aves propiamente estivales.

Agateador común (Certhia brachydactyla)

Las currucas zarceras también se empiezan a mover. Si hace quince dias no se cogió ninguna, hoy ya han sido 5 ó 6 lo que indica que la migración en la especie ya está activa.

Curruca zarcera (Sylvia communis)

El broche de oro de la jornada ha sido la captura de un aguilucho lagunero. Esta especie es habitual encontrarla en el embalse principalmente en sus pasos migratorios y algunos como invernantes.

Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus)

Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus)

En total han sido 88 aves las estudiadas de 24 especies diferentes.
Aunque cualquier actividad en la naturaleza no es inocua para su fauna y flora, el anillamiento científico en este paraje busca, entre otros objetivos, aumentar su nivel de protección. De ser LIC (Lugar de Interés Comunitario) pasó a ser ZEC (Zona de Especial Conservación). Quien sabe si en breve y gracias a estos estudios, puede subir un escalón en su nivel de protección.

2 comentarios:

MarianDiazRAM dijo...

Pues si, la verdad es que el aguilucho ha sido un estupendo cierre de jornada. Un placer, MARIAN

MarianDiazRAM dijo...

Pues si, la verdad es que el aguilucho ha sido un estupendo cierre de jornada. Un placer, MARIAN