En busca de las avutardas. Este era el objetivo cuando programamos nuestra última salida. Para ello, el pasado domingo 20 de marzo, nos desplazamos hasta la ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) "Estepas cerealistas de los ríos Jarama y Henares". Concretamente a la localidad madrileña de Talamanca del Jarama.
A las 10:00h de la mañana comenzábamos nuestro recorrido. La buena temperatura a esas horas presagiaba el buen día que iba a hacer y la dificultad que tendríamos en ver bien con el telescopio en las observaciones más lejanas.
Al poquito del comienzo ya tuvimos el primer contacto con un grupito de unas 14 avutardas.
Se alimentaban tranquilamente en unos barbechos y levantaron vuelo al pasar un vehículo por un camino cercano, volviéndose a posar en las cercanías.
Gorriones, estorninos y trigueros nos entretuvieron en las inmediaciones de algunas construcciones, mientras alguna tarabilla y algún alcaudón real vigilaban en busca de alguna presa desde sus atalayas.
Un poco más adelante y perfectamente camuflados, conseguimos descubrir a 3 alcaravanes y un poco más a la derecha un grupito de 4 avefrías.
Al llegar al arroyo de la Galga, un andarríos grande emprende vuelo, al igual que una abubilla, mientras una pareja de lavanderas blancas se dejan ver a placer y algunos mosquiteros comunes se afanan en capturar mosquitos al vuelo desde un pequeño sauce.
En la lejanía, sobre el verde intenso de los sembrados, un nuevo grupo de avutardas resaltaban por el blanco plumaje de algunos machos que andaban en sus primeros pasos del cortejo. Se trataba de un grupo de unos 26 ind.
En el cielo 4 sisones surcaban la estepa sin aparente intención de posarse y en las ruinas de Campoalbillo un buen número de grajillas estaban entretenidas aportando palos para la construcción de sus nidos. Antes del merecido descanso, 2 alcaravanes levantan vuelo mientras en el cielo comienzan a aparecer las rapaces. Buitres leonados, buitres negros, cernícalo vulgar, 1 macho y 2 hembras de aguilucho pálido, 1 gavilán, milanos negros y reales. Detrás del grupo de avutardas, 3 corzos pastan en los sembrados y una pareja de águilas reales nos despide cicleando y haciéndo de nuevo que nos sintamos satisfechos de lo que nos depara la naturaleza.
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