La actividad comenzó con una explicación de nuestro anfitrión, Rafael González, sobre las peculiaridades de su granja de producción ecológica.
Nos enseñó sus instalaciones y nos contó todo el proceso hasta conseguir un producto final de reconocido prestigio (premio “Alimentos de España al mejor Queso 2011 y al mejor Queso ecológico”).
Seguidamente, por medio de un entretenido cuentacuentos de educación ambiental, pequeños y mayores aprendimos y recordamos las pautas para una correcta separación de residuos para su posterior reciclaje.
Un par de canciones y juegos dieron paso a la última de nuestras actividades del día. Cada niño recibió una caja nido de madera para aves insectívoras, que tras poner sus nombres, fueron colgadas en encinas y enebros de la finca para aumentar la densidad de estas aves y conseguir un inigualable insecticida natural, que mantendrá sano y en buen estado todo el arbolado.
La jornada concluyó con una degustación de queso de cabra y yogures de producción ecológica fabricados por la granja.
Según José Antonio Matesanz, de ANAPRI: “Estamos muy contentos con esta experiencia. Niños y padres unidos para conservar el medio ambiente”
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