domingo, 23 de octubre de 2022

Delta del Ebro. Septiembre 2022-2

Como bien sabemos, la máxima actividad de muchas de las aves es al amanecer. Como no podía ser de otra manera, en nuestro segundo día, madrugamos para dirigirnos de nuevo al observatorio de Riet Vell.
Antes de que asomaran los primeros rayos de sol, con las primeras luces del amanecer, los cielos se cubrían de miles de moritos y flamencos que se movían desde sus dormideros a sus zonas de alimentación.

Moritos (Plegadis falcinellus). Foto: Fabián Luján

Flamencos (Phoenicopterus ruber). Foto: Fabián Luján

Al llegar a Riet Vell, todavía con poca luz, sorprendimos a este martinete sobre uno de los cables del tendido de telefonía.

Martineta (Nycticorax nycticorax). Foto: Fabián Luján

Los diminutos zampullines comunes ya estaban atareados en sus labores de pesca.

Juvenil de Zampullín común (Tachybaptus ruficollis). Foto: Rosa Mª Franco

Y un calamón se afanaba en alimentar a uno de sus pequeños polluelos.

Calamón (Porphyrio porphyrio). Foto: Rosa Mª Franco

Los primeros rayos de luz nos descubrían los vuelos rasantes de los aguiluchos laguneros por el carrizal.

Aguilucho lagunero (Circus Aeruginosus). Foto: Ricardo Rodero.

Y por buscar nuevos sitios para alimentarse, los flamencos nos proporcionaron bonitas imágenes de vuelo en la cercanía.

Flamencos (Phoenicopterus ruber). Foto: Fabián Luján

Flamencos (Phoenicopterus ruber). Foto: Fabián Luján

El ruiseñor pechiazul tuvo a bien volver a salir a su percha en el taray, y más tranquilamente que el día anterior, se dejó observar y fotografiar durante varios minutos

Ruiseñor pechiazul (Luscinia svecica). Foto: Rosa Mª Franco

Ruiseñor pechiazul (Luscinia svecica). Foto: Eduardo Ramírez.

Los vuelos de un lado a otro de la laguna, eran constantes en una pareja de fumarel cariblanco, que tenían a sus polluelos reclamándoles comida en un par de postes de madera.

Fumarel cariblanco (Chlidonias hybridus). Foto: Fabián Luján.

El madrugón ya estaba haciendo mella en los estómagos de la mayoría, así que, después del disfrute pajarero, nos acercamos a coger fuerzas con un buen desayuno.

Foto: Raquel Bocca

En todo gran grupo siempre hay una nota discordante, en este caso nuestro compañero César jejejeje.

Foto: Raquel Bocca

Al acabar el desayuno, nos dirigimos a la búsqueda de una rareza, uno de los estímulos más habituales en los aguerridos pajareros. La especie en cuestión, era un chorlito dorado siberiano, que se había visto en la finca de producción de cesped, DACSA.

Foto: Pedro J. Sanz

Por el camino, campos llenos de moritos, ardeidas y gaviotas, nos amenizaban el viaje.

Foto: Fabián Luján

Morito (Plegadis falcinellus). Foto: Fabián Luján

Al llegar a la finca, y tras pedir permiso a los operarios, comenzamos a escudriñar las praderas. Mucho andarríos chico, chorlitejo chico, chorlitejo grande y algún chorlitejo patinegro, se alimentaban a la carrera, como es habitual en estas especies, capturando diferentes insectos e invertebrados. La búsqueda fue infructuosa, y no conseguimos ver a la especie objetivo, pero estuvimos bien entretenidos y disfrutamos, entre otras especies, de varios centenares de avión zapador que descansaban posados en el suelo, y que en ocasiones, volaban en vuelo rasante para alimentarse.

Aviones zapadores (Riparia riparia). Foto: Fabián Luján.

De ahí, nos dirigimos a la Gola de Migjorn. Por allí nos esperaban diferentes especies de gaviotas.

Gaviota sombría (Larus fuscus). Foto: Fabián Luján.

Gaviota patiamarilla (Larus michaellis). Foto: Rosa Mª Franco

Gaviota cabecinegra (Larus melanocephalus). Foto: Rosa Mª Franco

Gaviota cabecinegra (Larus melanocephalus). Foto: Fabián Luján

Mientras parte del grupo se daba un bañito en el mar, el resto andurreamos unos cientos de metros por la playa. En la arena pudimos descubrir los restos de un cangrejo azul (Callinectes sapidus). Su precioso caparazón, no nos debe hacer olvidar que se trata de una de tantas especies exóticas invasoras. Se detectó por primera vez en el Delta del Ebro en el año 2012, y como otras especies invasoras, llegó a nuestras costas como polizón en las aguas de lastre de los grandes mercantes, desde su zona originaria a miles de kilómetros, la zona este de los EEUU. Desde ese año, sus poblaciones han ido creciendo de forma exponencial. Su gran tamaño y su voraz apetito, han llevado aparejado importantes declives de diferentes especies, incluyendo algunas en peligro de extinción a nivel global, como el fartet y la anguila.

Cangrejo azul (Callinectes sapidus). Foto: Fabián Luján

En la laguna, detrás del cordón dunar, avistamos varios fumarel cariblanco y algún charrán común, además de la preciosa gaviota de Audouin.

Gaviota de Audouin (Larus audouinii). Foto: Fabián Luján

El calor reinante nos hizo buscar cobijo bajo las cañas del chamizo playero, y ahí decidimos que por la hora que era, tocaba ir pensando en comer.

Foto: Fernando Pérez Mardones

Antes de retirarnos, echamos un vistazo a la desembocadura del Riu de Migjorn.

Foto: Nuria Marugán

Para nuestra sorpresa, una garcilla cangrejera pescaba en la cercanía.

Garcilla cangrejera (Ardeola ralloides). Foto: Pedro J. Sanz

Y otra gaviota de Audouin descansaba en la orilla.

Gaviota de Audouin (Larus Audouinii). Foto: Pedro J. Sanz

Al poco de emprender camino con el coche, en las altas ramas secas de un árbol de la orilla del Riu, descubrimos la imponente figura de un águila pescadora.

Águila pescadora (Pandion haliaetus). Foto: Rosa Mª Franco

Anonadados por la cercanía y confianza del individuo, nos deleitamos con su penetrante mirada y su espectacular porte.

Águila pescadora (Pandion haliaetus). Foto: Pedro J. Sanz

El regreso al alojamiento para comer, nos depara vuelos cercanos de garcilla bueyera y garceta común.

Garcilla bueyera (Bubulcus ibis). Foto: Fabián Luján

Garceta común (Egretta garzetta). Foto: Fabián Luján

Por la tarde, después de una reconfortante siesta, nos acercamos al Mirador del Puente del Través, que da visibilidad a la laguna de la Encañisada. Desde el observatorio elevado, además de observar diferentes anátidas como ánade real, cuchara, friso, tarro blanco y pato colorado, encontramos en la cercanía un joven somormujo lavanco.

Joven somormujo lavanco (Podiceps cristatus). Foto: Rosa Mª Franco

En el carrizo descansaba alguna golondrina común.

Golondrina común (Hirundo rustica). Foto: Fabián Luján.

Golondrina común (Hirundo rustica). Foto: Rosa Mª Franco.

Y en varias ocasiones disfrutamos del vuelo de la elegante garza imperial.

Garza imperial (Ardea purpurea). Foto: Ricardo Rodero.

Para rematar el día, nos acercamos a ver atardecer a la barra del Trabucador. 

Foto: Elena Rivera.

Por allí descubrimos a varios grupitos de correlimos tridáctilo. 

Foto: Fernando Pérez Mardones

Foto: Silvia Ayora

Foto: Fernando Pérez Mardones

Un bonito atardecer, y el continuo trasiego de gaviotas, con la luna de fondo, puso fin a tan intenso día.

Foto: Fabián Luján.


No hay comentarios: