miércoles, 7 de octubre de 2020

Día Mundial de las aves.

El pasado fin de semana se celebró el Día Mundial de las aves. Como no podía ser de otra manera, Anapri nos unimos a tal celebración. En esta señalada ocasión, aprovechamos para visitar Soto Gutiérrez. Después de una hora de viaje, un reducido número de socios, estábamos en el paraje. 

Foto: Eduardo Ramírez.

Aparcamos cerca de la depuradora. Por un camino encharcado y con carrizos de casi 3 metros, avanzamos para bordear la EDAR. Por encima nos pasan volando los primeros cormoranes.

Joven de cormorán grande (Phalacrocorax carbo). Foto: Eduardo Ramírez

Al llegar a un cruce de caminos, vemos a un coche aparcado con pajareros dentro, mirando a un charco de un camino. Recuerdo que hace más de diez días alguien me comentó que se estaba viendo una polluela pintoja en la zona. Parece que el sitio exacto era ahí, así que decidimos aguantar un rato observando el charco. Un pequeño pajarillo aparece por la orilla. Se trata de un pechiazul, que suelen migrar desde Europa o bajan en altura los reproductores ibéricos, para pasar el invierno en zonas encharcadas con carrizos y zonas palustres.

Pechiazul (Luscinia svecica). Foto: Eduardo Ramírez

Una gallineta cruza el camino a toda velocidad, un rascón se deja ver escasos segundos, provocando cierta confusión por su razonable parecido con la polluela. Minutos después ahí está.

Polluela pintoja (Porzana porzana). Foto: Eduardo Ramírez

La polluela pintoja, es la mayor de las polluelas que se pueden ver en España. El tamaño y el moteado blanco del pecho, la diferencia de sus parientes europeas.

Polluela pintoja (Porzana porzana). Foto: Eduardo Ramírez

Según el anuario ornitológico de Madrid, el estatus que tiene en la comunidad es de aves en paso migratorio con cifras muy reducidas, así que toda una suerte poder disfrutar de este rálido en un día tan señalado.

Polluela pintoja (Porzana porzana). Foto: Eduardo Ramírez

Se alimenta de insectos acuáticos, lombrices, caracoles y también de algas y vegetales, que picotea en los limos y zonas de agua cercanos al carrizal.

Polluela pintoja (Porzana porzana). Foto: Eduardo Ramírez

Ante cualquier sobresalto, una ligera carrerita la hace desaparecer entre la espesura de la vegetación palustre.
Polluela pintoja (Porzana porzana). Foto: Eduardo Ramírez

Después de tan gratificantes observaciones, nos alejamos para seguir conociendo el lugar. Una lagunilla junto a la depuradora, nos acerca las primeras observaciones de garzas reales, garcetas comunes, gaviotas sombrías y una pareja de martines pescadores persiguiéndose. En el maizal, grupos mixtos de gorriones comunes, molineros y morunos, revolotean de un lado a otro. 
Continuamos el camino, y en una finca con reses bravas y un poco encharcada, comparten espacio un grupito de cigüeñas blancas.

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia). Foto: Eduardo Ramírez

El lugar parece estar salpicado por varias lagunillas donde desarrollan su actividad varias especies de aves.

Foto: Eduardo Ramírez

Vuela alguna agachadiza, también una garceta grande, y en el agua se mezclan ánades frisos y fochas.

Focha y ánades frisos. Foto: Eduardo Ramírez

Por encima del carrizal, son frecuentes los vuelos de campeo de diferentes aguiluchos laguneros.

Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus). Foto: Eduardo Ramírez

Siempre vigilados por sus posibles presas acuáticas, incluidos los grandes patos cuchara.

Cuchara (Anas clypeata). Foto: Eduardo Ramírez

Algunos somormujos y zampullines comunes se afanan en alimentarse de pequeños peces y por encima nos sobrevuela una pareja de ánades reales.

Pareja de ánade real (Anas platyrhynchos). Foto: Eduardo Ramírez

Continuamos camino viendo grupos de pardillos y jilgueros, además de algún verderón y pequeños grupos de bengalí rojo, hasta que llegamos a una finca con "cabestros".

Foto: Eduardo Ramírez

Tenemos la suerte de que un andarríos grande llega volando y se posa en la pradera junto a alguna lavandera blanca.

Andarríos grande (Tringa ochropus). Foto: Eduardo Ramírez

Muy cerquita, en una reducida zona encharcada, se alimentan un par de chorlitejos chico.

Chorlitejo chico (Charadrius dubius). Foto: Eduardo Ramírez

En el lado opuesto, otro encharcamiento reúne a un par de ánade rabudo, una decena de cucharas y cuatro cercetas, además de una buena concentración de cigüeñas blancas, alrededor de 120 individuos. Con el telescopio observo que algunas portan anillas octogonales negras, que corresponden con modelos utilizados en Alemania, Suiza, Bélgica y Holanda, entre otros. 

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia). Foto: Eduardo Ramírez

Comenzamos a desandar el camino. Vemos ahora algún porrón común y un calamón que se oculta rápidamente en el carrizo en una charca a la derecha del camino. En la espera a ver si vuelve a salir, en el cielo aparece la reina. Un juvenil de águila real sobrevuela el paraje a la búsqueda de uno de los abundantes conejos.

Águila real (Aquila chrysaetos). Foto: Eduardo Ramírez

Junto a los cortados, pero un poco más lejos, nos sorprende también la presencia de un joven de águila perdicera campeando con parecidos propósitos, justo después de ver como un trío de urracas asedia y expulsa de un chopo a un cernícalo vulgar.
Después de tan fructífera espera, sin volver a ver al calamón, continuamos hacia la depuradora. Varias garcillas bueyeras se alimentan ahora en la finca de reses bravas.

Garcilla bueyera (Bubulcus ibis). Foto: Eduardo Ramírez

Busardo ratonero (Buteo buteo). Foto: Eduardo Ramírez

Un ratonero nos observa desde un peligroso posadero, mientras nosotros hacemos lo propio con la polluela, que ha salido de nuevo escasos segundos.

Polluela pintoja (Porzana porzana). Foto: Eduardo Ramírez

La suerte hace que un macho de bengalí rojo decida bajar a beber en el mismo charco, poniendo una nota de color al final de tan buena jornada.

Bengalí rojo (Amandava amandava)



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