martes, 5 de enero de 2016

Curiosidades de hoy en la dehesa de Navalvillar

Hoy hemos realizado nuestra primera jornada de seguimiento de fauna de 2016 en la dehesa de Navalvillar. Una jornada típica invernal, con fresquito y con menos especies que en otras épocas del año. Pero las salidas al campo nunca nos dejan de sorprender. Hoy os contaré cosas curiosas con las que nos hemos encontrado.
Para empezar, mientras disfrutaba de los juegos y carreras de unos gazapitos cerca de unas zarzas, entre los conejos adultos, he descubierto uno negro. Como es un hecho que nunca había observado, lo primero que se me ha venido a la cabeza ha sido "quién habrá soltado un conejo doméstico aquí".

Conejo melánico

Después, observándole con detenimiento, y mientras interactuaba con sus congéneres, he podido comparar y comprobar que el tamaño y estructura del cuerpo era exactamente igual al de los demás. Ya en casa, investigando un poquito, he verificado que existen casos de conejos silvestres negros, más conocidos como conejos melánicos. La tonalidad de su pelaje se debe a una alteración genética provocada por un exceso de pigmentación oscura (melanina) en su organismo.

Conejo melánico

Ahí le dejé correteando y alimentándose con el resto de conejos.
Más adelante me he ido fijando en el suelo y he encontrado innumerables grupitos de orugas. No sé si será muy común en enero, pero a mí no me lo parece. Posiblemente el otoño tan benigno que hemos tenido, con pocas lluvias y temperaturas muy suaves, haya hecho que la reproducción de algunas mariposas se haya retrasado. Como es sólo una hipótesis sin ninguna base científica, si alguien sabe algo sobre el tema, agradecería que nos lo contara.


Otros acontecimientos que cuadran con la hipótesis anterior, es la floración de algunas plantas en estas fechas. Concretamente he encontrado estas dos diferentes.




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