sábado, 1 de enero de 2011

Presencia de buitres en el vertedero de Colmenar Viejo (Madrid)

El vertedero de residuos sólidos urbanos V.R.S.U. de Colmenar Viejo fue inaugurado en el año 1985. Hace ni más ni menos que 25 años.
Las poblaciones de buitres leonados y negros eran bastante más precarias que en la actualidad. Concretamente en el caso del buitre negro, en 1985 habría en Madrid unas 25-30 parejas por las alrededor de 100 que hay en la actualidad. Esta evolución positiva se debe principalmente a los planes de recuperación que se han llevado a cabo con la especie.
En el año 2000 con la aparición de la Encefalopatía Espongiforme Bobina (EEB), más conocida como el mal de las vacas locas, se implantó la recogida de los cadáveres del ganado para su incineración. A partir de entonces la normativa obligaba a la recogida y destrucción de la carroña, privando a los buitres de una buena parte de sus recursos alimenticios. Es probable que a causa de esta normativa, los buitres se hayan adaptado a buscar su alimentación en otros lugares poco comunes hasta el momento. Esto parece desprenderse de los avistamientos de buitres en el vertedero de Colmenar.
Si bien la normativa se flexibilizó en el año 2007 permitiendo la apertura de algunos muladares bajo unas condiciones específicas, parece que aún los buitres lo siguen pasándo mal en la búsqueda de su alimento.



Los primeros buitres comenzaron a verse en el vertedero de Colmenar desde hace tan sólo un par de años. En el año 2009 se empezaron a ver posados en las cercanías de la basura, pero su forma de alimentarse parece más bien indirecta, aprovechándose de los trozos de carne que sacan gaviotas, milanos y cuervos.
Desde aquel momento, su presencia en el vertedero es contínua, y se les puede ver, en número variable, casi todos los días del año.



La presencia de algunos individuos anillados nos pueden aclarar, por ejemplo, si sólo algunos se han acomodado a alimentarse de esta manera, si las visitas son frecuentes o esporádicas, si lo utilizan más en épocas reproductoras o si no hay condicionantes para sus visitas. En definitiva, dudas que con el paso del tiempo se pueden ir desvelando.
Este individuo estaba anillado con pvc amarillo en pata izquierda con inscripción 93M.

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