lunes, 8 de noviembre de 2010

Excursión a Miraflores de la Sierra (Madrid)

El pasado sábado 6 de noviembre realizamos la excursión programada por Miraflores de la Sierra (Madrid).
Aunque la mañana amaneció fresquita, tuvimos la suerte de disfrutar de un día con un sol expléndido. El recorrido circular partía de la zona recreativa de la "fuente del cura". Enseguida comenzamos a entrar en calor, ya que desde el primer momento, el recorrido es ascendente por una pista forestal. La primera parada que hicimos fue para observar, junto al camino, un pequeño grupito de lúganos (Carduelis spinus) que se alimentaban en la vegetación presente en la cuneta. Un poco más arriba, realizamos una parada más larga, en el embalse de Miraflores, donde nuestro amigo Felipe, de la asociación "Fraxus", nos contó interesantes curiosidades sobre pesca deportiva y sobre los usos del monte, como el carboneo, que antaño hacían los paisanos de la zona.
La ascensión continuaba entre los colores ocres y amarillentos de las hojas de los robles melojos (Quercus pyrenaica) y, de vez en cuando, realizabamos alguna paradita alertados por los reclamos de algunos carboneros comunes (Parus major) y algunos trepadores azules (Sitta europaea).
Entre los pinos, pudimos divisar 3 corzos que corrían, probablemente asustados por la presencia de ciclistas o seteros, que tampoco faltaron en todo el recorrido.
Ya desde la zona de la "parada del rey" observamos un grupo de rabilargos (Cyanopica cyana), algún zorzal charlo (Turdus viscivorus) y un zorzal común (Turdus philomelos) cantando desde lo alto de un roble.

Mientras tomábamos el aperitivo en una pradera, apareció en vuelo un ratonero (Buteo buteo) y un arrendajo (Garrulus glandarius) y, con el calor, empezaban a coger las térmicas los buitres leonados (Gyps fulvus) y buitres negros (Aegypius monachus).
El descenso lo realizamos por el pinar y allí pudimos ver carboneros garrapinos (Parus ater) con sus acrobacias en las ramas, acompañados por mitos (Aegythalus caudatus) y de nuevo algunos trepadores azules.
Delataron su presencia con sus reclamos: picos picapinos (Dendrocopos major), agateadores (Certhia brachydactyla) y reyezuelos listados (Regulus ignicapillus), pero no pudimos verlos.
Finalmente, atravesamos de nuevo el robledal y llegamos a la zona recreativa de la "fuente del cura" con la sensación de haber disfrutado de uno de los últimos días de calorcito del otoño y, por supuesto, habiendo disfrutado de preciosos paisajes y mejor compañía.

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