martes, 17 de febrero de 2009

Estepas cerealistas de Daganzo y Fresno de Torote. Segunda parte.

Ambos días observamos también un par de buitres negros (Aegypius monachus). Al contrario que su pariente el buitre leonado, el buitre negro está más especializado en localizar y alimentarse de carroñas de conejos.
La abundancia de presas y los campos abiertos que facilitan su caza, atraen también a grandes águilas. En el cielo pudimos descubrir precisamente a una de ellas, un adulto de águila real (Aquila chrysaetos) que cicleaba mientras no paraban de incordiarla un par de cuervos (Corvus corax) y un par de milanos reales (Milvus milvus).
El amplio espectro de rapaces que surcaban estos cielos se completaba con los más pequeños cernícalos vulgares (Falco tinnunculus) y un posible cernícalo primilla (Falco naumanni), adelantado al resto de sus congeneres que en poco más de quince días, estarán ocupando la colonia existente en la iglesia de Fresno.
Por último y aunque no la vimos, detectamos la presencia en la zona de la lechuza común (Tyto alba), al encontrar bajo un posadero varias egagrópilas.
Todo este ejercito de rapaces son colaboradores activos de los agricultores, ya que mantienen a raya a multitud de insectos, roedores y micromamíferos que podrían causar algún daño a sus cosechas.
Pero el primer objetivo de las salidas era poder observar aves esteparias y en especial avutardas (Otis tarda). Este objetivo sólo lo pudimos cumplir en una de las salidas. Observamos un grupo de unos quince individuos en el que los machos estaban con el cortejo, haciendo la rueda, formando unas bolas blancas fácilmente detectables desde la distancia.
Por último disfrutamos de la presencia de un par de corzos en las inmediaciones de un retamar, buen número de avefrías (vanellus vanellus) descansando en los barbechos y un grupo de unas 16 grullas (Grus grus) en vuelo dirección Noreste.

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