Con este título quiero resaltar como interactuan las diferentes especies de animales entre sí en la naturaleza. Aquí voy a narrar lo que pude vivir durante unos pocos minutos en la dehesa de Navalvillar, la semana pasada. A las 8.00h de la mañana, me encontraba cerca del arroyo Tejada, cuando al mirar con mis prismáticos, descubrí un zorro. Mientras observaba sus movimientos, vi que entraba en escena un segundo zorro. Persecuciones, juegos, gruñidos, carreras en círculo entre los majuelos, me descubrían al final un total de 4 zorros.
Por su derecha, hacían acto de presencia un grupo de 3 corzos, que al olfatear, escuchar y ver a los zorros, decidieron cambiar de dirección, y siguieron su camino ladera arriba.
Después de unos minutos sin ver a los zorros y a los corzos, los sigo buscando con mis prismáticos por la zona alta del cerro. En una roca, silueta conocida, pero pocas veces observada en vivo y en directo. Ni más ni menos que un precioso halcón peregrino, desayunando lo que parecía una paloma doméstica.
Nervios, un par de cutrefotos y adios a tan maravilloso momento. El halcón sale volando de su posadero, emitiendo un reclamo y con el resto de presa en sus garras. .
Me lamento de no haberme escondido mejor, pero al volver a mirar descubro a uno de los zorros, que se había encaramado encima de la misma roca para ver si pillaba algo
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