domingo, 8 de septiembre de 2013

Embalse de Santillana. Migrantes interesantes.

Ayer,aprovechando las fechas de migración importante en la que nos encontramos, la bajada de temperaturas y que ya había "mono" de volver a reunirnos un ratejo la gente de la asociación para ver pajarillos, decidimos acercarnos al embalse de Santillana, en Manzanares el Real, Madrid, a ver que se "cocía". La cosa prometía. Nada más llegar, comenzamos a observar las gaviotas que se encontraban en la orilla. Muchas reidoras, sombrías, y entre ellas, una gaviota grande, con el manto de un gris claro contrastado. Se trataba de una gaviota patiamarilla adulta. Entre ellas, algunas garzas reales, y por las orillas chorlitejos chico, andarríos grande y andarríos chico. Enseguida aparecieron los cada vez más comunes tarros canelos. En total 18 y entre ellos un ánsar común y un ganso del Nilo.

También nos entretuvimos con un grupito de gorriones molineros, 3 abubillas , lavanderas boyeras y algunos papamoscas cerrojillos. Pero al momento escuchamos los reclamos del martín pescador. Buscamos y allí le encontramos, en uno de sus posaderos. Picado al agua, vuelta al posadero y en su pico un pequeño pececillo que no tardó en engullir. Fueron varios los momentos en los que lo volvimos a detectar en otros posaderos, e incluso una vez, pasó volando como una bala entre nosotros y nuestros telescopios a menos de un metro de distancia. Alucinante!!!.


Mientras disfrutábamos a tope con los martines pescadores, de fondo escuchábamos el insistente reclamo de un águila calzada. Al final la descubrimos. Como intuíamos, se trataba de un pollo del año reclamando comida a sus progenitores. Disfrutamos un montón con los vuelos cercanos de toda la familia. Al final detectamos un total de 6 aguilillas calzadas y dos de ellas de morfo oscuro. Con todo esto, habíamos satisfecho de sobra nuestras ganas de ver aves, pero lo mejor, aún estaba por llegar. En uno de los rincones del embalse, descubrimos un par de garzas imperiales, especie que se observa con muy poca frecuencia en este lugar.


Pero más alucinante fue la observación de dos flamencos jóvenes, sin anillas y de procedencia incierta. Serán aves escapadas de alguna colección o habrán llegado de manera natural? Creemos que la segunda opción puede ser perfectamente viable. Y para rematar la jornada otra observación importante en estos humedales del interior. Un vuelvepiedras, especie típicamente costera y que se presenta en nuestros cercanos embalses de manera muy poco frecuente y accidental


Y con esto, finalizamos la jornada con una alegría enorme y una sonrisa de oreja a oreja.

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