El pasado 9 de octubre, en el transcurso de una jornada de observación de aves en el embalse de Guadalix de la Sierra, pudimos descubrir algo muy interesante.
Junto a la orilla, un azor desplumaba a una focha recientemente capturada.
Después de unos minutos alimentándose de su presa, intentó llevársela en vuelo hacia algún árbol cercano. Pero el elevado peso de la focha, sólo le permitió desplazarla a una decena de metros.
Allí siguió desplumando y comiendo rápidamente, sin pausa.
Hasta llenar bien el buche, momento en el que voló a refugiarse en los sauces del soto del río Guadalix.
Por aquí ponemos un pequeño vídeo del interesante momento.
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