lunes, 12 de octubre de 2020

Reubicación y colocación de cajas nido para lechuza en la Suerte Ampanera.

El pasado 4 de octubre, y coincidiendo con la celebración del Día Mundial de las Aves, vari@s compañer@s de Anapri lo celebramos en la finca colaboradora de producción ecológica, la Suerte Ampanera. La jornada la dedicamos a la reubicación y colocación de cajas nido para lechuzas, continuando con el proyecto en beneficio de rapaces nocturnas y de esta especie, que llevamos desarrollando desde comienzos de año.

http://anapri-asociacionnaturalistaprimilla.blogspot.com/2020/02/proyecto-rapaces-nocturnas-en-la-suerte.html
http://anapri-asociacionnaturalistaprimilla.blogspot.com/2020/03/anapri-rapaces-nocturnas-cajas-nido-y.html
http://anapri-asociacionnaturalistaprimilla.blogspot.com/2020/07/ayudando-la-lechuza-comun-tyto-alba-en.html

Foto: Noelia del Riego.

En primer lugar, desplazamos la caja nido en la que realizamos el hacking con BRINZAL, a una zona resguardada y más segura. La colocamos en el exterior de una de las naves para las cabras y a unos cuatro metros de altura.

Foto: Eduardo Ramírez.

En segundo lugar, recuperamos otra de las cajas que teníamos colocada en la finca hace algunos años, y reparamos el tejado y colocamos unos anclajes para poder colgarla.

Foto: Eduardo Ramírez.

El destino de esta segunda caja, era el lugar donde almacenan la paja y el heno para la alimentación de las cabras.

Foto: Eduardo Ramírez.

En este caso, la caja se encuentra en un lateral de la nave, que tiene todo el frontal abierto y por tanto de fácil acceso para las posibles lechuzas que puedan visitarla.

Foto: Eduardo Ramírez.

Aquí, casi pegada al techo, la caja nido está situada a una altura de unos siete metros. Que no os engañe la foto, la escalera de la izquierda tiene tres tramos y nuestro compi Javier está encima de dos alpacas de paja.

Foto: ANAPRI

Así de bien se ve con la nave recién ocupada por la reserva de paja para el otoño-invierno.

Foto: ANAPRI

La tercera caja, y primera cedida por BRINZAL para ver si la ocupaba alguna pareja de lechuzas, en el comienzo de nuestro proyecto, antes del hacking, la colocamos en una de las naves donde comen y descansa el rebaño de cabras, a unos cuatro metros de altura.

Foto: ANAPRI

Foto: ANAPRI

Así de bien se ve, integrada en la rutina diaria del espacio donde las cabras se alimentan.

Foto: ANAPRI

La cuarta caja la colocamos en la nueva nave, a casi seis metros de altura. En este caso, la caja fue cedida en 2018 por GREFA, Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y sus hábitat.

Foto: Noelia del Riego

Foto: Eduardo Ramírez.

Foto: ANAPRI

La quinta caja, también cedida en su día por GREFA, la colocamos en la parte opuesta de la misma nave.

Foto: Eduardo Ramírez.

Por aquí podemos ver como queda en la enorme nave. El lugar cuenta con varios espacios permanentemente abiertos, lo que facilitaría la entrada y salida de nuestras ansiadas inquilinas.

Foto: Eduardo Ramírez.

La diminuta caja que se aprecia en la foto, en el centro arriba, da idea de la dimensión del espacio.

Foto: ANAPRI

Lógicamente, no se ocuparían todas. El colocar tantas cajas ayuda a que, en caso de tener mucha suerte, las lechuzas puedan elegir el emplazamiento que más les guste. Además tendrían disponibilidad de más espacios para ocultarse y descansar.

Foto: ANAPRI

Como siempre, agradecer a Rafael González la implicación y colaboración en todas las iniciativas que le planteamos desde Anapri y otras asociaciones, para la conservación de espacios y especies.

Solo nos queda esperar y confiar en que las cajas cumplan su función. Yo, si fuera lechuza, no lo dudaría.

 

2 comentarios:

MIG dijo...

Muy interesante. Envidia de ver como ayudáis a la naturaleza

ANAPRI_PRENSA dijo...

Gracias. La verdad es que es muy gratificante y emocionante.