domingo, 20 de septiembre de 2020

Viaje al estrecho de Gibraltar 2

El segundo día de nuestro viaje al estrecho, lo comenzamos visitando las marismas del Río Palmones, al norte de Algeciras. No se veía muchísimo movimiento pajaril, pero nada más llegar, disfrutamos de la presencia de un martín pescador posado en un cartel de las marismas. En vuelo vimos algún grupito de avocetas, algún archibebe claro y un zarapito trinador. Los carteles también los utilizaban para posarse las garcetas comunes.

Foto: Fabián Luján.

Al borde de las marismas, había un observatorio gestionado por el Colectivo ornitológico cigüeña negra COCN, y que por su situación elevada, nos habría permitido observar más cosas, pero desgraciadamente estaba cerrado. 

Foto: Ana García

Aún así, continuamos por el paseo marítimo, y en una zona de la marisma con arena, descubrimos varios chorlitejos grandes, y en la zona ajardinada, nos entretuvimos con un papamoscas gris. Ajustándonos al plan, aprovechamos para desayunar en una terracita.
Después nos dirigimos al Monte de Algamasilla. Desde la zona recreativa del Bujeo, parte una preciosa pista forestal, que nos lleva monte arriba entre alcornoques. Nos llamaron la atención infinidad de "capullos" de mariposas en las cortezas. Por lo que pudimos investigar, parece que el lugar es zona de distribución de la famosa mariposa monarca.

Foto: Ana García

Por aquí disfrutamos de pajarillos forestales como carboneros, herrerillos, trepadores azules y algún mosquitero musical, y por supuesto, en el cielo, diferentes aves planeadoras en migración.
Nos deleitaron durante un buen rato varias aguilillas calzadas "jugando", persiguiéndose, haciendo espectaculares picados y con una especial querencia por un pino, donde varias acababan tocando sus ramas. No descubrimos el objetivo de tales maniobras.

Aguilillas calzadas. Foto: Fabián Luján.

Aguilillas calzadas. Foto: Fabián Luján.

Milanos negros y halcones abejeros seguían pasando en vuelo alto. Se nos cruzó un gavilán y más bajas volaban algunas águilas culebreras.

Águila culebrera. Foto: Fabián Luján.

Desde aquí volvimos a comer y descansar al alojamiento. Por la tarde nos acercamos al observatorio de Cazalla. 

Foto: Ana García
                               

En el interior de sus instalaciones hay una bonita exposición de fotografías de aves y paneles que nos ayudan a conocer la zona y la importancia del lugar para la migración de las aves.

Foto: Ana García.
                                 

Foto: Ana García.

En el exterior, un fuerte viento, hace que los milanos negros desistan de cruzar el estrecho y vuelan bajos ladera arriba, alejándose de la costa.

Milano negro. Foto: Fabián Luján.

En los postes y cables cercanos al observatorio, vemos algún cernícalo posado.

Cernícalo vulgar. Foto: Eduardo Ramírez

Y protegiéndonos del sol bajo techo, descubrimos a los primeros alimoches.

Foto: Ana García

Alimoche. Foto: Pedro Juán Sanz

El fuerte viento y las ganas de conocer más sitios, hizo que cambiásemos de ubicación. Nos dirigimos a Getares, y desde allí al faro de Punta Carnero. Las vistas desde aquí de la Bahía de Algeciras son espectaculares. En las pequeñas afloraciones rocosas del mar, vemos descansar gaviotas de Audouin, vuelvepiedras y alguna garceta común. Como no todo es trabajar, también nos dio tiempo a disfrutar de unas cervecitas.

Foto: Ana García
                                                       
Pero no podíamos dejar de disfrutar del paisaje y seguir buscando cosillas. Enormes buques navegaban de un lado a otro, y entre ellos el ágil vuelo de las pardelas cenicientas. Para rematar, descubrimos un grupo de delfines, que nos brindaron muy buenos momentos, incluidos espectaculares saltos.

Foto: Ana García.

Y así nos pilló el anochecer de un intenso día, con Gibraltar difuminándose en la oscuridad.

Foto: Pedro Juán Sanz

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